No hay más que darse una vuelta por Historias de Iramar para ver que soy un gran aficionado a las novelas del Mundodisco, de Terry Pratchett.
Resulta que los británicos han realizado alguna que otra adaptación televisiva y una de ellas ha caído en mismanos: El color de la magia. Casi tres horas de diversión televisiva en versión original subtitulada y dos partes, cada una de ellas versionando uno de los primeros libros de la serie: The colour of magic y The light fantastic. De momento he visto la primera y pronto iré a por la segunda.
Además de esta, existen otras dos: Hogfather (Papá puerco) y Going Postal (Cartas en el asunto). También llegará su turno.
No negaré que empecé con un poquito de aprensión. A mí estas cosas domésticas me dan un poco de miedito, porque una cosa son las buenas intenciones y otra muy diferente son los resultados. No siempre unas y otras van cogidas de la mano.
Pero pronto se disipan las dudas. Tan pronto como se disipan las nubes con las que empieza la cinta y vemos a Gran A´Tuin, luego los elefantes y luego el Disco, con la cascada infinita cayendo por su borde.
Estamos ante una fiel adaptación del libro y por fin vemos a nuestros personajes favoritos: Rincewind, Dosflores, el Patricio, el Bibliotecario (de humano y de mon...eh, de simio), el Equipaje, Muerte... Una gozada, vamos.
Somos testigos de las luchas de poder en la jerarquía de la Universidad Invisible. Tenemos al Archicanciller y a Trymon, luchas de ingenio, trampas maquiavélicas. Y tenemos al Octavo (en español en el original), el libro de conjuros más poderoso del Mundodisco, encadenado para contener los escapes de magia, y que ha depositado uno de sus conjuros en la mente de Rincewind, arruinándole con ello la vida...
La ambientación está sobradamente lograda, con un típico sabor morporkiano, especialmente en la Universidad Invisible y en El tambor remendado. Es en Ankh-Morpork donde más a gusto nos encontramos, la verdad.
Y el reparto... sencillamente genial. La verdad que a David Jason (Rincewind) no le conocía, pero está espectacular y he tenido que buscar en Imdb, donde se encuentra curiosidades como que ha sido la voz del Conde Duckula y Dangermouse.
Dosflores es Sean Astin, más comocido como Sam Gamyi. Bueno, quizá el más flojito de los protagonistas, aunque muy bien caracterizado.
Tim Curry hace de Trymon, el mago que intenta progresar de cualquier modo lícito (o sea, básicamente, de cualquier modo posible) en la jerarquía.
El Archicanciller es un tal James Cosmo. ¿Quién es este tipo? Empecemos: el Gran Maestre de la Guardia Negra en Juego de Tronos, Papá Noel en las Crónicas de Narnia o el papá del amigo de Mel Gibson - William Wallace en Braveheart... aparte de más de cien apariciones en diversas producciones.
Christopher Lee pone la voz a la Muerte, hasta el punto de que casi puedes oír las MAYÚSCULAS.
Y Jeremy Irons es el Patricio, Havelock Vetinari. Esta ha sido una gran sorpresa, porque acostumbrado a verle penar por producciones de medio pelo del tipo Dragones y Mazmorras o Eragon, no pensaba que los cinco minutos que sale en esta peli iban a dar para mucho. Pero es que el tío nos da una gloriosa interpretación del personaje, de lo mejorcito que hayamos podido ver. Tiene bemoles la cosa, ahora no podré leer un libro sin que vea su cara...
Pues eso, que aunque parece que no se encuentra en español, al menos tenemos la versión subtitulada en la lengua de Cervantes. Imprescindible para los más fanáticos, es recomendable para todos aquellos que quieran pasar un buen rato y echarse unas risas, lo que es suficiente para perdonar algunos fallos en, principalmente, los efectos especiales.
Le damos un ocho, así, sin pensar.
Me froto las manos pensando que en la segunda parte sale Cohen, el Bárbaro...
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