lunes, 29 de julio de 2024

El lejano país de los estanques

Comencé a leer la serie de libros de los agentes Bevilacqua y Chamorro, de Lorenzo Silva, cuando la descubrí por primera vez en el ya desaparecido Círculo de Lectores (que merecería una entrada por sí mismo; me lo voy a apuntar). Después de algunos años, me propuse leer los que pudiera, preferiblemente siguiendo el orden cronológico. 

Así he llegado a El lejano país de los estanques que, si no me equivoco, es el primer caso de nuestros dos guardias civiles favoritos (en dura pugna, he de admitirlo, con Olmos y Robles). 

Uno, curtido ya en lecturas varias, esperaba que se notaría una diferencia apreciable entre este primer título y los demás que he tenido ocasión de leer. Sería, incluso, algo natural por el propio proceso de evolución del autor y su estilo. Pero lo que me encontré es, otra vez, una pequeña maravilla. 

El asesinato de una hermosa mujer, joven y extranjera, en un destino turístico de primer orden en este país, será el factor que desencadene el desembarco del brigada Bevilacqua y de la novata guardia Chamorro en la primera acción de campo de esta última. 

 


La historia no es demasiado original en cuanto a que los indicios orientan la atención del lector en una dirección para luego dar un giro dramático y desencadenarse la resolución ante nuestros asombrados ojos, pero la habilidad de Lorenzo Silva es suficiente para mantenernos pegados a la historia, pasando página tras página, de sospechoso a sospechoso y tiro porque me toca, al tiempo que pone el foco en las zonas turísticas por excelencia, la juventud, los extranjeros, los excesos... todo tan actual entonces como el día que estoy escribiendo esta entrada. 

Creo que este y los demás libros de la serie no son novelas whodunit al uso, puesto que más que poner a prueba las aptitudes detectivescas del lector, el autor hace que acompañemos a los protagonistas en su proceso de descubrimiento y lleguemos a la conclusión casi al mismo tiempo. En ese sentido es más parecido a un Michael Connelly que a una Agatha Christie.

 

El autor (foto: ABC)

Pero lo que me sigue fascinando de Lorenzo Silva son, principalmente, dos cosas: la primera es la verosimilitud de lo que cuenta, el proceso, los procedimientos internos, los entresijos legales y tiras y aflojas entre los investigadores y el juez instructor, permisos para acá, permisos para allá y demás; la segunda es su habilidad para contar una historia en apenas trescientas páginas, lo que unido a la agilidad de la prosa, permite leer uno de estos libros en tres o cuatro tardes perdidas de verano. 

El resultado ha sido muy satisfactorio. Tanto que, según mis notas, le di un notable alto cuando lo terminé y el recuerdo sigue siendo bueno, así que voy a confirmarlo. Se mantiene como una de las series que más me gustan y a la que vuelvo de vez en cuando.

No deja de ser curioso que, en una época en la que las series basadas en novelas patrias de misterio están de moda, todavía no parece plantearse una basada en las historias de Bevilacqua y Chamorro.

sábado, 20 de julio de 2024

D&D: Honor entre ladrones

Después de la tremenda decepción que supuso la película de Dragones y Mazmorras que se estrenó el último año del siglo XX (para los de la LOGSE: el año 2000), mi listón estaba lo más bajo posible: solo esperaba que la película Dragones y Mazmorras: honor entre ladrones no diera vergüenza ajena. 

Aún así, me fui al cine de la mano de mi hija pequeña, dispuesto a gastarme un dineral en las entradas y las chuches y, si la cosa se terciaba, pasar un buen rato.

Al final de la sesión, sonreí satisfecho y habiendo cumplido todos los objetivos de mi astuto plan. 

La película es muy correcta y disfrutona y deja desde el principio bien claro que no nos encontramos ante una catástrofe como la primera. Las escenas en la prisión, si bien tienen algunos chistes de dudosa gracia y bebe de algunos clichés de la fantasía, nos pone en situación y nos muestra algunas razas que antes solo habíamos visto en las ilustraciones de los manuales de juego. 

 


Acompañaremos en su viaje a nuestro bardo favorito y su compañera bárbara en busca de sus antiguos compañeros ladrón y mago, con lo que ya tendremos formado un grupo icónico de D&D. 

Claro que la historia tendrá sus complicaciones. Se descubrirá una traición, conocerán a nuevos amigos (druida cambiaformas y paladín), tendrán que viajar a la infraoscuridad a buscar un artefacto, escaparán de un dragón rojo y se enfrentarán a una pavorosa enemiga, maga roja de Thay. 

