sábado, 20 de julio de 2024

D&D: Honor entre ladrones

Después de la tremenda decepción que supuso la película de Dragones y Mazmorras que se estrenó el último año del siglo XX (para los de la LOGSE: el año 2000), mi listón estaba lo más bajo posible: solo esperaba que la película Dragones y Mazmorras: honor entre ladrones no diera vergüenza ajena. 

Aún así, me fui al cine de la mano de mi hija pequeña, dispuesto a gastarme un dineral en las entradas y las chuches y, si la cosa se terciaba, pasar un buen rato.

Al final de la sesión, sonreí satisfecho y habiendo cumplido todos los objetivos de mi astuto plan. 

La película es muy correcta y disfrutona y deja desde el principio bien claro que no nos encontramos ante una catástrofe como la primera. Las escenas en la prisión, si bien tienen algunos chistes de dudosa gracia y bebe de algunos clichés de la fantasía, nos pone en situación y nos muestra algunas razas que antes solo habíamos visto en las ilustraciones de los manuales de juego. 

 


Acompañaremos en su viaje a nuestro bardo favorito y su compañera bárbara en busca de sus antiguos compañeros ladrón y mago, con lo que ya tendremos formado un grupo icónico de D&D. 

Claro que la historia tendrá sus complicaciones. Se descubrirá una traición, conocerán a nuevos amigos (druida cambiaformas y paladín), tendrán que viajar a la infraoscuridad a buscar un artefacto, escaparán de un dragón rojo y se enfrentarán a una pavorosa enemiga, maga roja de Thay. 

Hay que reconocer que no es la historia más original, pero se deja ver. Sobre todo a los que estén familiarizados con el entorno del juego de rol más famoso del mundo, porque no deja de haber guiños en forma de nombres, referencias al mundo y la presencia de criaturas icónicas como dragones, bestias desplazadoras, devoradores de intelectos , osos lechuza y mimetos. 

La villana, sin ser perfecta, es satisfactoria. Además aprenderemos cosas sobre la magocracia de Thay, país dominado por un consejo de magos y, entre ellos, el poderoso liche Szass Tam, que sería el malo en la sombra mientras Sofina es solo su sicario de mayor nivel. 

 


 

Hay momentos que hacen verdadera gracia, como la actitud constante del paladín o el uso del conjuro que permite realizar tres preguntas a los muertos (verdadera crónica de una partida de rol estándar). Pero, sobre todo hay momentos que se me han quedado grabados. 

El primero es que nunca creí vivir para poder ver cómo un enorme dragón rojo con sobrepeso hace la croqueta en una mazmorra mientras persigue a nuestros amigos. Luego supe que ese dragón ha salido en alguna aventura o suplemento.

El segundo momento es el homenaje a la serie de animación de los ochenta que se puede ver mientras nuestros héroes compiten por llegar al final del laberinto en el coliseo de la ciudad. 

El tercero, el uso del conjuro de portal en el marco del cuadro. Un plan que cualquiera de nosotros hubiera podido plantear en la mesa de juego con sus amigos. Y, claro, no hay plan que no se acabe torciendo por la propia acción de los jugadores o por la reacción del DM.

 

Cara de qué asco me da todo

Podría seguir con unos cuantos más, pero no quiero dejar pasar que el reparto me ha parecido bastante correcto: Chris Pine (Edgin el bardo), Michelle Rodríguez (Holga, la bárbara sexualmente atraída por los medianos), Justice Smith (Simón, el mago, como el juego de ordenador del siglo pasado), René-Jean Page (el paladín trepapiedras), Sophia Lillis (la adorable druida cambiaformas Doric), Hugh Grant (el ladrón, Forge) y Daisy Head (la maga roja de ojos enormes, Sofina). De todos ellos solo me chirría Michelle Rodriguez, que tiene la vena actoral de un ladrillo. Tenía mis dudas con Hugh Grant, al que me temía ver fuera de lugar, pero confieso que me ha sorprendido incluso con su cara de tonto perenne. 

Salimos muy satisfechos de la película y la volvimos a ver en casa en cuanto estuvo disponible. Aunque estando familiarizado con la ambientación se disfruta mucho más, también es resultona como película de fantasía. Así parece que se justifica el 7,2 con el que cotiza hoy en imdb. Un botín más que suficiente por ahora. 

