jueves, 31 de diciembre de 2020

Alejandro Magno y las águilas de Roma

Alejandro de Macedonia, el mayor conquistador que vieron los tiempos, no murió en Babilonia. La afortunada intervención de un misterioso personaje que ha perdido la memoria de quién es, pero no sus prodigiosos conocimientos, le salva la vida en el último momento. 

La corriente del tiempo se estremece, súbitamente descarrilada, hasta que se asienta sobre unos nuevos rieles que cambiarán por siempre el curso de la Historia. Nosotros somos los testigos, no así los protagonistas, que solo son conscientes de la realidad que les ha tocado vivir. 

Una cosa sí se mantiene: los macedonios están cansados de dirigirse hacia el este y vuelven sus ojos de nuevo hacia el oeste. Más cerca del hogar, piensan. De sus mujeres y sus hijos. Incluso han recibido alguna noticia de un rival que pueda estar a su altura. 

 


La joven República Romana, casi siglo y medio antes de convertirse en la potencia hegemónica del Mediterráneo, a duras penas controla la Península Itálica y está lejos de ser la populosa urbe que dominará el mundo durante varios siglos. 

No obstante, ya se ven las virtudes que llevaron a los ciudadanos de Roma a convertirse en dueños del mundo y a las legiones en el mejor ejército jamás visto hasta entonces. 

El choque entre romanos y macedonios es inevitable. La legión romana, todavía en desarrollo, un ejército de ciudadanos que sirven en el ejército como parte de sus deberes con su ciudad; enfrente, la falange macedónica en todo su esplendor, formada sobre los hombros de los veteranos de las campañas de Persia e India. 

Alejandro Magno y las águilas de Roma, de Javier Negrete, es una ucronía en la que se fantasea sobre qué hubiera sucedido en el caso de que el gran Alejandro hubiera vuelto sobre sus pasos, suponiendo que su sed de gloria no estuviera saciada todavía.

 

Javier Negrete
 

El autor utiliza a un ancestro del gran Julio César como cabeza visible de la República Romana para darle un mayor atractivo, supongo. Imagina además personajes y motivaciones para hacer más verosímiles los hechos que narra, que bien pudieran haber sido de tal forma y trenza una historia entretenida y razonablemente bien escrita.  

El resultado final es lo de menos. Casi dos siglos después de la fecha en que transcurrieron estos hechos imagidos, las legiones romanas se impusieron a la falanje macedonia en una batalla decisiva (Pidna, 168 a.C.), pero ninguno de los contendientes eran lo que se suponía hubieran sido alrededor de 320 a.C. Por un lado, Macedonia estaba lejos estar al mando de un genio como Alejandro y de disponer de un ejército de veteranos. Por el otro, la legión romana había hecho frente y acabado con el enemigo cartaginés y el genio de Aníbal. Así que entra muy dentro de lo posible que en esta ocasión imaginada la Fortuna hubiera sonreido al macedonio.

Para la Historia quedan las lágrimas del gran César cuando, frente a la tumba del conquistador macedonio, compara lo que éste logró en apenas treinta y tres años de vida con lo que él mismo había conseguido y vio que la comparación no le era muy favorable. Para alguien de su ego, que hablaba de sí mismo en tercera persona, tuvo que ser un mazazo tremendo. 

Interesante novela para tomar contacto con el género, y además de un autor español con una trayectoria ya consolidada como autor de género y divulgador histórico.

domingo, 27 de diciembre de 2020

Lejos del corazón y tantos lobos

He comentado varias veces que el desaparecido Cìrculo de Lectores me dio muchas alegrías durante casi treinta años, a razón de un libro cada dos meses, como mínimo. Con Círculo de Lectores descubrí algunos autores que se han convertido en compañeros de vida, y en otras ocasiones tuve acceso a libros que de otra forma no me hubieran llamado la atención. La pérdida fue, en su momento, dificil de asumir. Ahora por lo menos quedan los recuerdos.

Lejos del corazón es la última aventura de los agentes de la Guardia Civil, Bevilacqua y Chamorro. En este caso el marco lo componen el campo de Algeciras, con todo lo que conlleva de tráfico ilegal de personas y mercancías con el cercano Marruecos, y las nuevas tecnologías; en concreto las llamadas start ups y el dinero fácil que se relaciona con estas empresas que nacen, crecen y mueren sin solución de continuidad. 

Añadimos a un joven talentoso que amasa una pequeña fortuna que reparte entre un creciente séquito clientelar, para acabar llamando a un sector, digamos, tradicional del negocio clandestino de la zona. Ya tenemos un conflicto potencial de interés.