Hay que reconocer que no es la historia más original, pero se deja ver. Sobre todo a los que estén familiarizados con el entorno del juego de rol más famoso del mundo, porque no deja de haber guiños en forma de nombres, referencias al mundo y la presencia de criaturas icónicas como dragones, bestias desplazadoras, devoradores de intelectos , osos lechuza y mimetos. 

La villana, sin ser perfecta, es satisfactoria. Además aprenderemos cosas sobre la magocracia de Thay, país dominado por un consejo de magos y, entre ellos, el poderoso liche Szass Tam, que sería el malo en la sombra mientras Sofina es solo su sicario de mayor nivel. 

 


 

Hay momentos que hacen verdadera gracia, como la actitud constante del paladín o el uso del conjuro que permite realizar tres preguntas a los muertos (verdadera crónica de una partida de rol estándar). Pero, sobre todo hay momentos que se me han quedado grabados. 

El primero es que nunca creí vivir para poder ver cómo un enorme dragón rojo con sobrepeso hace la croqueta en una mazmorra mientras persigue a nuestros amigos. Luego supe que ese dragón ha salido en alguna aventura o suplemento.

El segundo momento es el homenaje a la serie de animación de los ochenta que se puede ver mientras nuestros héroes compiten por llegar al final del laberinto en el coliseo de la ciudad. 

El tercero, el uso del conjuro de portal en el marco del cuadro. Un plan que cualquiera de nosotros hubiera podido plantear en la mesa de juego con sus amigos. Y, claro, no hay plan que no se acabe torciendo por la propia acción de los jugadores o por la reacción del DM.

 

Cara de qué asco me da todo

Podría seguir con unos cuantos más, pero no quiero dejar pasar que el reparto me ha parecido bastante correcto: Chris Pine (Edgin el bardo), Michelle Rodríguez (Holga, la bárbara sexualmente atraída por los medianos), Justice Smith (Simón, el mago, como el juego de ordenador del siglo pasado), René-Jean Page (el paladín trepapiedras), Sophia Lillis (la adorable druida cambiaformas Doric), Hugh Grant (el ladrón, Forge) y Daisy Head (la maga roja de ojos enormes, Sofina). De todos ellos solo me chirría Michelle Rodriguez, que tiene la vena actoral de un ladrillo. Tenía mis dudas con Hugh Grant, al que me temía ver fuera de lugar, pero confieso que me ha sorprendido incluso con su cara de tonto perenne. 

Salimos muy satisfechos de la película y la volvimos a ver en casa en cuanto estuvo disponible. Aunque estando familiarizado con la ambientación se disfruta mucho más, también es resultona como película de fantasía. Así parece que se justifica el 7,2 con el que cotiza hoy en imdb. Un botín más que suficiente por ahora. 

Solo espero que la recaudación obtenida sea adecuada para que los productores se planteen una segunda parte o, ya puestos, una serie. Dragones y Mazmorras y su ambientación tienen tanto que ofrecer, que estoy seguro de que se puede hacer algo decente con ello si hay voluntad y presupuesto.

domingo, 14 de julio de 2024

El último anillo

A finales del siglo XX, un avispado ruso escribe una visión alternativa de la obra de Tolkien. Se basaba en el conocido axioma de que la historia la escriben los vencedores y trataba de una historia de la Guerra del Anillo desde el punto de vista de las fuerzas de Sauron. 

El último anillo tuvo mucho revuelo en aquella época, pero ha sido solo recientemente cuando he tenido la ocasión y las ganas de leerlo.

Tenemos así una vuelta de tuerca a todo lo que conocemos. Humanos, elfos, magos... todos se convierten en los malos de la historia. Los orcos son solo mandados, que tienen sus propias historias personales y objetivos más o menos modestos, pero que se ven arrastrados a una guerra por la propia rapacidad e intransigencia de las razas del Oeste. Quizá de todos ellos los peores sean los elfos, pero ninguno se libra. 

Personajes como Elrond, Gandalf, Aragorn, Faramir y otros vuelven a visitarnos, pero con nombres, descripciones y situaciones adaptadas al nuevo punto de vista de la historia.  

 


No negaré que al principio tiene un cierto interés, pero dura poco y acaba perdiendo el elemento sorpresa en una historia que no acaba de despegar. Quizá, de todo lo que recuerdo, lo que más me gustó es la forma en que se describe a Faramir como un revolucionario que busca la reconciliación entre los pueblos y que busca la independencia de su principado de Ithilien, que gobierna junto con su esposa Éowyn bajo la sofocante tutela de Gondor, para convertir un régimen brusco y revanchista en otro más flexible y colaborador. 

