miércoles, 7 de septiembre de 2016

Elon Musk, el visionario que nos llevará a Marte

El desarrollo de la Humanidad avanza imparable a través de los siglos. Sin embargo, de cuando en cuando, aparecen personajes adelantados a su tiempo que facilitan saltos exponenciales en el progreso tecnológico. Personajes que inventaron el fuego, la rueda, la escritura, la pólvora, la brújula, el astrolabio, el sextante, la imprenta de tipos móviles... Personajes como Newton, Einstein, Turing, Hawking...

Puede que Elon Musk sea considerado en el futuro como uno de esos personajes. 

Podría ser un cyborg, pero es Elon Musk


Aún relativamente joven, es el fundador de Paypal y otras empresas de esas que venden "humo" (aún no entiendo cómo empresas de ese tipo pueden llegar a valer las millonadas que se barajan) antes de fundar Tesla, la empresa que fabrica coches 100% eléctricos cuyas prestaciones no tienen nada que envidiar a coches deportivos tradicionales. Además con un modelo de negocio particular, en el que el vehículo en sí viene a tener una licencia abierta a otros fabricantes, siempre y cuando utilicen baterías de Tesla. Porque, claro, el negocio está en las baterías y no en el coche. 



Bueno, pues este hombre tiene otra empresa que se dedica a la industria aeroespacial: Space X. Esta empresa ha sido la primera que ha conseguido lanzar un cohete impulsor y recuperarlo en una plataforma a tal fin en el océano. ¿Esto qué implica? Una reducción significativa de los costes de poner satélites y tecnología en órbita planetari. Poner al alcance de muchos lo que hasta ahora viene siendo un coto privado.

¿El objetivo? Llevar una tripulación a Marte. O lo que es lo mismo, poner un pie en el umbral de una casa nueva. Las implicaciones de todo esto son fascinantes, aunque evidentemente la exploración extraplanetaria no será eficiente hasta que no se descubran nuevas formas de impulsión que nos liberen de los motores de combustible químico, en cualquiera de sus formas, y que nos acerquen lo más posible a una velocidad asumible de viaje. 



Hace unas pocas semanas parece que se ha descubierto un planeta potencialmente habitable orbitando una de las estrellas del sistema Centauri, a poco más de cuatro años luz de distancia. Pero, aún así, tenemos que admitir que el encanto práctico es prácticamente nulo si el viaje (de ida y vuelta, preferiblemente) tiene que durar décadas o centurias. 

Quizá Elon Musk se convierta en un multiplicador de impulso. Estaría bien. De momento se está haciendo un nombre en los medios de comunicación, cada vez más familiar para la gente de casa. Igual ocurre con sus marcas Tesla o Space X. 

Ojalá estemos ante las bases de un futuro esplendoroso. Como aquel descrito en tantas historias de ciencia ficción de los primeros tiempos.

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