Si además tenemos a otro joven no menos talentoso, pero no tan rico y con menos escrúpulos para la traición y el delito, tenemos un motivo. 

Con todo esto, Lorenzo Silva es capaz de tejer una maraña que envuelve al lector y lo transporta a una zona tan peculiar de nuestro territorio en el que conviven el paro endémico y el dinero fácil, las potentes lanchas de los narcos, la indiferencia de la mayoría de la población y la hostilidad abierta de una parte de ella, con el hastío y a veces la impotencia de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, que se ven desbordados en medios y simpatía del entorno.

No es de extrañar que el tono cínicode Bevilacqua se vea aquí azuzado, para goce del lector que desgrana las páginas con rapidez mientras el caso se desenreda poco a poco. Recordemos que la serie no es un whodunit al uso, no hay un detective maestro que reúne a los sospechosos para dar con el culpable entre giros rocambolescos de guión, sino que más bien el lector va descubriendo las cosas al mismo ritmo que los protagonistas. 

Una novela notable y recomendable, como todas las que he tenido ocasión de leer de Lorenzo Silva.

 


Círculo de Lectores ofertaba Lejos del corazón junto a un librito de relatos, a modo de bonus track. Una oferta imposible de pasar por alto. Tantos lobos es un tomo pequeño con un puñadito de relatos cortos de los mismos protagonistas, en el que Lorenzo Silva pone el foco en los peligros que los adolescentes y los jóvenes se encuentran en nuestra sociedad actual. Relatos que de una forma u otra pueden resultar incómodos de leer, por lo cotidiano de los hechos que narran y por la fragilidad de las víctimas. 

Ya sea juntos o por separado, Lejos del corazón y Tantos lobos.

miércoles, 23 de diciembre de 2020

La torre oscura

 Un niño tiene sueños recurrentes de sitios en los que ha estado y personas a las que no conoce. Incluso sueña con humanoides sin rostro. Cuando se despierta, asustado, dibuja como poseído lo que recuerda. El corcho de la pared de su habitación ya está repleta de esos dibujos apresurados. 

Si uno se fija con atención, hay dos elementos que se repiten una y otra vez: una gran torre y un hombre que viste de negro. 

La torre oscura es la adaptación al cine de la serie de novelas de fantasía de Stephen King con el mismo título. Bueno, en realidad es la adaptación de su primer volumen, El pistolero, publicado en 1982 (el último de la serie lo fue en 2012, según Wikipedia). 

 



Una historia de universos paralelos, magia y fantasía, con un poquito de ciencia ficción (los portales que permiten viajar entre mundos). Una torre bajo asedio, de cuya integridad depende la supervivencia de todo el multiverso. Una orden de caballeros para defenderla, con pistola y gabardina en lugar de lanza y armadura. Y un Hombre de Negro que maneja la magia a su antojo y que busca la extinción de los pistoleros y la caída de la torre para reinar supremo. 

La historia promete. No podía ser de otra forma, estando detrás la mente de Stephen King, capaz de transformar la más anodina anécdota en una historia de suspense y fantasía. Vale, patina a veces y sus últimas obras no son más que sombras de los clásicos que marcaron una época, pero sigue siendo uno de los autores más vendidos. 

Un niño, unos padres, unos educadores sociales que no son lo que parecen... más ingredientes para el plato.

Y dos actores sobre los que gira todo: el siempre solvente Idris Elba y un Matthew McConaughey que en los últimos años se está ganando el respeto que le faltó al inicio de su carrera. El primero no decepciona como el último pistolero, pero Matt patina también como el bueno de King, demasiado histriónico en su papel y transmitiendo en contadas ocasiones el poder y la maldad que se le supone. 

 


Cojea un poco la historia, que uno se imagina más épica de lo que al final nos vamos a encontrar, y la película no llega a remontar el vuelo y convertirse en algo más que un entretenimiento apenas destacable entre todo el mar de opciones que tiene el espectador. 

Se agradece el metraje, apenas hora y media, y por lo menos no hay tramos infumables. 

La torre oscura está un escalón por encima de ser un bodrio, pero es un quiero y uno puedo un tanto decepcionante, porque el personaje del pistolero merecería alguna secuela. 

La película cotiza hoy a 5,6 en imdb.

domingo, 20 de diciembre de 2020

Toy story 4

Los juguetes más famosos del mundo nos han dado una serie de películas bastante buenas, desde la primera Toy Story, que fue una revolución en la animación en 1995, cuando todavía la gran mayoría de la animación era un trabajo artesanal que se hacía a mano. Un exitazo de crítica y público. 

La segunda parte, Toy Story 2, solo tardó cuatro años y apareció en 1999. Repetía una fórmula de éxito, pero no pudo hacerse con un hueco en nuestra memoria (por lo menos en la mía...). 