Poco más recuerdo de la trama y confieso que he tenido que buscar los nombres de personas y lugares para refrescar la memoria. Así, Mordor se convierte en Umbror, Sauron en Auron, Aragorn en Altagorn, Faramir en Aramir. Curioso, al principio. 

Tampoco negaré que el estilo es amigable, incluso a veces bastante más amigable que el de la obra de la que bebe, y la longitud es ajustada. No obstante, también es innegable que la novela no llega a ser lo suficientemente buena como para ser recordada más allá de una lectura curiosa. 

Por lo menos puedo tachar una tarea pendiente de mi lista. No era algo que me quitara el sueño y, como se ve, apenas da para escribir una breve entrada. 

No voy a recomendarla. Allá cada cual con su curiosidad y, quién sabe, a lo mejor la miráis con otros ojos, no tan fríos como los míos. 

Como curiosidad, Kiril Yeskov ha descrito varias nuevas especies de arácnidos y tiene algunas nombradas en su honor. Todo según su página en la Wikipedia, claro.


sábado, 6 de julio de 2024

La guardia (T1)

Hace ya unos cuantos años tuve ocasión de ver las adaptaciones que se hicieron de algunas de las novelas del Mundodisco: El color de la magia, Papá Puerco o Cartas en el asunto. Resultaron bastante satisfactorias en todos los sentidos y seguramente hasta les dediqué entradas en este blog, pero me da bastante pereza buscarlas...

Mucho más reciente ha sido la serie de televisión que se ha dedicado a la Guardia de Ankh-Morpork, pero el resultado ha sido algo más discutible. Han sido ocho episodios y parece que no va a haber una segunda temporada.

Digo que el resultado es más discutible porque no es tan evidente que se trate de una adaptación del Mundodisco. Sí, los nombres, las ubicaciones, todo parece estar ahí, pero se ha optado por utilizar una estética y una aproximación que en cierto modo enmascaran la fuente y nos proporciona una adaptación que no es tan cercana a la fuente original. 

Eso no tiene por que ser malo. Las adaptaciones son eso, adaptaciones. No tienen por qué seguir de forma literal el texto de los libros. Pero a veces, solo a veces, el afán por inventar y mejorar lo que ya es de por sí un hito de la literatura fantástica no resulta ser la mejor de las ideas. 

 


 

Se ha optado por una estética difícil de etiquetar, aunque a mí me viene con bastante facilidad la etiqueta punk, sucia y colorista. No me ha parecido una buena elección. 

Si bien tenemos a Sam Vimes, Zanahoria, Angua, Jovial, Detritus e incluso a lady Sybill, no aparecen por ningún lado personajes tan queridos y con tanto juego como Fred Colon y Nobby Nobbs. No son unos cualquiera, sino que son socios fundadores de la guardia de la ciudad desde la primera novela del arco, protagonistas de algunos de los pasajes más hilarantes y al mismo tiempo más filosóficos de los libros, al más puro estilo Pratchett. Se les hecha de menos. 

Aparecen también elementos reconocibles de la ciudad de Ankh-Morpork, como los gremios o el Patricio (aquí la Patricia), aunque la Universidad Invisible solo lo hace de soslayo y del bibliotecario apenas se sabe nada. Puede ser por problemas de presupuesto, porque ya supongo que habrá sido un coste importante el representar a los trolls.  

 


Las decisiones inclusivas que se han tomado me resultan un tanto chocantes, pero no censurables, porque Terry Pratchett fue de los primeros autores que incluyeron los conceptos básicos del respeto a la diversidad y a las opciones personales en su obra. De hecho, novelas como Hombres de armas o Regimiento monstruoso deberían ser de lectura obligada en muchos foros, para escarbar entre chiste y chiste y descubrir el mensaje de fondo. 

La historia, un poco caótica y onírica, no termina de engancharme. Me ha dejado un poco ni fú ni fá y si he aguantado hasta el final es porque la serie es corta y porque Terry Pratchett y su obra son un referente en mi formación cultural y mi transición de la juventud a la mediana edad. 

Un tanto decepcionante, La guardia cotiza a un modesto 5,5 en imdb. La aconsejaría a los aficionados completistas del Mundodisco, pero ni siquiera me atrevo. Así que allá cada cual con sus decisiones.