Solo espero que la recaudación obtenida sea adecuada para que los productores se planteen una segunda parte o, ya puestos, una serie. Dragones y Mazmorras y su ambientación tienen tanto que ofrecer, que estoy seguro de que se puede hacer algo decente con ello si hay voluntad y presupuesto.

domingo, 14 de julio de 2024

El último anillo

A finales del siglo XX, un avispado ruso escribe una visión alternativa de la obra de Tolkien. Se basaba en el conocido axioma de que la historia la escriben los vencedores y trataba de una historia de la Guerra del Anillo desde el punto de vista de las fuerzas de Sauron. 

El último anillo tuvo mucho revuelo en aquella época, pero ha sido solo recientemente cuando he tenido la ocasión y las ganas de leerlo.

Tenemos así una vuelta de tuerca a todo lo que conocemos. Humanos, elfos, magos... todos se convierten en los malos de la historia. Los orcos son solo mandados, que tienen sus propias historias personales y objetivos más o menos modestos, pero que se ven arrastrados a una guerra por la propia rapacidad e intransigencia de las razas del Oeste. Quizá de todos ellos los peores sean los elfos, pero ninguno se libra. 

Personajes como Elrond, Gandalf, Aragorn, Faramir y otros vuelven a visitarnos, pero con nombres, descripciones y situaciones adaptadas al nuevo punto de vista de la historia.  

 


No negaré que al principio tiene un cierto interés, pero dura poco y acaba perdiendo el elemento sorpresa en una historia que no acaba de despegar. Quizá, de todo lo que recuerdo, lo que más me gustó es la forma en que se describe a Faramir como un revolucionario que busca la reconciliación entre los pueblos y que busca la independencia de su principado de Ithilien, que gobierna junto con su esposa Éowyn bajo la sofocante tutela de Gondor, para convertir un régimen brusco y revanchista en otro más flexible y colaborador. 

Poco más recuerdo de la trama y confieso que he tenido que buscar los nombres de personas y lugares para refrescar la memoria. Así, Mordor se convierte en Umbror, Sauron en Auron, Aragorn en Altagorn, Faramir en Aramir. Curioso, al principio. 

Tampoco negaré que el estilo es amigable, incluso a veces bastante más amigable que el de la obra de la que bebe, y la longitud es ajustada. No obstante, también es innegable que la novela no llega a ser lo suficientemente buena como para ser recordada más allá de una lectura curiosa. 

Por lo menos puedo tachar una tarea pendiente de mi lista. No era algo que me quitara el sueño y, como se ve, apenas da para escribir una breve entrada. 

No voy a recomendarla. Allá cada cual con su curiosidad y, quién sabe, a lo mejor la miráis con otros ojos, no tan fríos como los míos. 

Como curiosidad, Kiril Yeskov ha descrito varias nuevas especies de arácnidos y tiene algunas nombradas en su honor. Todo según su página en la Wikipedia, claro.


sábado, 6 de julio de 2024

La guardia (T1)

Hace ya unos cuantos años tuve ocasión de ver las adaptaciones que se hicieron de algunas de las novelas del Mundodisco: El color de la magia, Papá Puerco o Cartas en el asunto. Resultaron bastante satisfactorias en todos los sentidos y seguramente hasta les dediqué entradas en este blog, pero me da bastante pereza buscarlas...

Mucho más reciente ha sido la serie de televisión que se ha dedicado a la Guardia de Ankh-Morpork, pero el resultado ha sido algo más discutible. Han sido ocho episodios y parece que no va a haber una segunda temporada.

Digo que el resultado es más discutible porque no es tan evidente que se trate de una adaptación del Mundodisco. Sí, los nombres, las ubicaciones, todo parece estar ahí, pero se ha optado por utilizar una estética y una aproximación que en cierto modo enmascaran la fuente y nos proporciona una adaptación que no es tan cercana a la fuente original. 

Eso no tiene por que ser malo. Las adaptaciones son eso, adaptaciones. No tienen por qué seguir de forma literal el texto de los libros. Pero a veces, solo a veces, el afán por inventar y mejorar lo que ya es de por sí un hito de la literatura fantástica no resulta ser la mejor de las ideas. 

 


 

Se ha optado por una estética difícil de etiquetar, aunque a mí me viene con bastante facilidad la etiqueta punk, sucia y colorista. No me ha parecido una buena elección. 

Si bien tenemos a Sam Vimes, Zanahoria, Angua, Jovial, Detritus e incluso a lady Sybill, no aparecen por ningún lado personajes tan queridos y con tanto juego como Fred Colon y Nobby Nobbs. No son unos cualquiera, sino que son socios fundadores de la guardia de la ciudad desde la primera novela del arco, protagonistas de algunos de los pasajes más hilarantes y al mismo tiempo más filosóficos de los libros, al más puro estilo Pratchett. Se les hecha de menos. 