Más de una década después, en 2010, llegó Toy Story 3, en la que los juguetes se hicieron mayores y nos dejó una película sobre la amistad que nos acompañará siempre, a pesar de tener ya una cierta edad. Fueron once años de espera desde la segunda parte, pero mereció la pena. 

 

 

Y casi otra década después, en 2019, aparece Toy Story 4. Mucho ruido, pero pocas nueces, se podría decir. Una vez más, los responsables de una franquicia de éxito no saben dejarlo cuando están en la cima y vuelven para un puñado de nostálgicos que, en su gran mayoría, se ven decepcionados. 

La historia no acaba de enganchar y no se ve un personaje de los nuevos que pueda hacer sombra en carisma a los que tantos años nos han acompañado. Sí, hay detalles que siempre están ahí. Sí, hay villanos, en este caso villana con sicarios, que en algún momento quiere acercarse a dar miedo. Pero, ¡ay!, nada da más miedo que un oso rosa. 

 

Hay un nuevo tarado en la ciudad
 

No me atrevo a calificarla de prescindible, eso sería infustificado y excesivo, pero no está a la altura a pesar de lo dura que la dulce pastora Dorry se ha vuelto, demostrando que las niñas no necesitan un príncipe encantador ni un sheriff de brillante estrella para encontrar su camino. 

La elección final de Woody es bastante previsible y la escena lacrimógena de la película no tiene ni de lejos la misma fuerza de la del incinerador en Toy Story 3

Queda, sin embargo, los mensajes del valor de la amistad y del poder de la imaginación de un niño, capaz de dar vida y querer a alguien tan extraño como Forky. 

 

Fiel hasta el final
 

No sé si habrá Toy Story 5, pero creo que si lo están pensando, como mínimo se lo tendrían que replantear. En imdb tiene hoy un 7,8 que, siendo notable, le da el cuarto lugar en el orden de preferencias de la saga. Vale, que si hay una quinta parte habrá dinero a patadas, pero también más grietas en el legado que los juguetes habían conseguido construir. 


domingo, 13 de diciembre de 2020

Antihielo

En una historia alternativa de nuestro siglo XIX, la atracción gravitatoria de la Tierra ha capturado un asteroide del que, con el tiempo, se desprende un fragmento que va a caer en la Antártida y en manos del Imperio Británico, la entonces potencia hegemónica del planeta. 

Pocos pueden sospechar que entre estos restos se encuentra una sustancia que acelerará hasta límites insospechados la incipiente Revolución Industrial. Una sustancia que recibe el nombre de antihielo y que, al contrario que el agua sólida, al calentarse desprende energía en cantidades inimaginables. 

Las cabezas pensantes más privilegiadas del Imperio buscan y encuentran  multitud de aplicaciones para tan maravillosa sustancia. Muchas de ellas son pacíficas y empujan el imparable avance científico y económico de los británicos, sosteniendo su posición como primera potencia mundial. Otros defienden su uso como arma en conflictos bélicos.

 

Portada con sabor clásico


Antihielo comienza en una época posterior a la Guerra de Crimea, donde finalmente los partidarios de la utilización del antihielo como arma han conseguido convencer a los mandatarios británicos. El resultado, que aún horroriza al mundo, es un número ingente de muertos y una implacable desolación en el lugar de su uso. Los defensores de la idea argumentan que el ahorro de vidas ha sido considerable y que la guerra se ha acortado considerablemente. 

Por supuesto, el monopolio del antihielo, celosamente protegido por los británicos, es envidiado por el resto de las naciones de la Vieja Europa, sobre todo por Francia y Prusia, enzarzadas en un conflicto bélico que marcará la historia de estos imperios. 

Un patriota o, depende del prisma por el que se mire, delicuente, sabotea la nave voladora Faetón, propiedad del inventor Sir John Traveller, y encerrado en la cámara de pilotaje, pone rumbo a la Luna. El propio Traveller, acompañado por su sirviente Pocket, el señor Vicars y el periodista Holden, luchan por conseguir de nuevo el control de la Faetón y de volver a la Tierra, no sin antes surcar el espacio y alunizar, ver criaturas maravillosas y conseguir el material necesario para la vuelta. 

 

Lo que me gustó de Antihielo es la descripción de una tecnología maravillosa basada en el anthielo y el vapor, con una evidente analogía con la radiactividad, pero contenida a un científico siglo XIX. El viaje a la Luna se queda en una mera anécdota, a pesar de trancurrir durante una parte apreciable de la novela. Y el inicial marco ucrónico se queda solo en una referencia marginal utilizada solo para centrar la que me parece la idea central de la novela: la crítica de la posesión del avance tecnológico en manos de unos pocos y las consecuencias de que se utilicen para fines discutibles. 

