domingo, 7 de octubre de 2012

La Gran Armada

El último libro que he terminado en estos días ha sido el ensayo La Gran Armada, de los británicos Colin Martin y Geoffrey Parker, y que trata de la que en su día se llamó La empresa de Inglaterra, luego fue La Grande y Felicísima Armada y finalmente La Armada Invencible, con socarronería británica.

Como en otras ocasiones, manda narices que tengan que ser unos sajones herejes a enseñarnos nuestra Historia. Sí señores, Mr. Martin y Mr. Parker son unos de los mayores expertos en ese suceso que pudo cambiar el rumbo de la Historia del Mundo.

Ojo, esta no es la portada de la edición de Círculo

La historia debería ser por todos conocida: en 1588 zarpó del puerto de Lisboa la mayor Armada jamás flotada por la Monarquía Hispánica. Su destino, el Canal de la Mancha, donde debería conectar con el Ejército de Flandes del duque de Parma, Alejandro Farnesio, uno de los mejores generales de su tiempo. El objetivo final, la conquista de Inglaterra. Y, si la conquista no fuera posible, forzar una paz favorable. 

El resultado también debería ser conocido por todos: la Armada y el Ejército de Flandes no pudieron conectar, así que Parma no fue capaz de cruzar el Canal. La amenaza española desapareció tan pronto como vino, y los barcos se enfrentaron a un horrendo viaje de vuelta a través del Mar del Norte y la costa occidental de Irlanda. 

Para la Historia, la supuesta ineptitud del duque de Medina Sidonia, que se encontró con el mando de la Armada tras la muerte del marqués de Santa Cruz. Y también la supuesta cita de Felipe II, una vez supo del fracaso: "No envié mis naves a luchar contra los elementos".

Los autores nos muestran un cuadro meridianamente claro, no solo de la empresa en sí, sino también de los factores geopolíticos que llevaron a ello. Luego nos desvelan qué ocurrió durante la travesía del Canal y finalmente explican qué pasó durante el viaje de retorno. 

Todos los capítulos vienen trufados de notas al pie, todas ellas dando base documental a las afirmaciones, citas y demás que nos están mostrando. Y es que la base documental es ciertamente apabullante. 

Y, para terminar, un poco de historia ficción, un capítulo de ¿Y si...? En este no se trata muy en detalle, sino que se esboza lo que podría haber sido el progreso de la invasión. Eso sí, dejan claro que si el Ejército de Flandes, con más de 20.000 avezados veteranos, hubiera puesto un pie en Inglaterra, la reina Isabel no habría tenido argumentos bélicos que oponerle. Los autores son realistas y piensan que la conquista no habría sido posible, pero el segundo objetivo de obtener una rendición y una paz honrosa se habría alcanzado con una relativa facilidad.

En resumen, es un libro que se lee con agrado (lo más lioso es pasar páginas atrás y adelante para consultar las notas al pie de cada capítulo), bien documentado y bien expuesto. A pesar de que los autores sean sajones...

Un bien merecido ocho, y recomendable para aquellos que quieran aprender un poco más sobre el tema.

Otro acierto en esa selección a ciegas que, cada dos meses, me ofrece la revista del Círculo de Lectores.


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