Aparecen también elementos reconocibles de la ciudad de Ankh-Morpork, como los gremios o el Patricio (aquí la Patricia), aunque la Universidad Invisible solo lo hace de soslayo y del bibliotecario apenas se sabe nada. Puede ser por problemas de presupuesto, porque ya supongo que habrá sido un coste importante el representar a los trolls.  

 


Las decisiones inclusivas que se han tomado me resultan un tanto chocantes, pero no censurables, porque Terry Pratchett fue de los primeros autores que incluyeron los conceptos básicos del respeto a la diversidad y a las opciones personales en su obra. De hecho, novelas como Hombres de armas o Regimiento monstruoso deberían ser de lectura obligada en muchos foros, para escarbar entre chiste y chiste y descubrir el mensaje de fondo. 

La historia, un poco caótica y onírica, no termina de engancharme. Me ha dejado un poco ni fú ni fá y si he aguantado hasta el final es porque la serie es corta y porque Terry Pratchett y su obra son un referente en mi formación cultural y mi transición de la juventud a la mediana edad. 

Un tanto decepcionante, La guardia cotiza a un modesto 5,5 en imdb. La aconsejaría a los aficionados completistas del Mundodisco, pero ni siquiera me atrevo. Así que allá cada cual con sus decisiones.


sábado, 29 de junio de 2024

El alienista (T2) - El ángel de la oscuridad

La primera temporada de esta serie resultó ser una grata sorpresa que me llevó a leer el libro de Caleb Carr en el que se basaba. La segunda temporada ha resultado ser, por lo menos, tan interesante como la primera e incluso algo menos liosa que la primera, sobre todo al final. 

Comienza El alienista unos pocos años después de los sucesos de la primera parte y con el equipo del doctor Kreizler desperdigado por Nueva York, a finales del siglo XIX.

Sarah Howard ha dejado la policía metropolitana y se ha instalado por su cuenta como detective, de nuevo rompiendo el techo de cristal que oprimía a las mujeres de la época y contra el que se movilizaban las sufragistas, a veces con métodos discutibles. 

 


John Moore ha progresado en su trabajo de articulista y está prometido con una bella mujer de la alta sociedad, pero no es feliz por varios motivos, entre los que se encuentra precisamente la diferencia de posición social y económica con su futura mujer y el recuerdo de su tensión sexual no resuelta con Sarah durante los sucesos pasados. 

Los hermanos Isaacson continúan trabajando para la policían, aunque elejados de los métodos revolucionarios que emplearon durante su trabajo en el grupo investigador del Kreizler.  

Cyrus Montrose, fiel servidor del profesor, ha abierto una taberna en un barrio no demasiado recomendable, que le permite un trabajo y una independencia económica para él y para su familia. 

Stevie ya es un muchacho y no un niño, y continúa al servicio de Lazlo Kreizler, que pasa el tiempo en la institución benéfica que ha abierto para tratar las diversas afecciones de la mente que afectan sobre todo a los niños, pero también a los mayores. 

 


 

Esta aparente tranquilidad se ve puesta a prueba cuando se producen una serie de secuestros y asesinatos de bebés, realizados en extrañas y perturbadoras circunstancias. Los bebés muertos aparecen vestidos y caracterizados como muñecas, después de varios días de haber desaparecido de sus cunas.

Los sucesos tan truculentos no tardan en saltar a las páginas de los rotativos amarillistas, ávidos de noticias, en un marco en el que se respiran vientos de guerra contra el decadente Reino de España. Cuando el hijo del cónsul español en Nueva York también es secuestrado, los sucesos se desencadenan con rapidez. 

Como sucedió con la primera parte, la segunda temporada nos llevará por ambientes sórdidos y poco recomendables y personajes oscuros, cuando no desequilibrados o ambas cosas a la vez.

Mientras, el equipo de investigación, de nuevo al completo, desarrolla las revolucionarias técnicas de investigación desarrolladas por Kreizler al tiempo que los sucesos se dirigen, de forma inexorable, hasta una resolución climática. 

 


 

El alienista continúa siendo una serie de lo más recomendable, tanto por su argumento como por la ambientación histórica. Parece que estamos en el Nueva York pujante de finales del siglo XIX, donde podremos cruzarnos con personajes de la talla histórica del J.P. Morgan o de William Randolph Hearst, coger un coche de caballos y confraternizar con la alta sociedad norteamericana del momento.