Como suele ser habitual en este tipo de historias, los personajes son también accesorios y, después del tiempo que hace que he leido la novela, apenas permanecen en el recuerdo. 

No obstante, al ser una novelita corta, se lee rápido y es recomendable para familiarizarse un poco con el steampunk. Revisando la nota que le dí al finalizar, me reafirmo en ello: un seis alto. 

Vamos, que he leído cosas bastante mejores, pero al mismo tiempo me entretuvo.

lunes, 7 de diciembre de 2020

Joker

Con la frecuencia actual de actualización del diario, de más o menos una entrada a la semana, se viene acumulando mucho retraso y comentamos cosas que hemos visto, leído o escuchado hace por lo menos un año. 

Es el caso de Joker, una película que armó mucho revuelo a finales de 2019, cuando los tiempos eran más felices. Tuve la ocasión de verla con dos de esos amigos que, por mucho tiempo que pase sin verlos, es como si hubiera pasado solo un rato. Decíamos ayer, como fray Luis.... 

A diferencia de otras muchas ocasiones, el cine estaba prácticamente a rebosar, a pesar de que la sesión era, si no recuerdo mal, la última de la noche. Quién nos iba a decir que apenas un año después, ibamos a estar como estamos... Pero esta es otra historia que no tocaré aquí.

Joker es una revisitación, y van...., del icónico personaje de DC Comics y archienemigo de Batman. En esta ocasión, Arthur Fleck es un desgraciado que trabaja de payaso - anuncio en una empresa de mala muerte y vive con su madre, ya anciana y con  unos recuerdos que ponen en duda su salud mental, en un edificio de apartamentos que no es, digamos, de lo mejor de la ciudad. 

 


 

Arthur debe lidiar con su enfermedad mental, que le provoca irresistibles ataques de risa en situaciones de estrés, lo que a menudo le hace acreedor de duras miradas, cuando no de agresiones, por los que le rodean y no entienden su situación. Tan agudos son esos ataques de risa que no puede hablar, por lo que lleva una tarjeta en la que se puede leer su dolencia, en un intento de que los demás puedan entenderle, llegado el caso. Quizá por esta situación, Arthur es también una especie de fumador compulsivo. 

Pero Fleck tiene también un sueño: hacerse un nombre en el circuito de monólogos humorísticos de la ciudad. Apunta con gran disciplina los chistes que se le ocurren, añadiendo sin parar nuevas ocurrencias a su repertorio. Su sueño, la fama y el reconocimiento de los demás como un gran cómico, quizá le sirva para que su vecina se fije en él y, quizá, lleve su relación a un nivel más íntimo.

La película se desarrolla en un ambiente bastante claustrofóbico, siempre centrada en Arthur y sus paranoias. A medida que el metraje va avanzando, el espectador distinguirá lo que es real de lo imaginado, llevándose alguna que otra sorpresa. Aunque la que supone el origen del propio Arthur será una de las mayúsculas.

 

Arthur está muy mal...

 

Aunque el peso lo lleva Joaquin Phoenix casi en su totalidad, aparece también un actor de prestigio como Robert de Niro. Aunque Robert está dilapidando cada vez más este prestigio construido durante décadas a costa de engrosar la cuenta corriente participando en películas de dudosa solvencia, en Joker está bastante bien en el papel de Murray Franklin, un presentador de late show al que invita a Arthur. 

A partir de ahí, todo se desmelena en un final excesivo que poco tiene que ver con el resto bastante más contenido de la película. Supongo que es como el propio Joker, que finalmente se desmelena. 

Discrepo mucho con los que ponen a la película por las nubes. Sin la grandiosa interpretación de Joaquin Phoenix, no sería otra cosa que una película más en la lista de estrenos anuales. Le reconozco sin embargo la originalidad de su propuesta entre las películas de superhéroes de los últimos tiempos. Primero por centrarse en la génesis de uno de los villanos más reconocibles e icónicos del mundo del cómic. Segundo, por ser una película muy centrada en los entresijos de la mente que llevan a un personaje tan desmesurado. 

 

Tiene el ritmo en la sangre

Por supuesto, la escena de Fleck bajando las escaleras en un colorido traje y bailando una coreografía cada vez más espasmódica, se ha ganado por derecho un lugar en la historia del cine y ya ha sido parodiada en múltiples ocasiones.

En imdb tiene hoy una puntuación de 8,5. Excesiva para la película, insuficiente para el inmenso trabajo del actor protagonista.