Pero la verdadera joya de esta serie es su trío protagonista: Luke Evans, Dakota Fanning y Daniel Brühl están inmensos en la interpretación de John Moore, Sarah Howard y Lazlo Kreizler. Merece la pena acercarse a la serie, por verlos en sus respectivos papeles.

No parece que vaya a haber una tercera temporada, a pesar de cotizar a un más que decente 7,7 en imdb.


domingo, 23 de junio de 2024

The last of us (T1)

He hablado hace unos meses de la extraordinaria experiencia que fue jugar a The last of us y The last of us II en PS4. Mientras estaba inmerso en la narrativa, supe que HBO (¿quién si no?), se había lanzado a adaptar los videojuegos a la pequeña pantalla. 

Pues vaya adaptación que les ha salido. 

Ver la serie es casi como jugar el videojuego. Desde el primer capítulo hasta el último, la sensación de vivir una catástrofe mundial atenaza el estómago del espectador. Incluso podría uno llegar a pensar que es incluso mejor, puesto que en el primer episodio se explica con relativa credibilidad de dónde vino la epidemia provocada por el hongo cordyceps

 


 

Durante el principio del primer capítulo, cuando la hija de Joel visita a los vecinos, ya se pueden ver algunas señales en la anciana sentada en la silla, aparentemente fuera del mundo, que empieza a tener espasmos y protagonizará uno de los primeros sustos que vamos a sufrir. 

Creo que hay que hablar poco de la historia, porque apenas se desvía de lo que sucede en el juego. Si acaso, lo hace para acotar y ampliar información, no sin polémica. 

Por ejemplo, la historia de Bill, que en el juego apenas sale un rato como apoyo de Joel y Ellie en sus primeras jornadas de huida, se convierte por derecho propio en protagonista de un capítulo entero, el 1x03. Se construye la relación con Frank, el compañero de Bill al que apenas se menciona en el juego, y el capítulo nos muestra cómo el primero era el contrapeso ideal a la personalidad explosiva de Bill, hasta que enferma y poco a poco va languideciendo y pide a Bill que le ayude a irse en paz. El final del capítulo impacta tanto como para que se escape más de una lágrima. 

 


De una forma parecida tenemos el DLC Left behind, que se convierte en gran parte del capítulo 1x07, haciendo más explícita la relación que tiene Ellie con su amiga Riley. Por lo demás, sigue con fidelidad el DLC hasta su trágico desenlace. 

Aparte de un paso por la ciudad de Kansas City que no recuerdo haber visto en el juego, tenemos todo lo que nos hizo gritar y llorar: la historia de los hermanos Henry y Sam, a los que cogemos cariño y luego lloramos en apenas unos minutos; la secta de David, que también se explicita más que en el juego (todavía recuerdo con desagrado la escena del reparto de carne estofada; la muerte de Tess, distinta de lo que vemos en el juego, en un hotel de Boston rodeada de infectados y esos zarcillos de hongo que buscan su boca; el final en el que Joel consigue salvar a Ellie aún a costa de que no se pueda conseguir la cura contra la enfermedad... Una montaña rusa de emociones que sorprenderá a los que no hayan jugado y que sorprenderá y golpeará con brutalidad a quienes se acerquen a la serie sin saber nada de lo que van a presenciar. 

La serie tuvo una gran polémica desde antes incluso de su estreno. Primero por la elección de Bella Ramsey como Ellie (yo confieso que su elección no me apasionó, ni tampoco me llegó de forma especial durante su interpretación, como sí lo hizo la Ellie del videojuego) y luego tras la emisión del capítulo de Bill y Frank, que despertó una oleada de críticas homófobas y de malas calificaciones que hicieron que el capítulo sea el segundo peor valorado de la temporada, con diferencia, solo por delante de Left behind (curiosamente el otro episodio con un alto componente LGTBi). 

 


Sucede con otros productos que introducen este tipo de situaciones con calzador y provocan rechazo por querer construir un relato, pero en el caso que nos ocupa se puede afirmar que está realizado con un respeto exquisito hacia la obra original y que, honestamente, no se puede decir que lo que estamos viendo se distancia, pervierte o traiciona la obra original. 

Para terminar, no se puede decir otra cosa más que Pedro Pascal es el Joel perfecto, desde su apariencia hasta sus actos son una representación fiel del Joel de los videojuegos. 

The last of us cotiza hoy a un soberbio 8,7 en imdb, siendo una de las obras más valoradas en la plataforma. Sin duda lo merece y por eso estoy esperando con ganas poder ver la adaptación de The last of us II. Va a ser la bomba.