viernes, 13 de julio de 2018

Autores de cabecera

¡Cómo pasa el tiempo! Más que pasar, se escurre como la arena entre los dedos. 

Pero hay cosas que permanecen, como la afición por la lectura, que cultivo desde que aprendí a juntar letras con mis queridos Mortadelo y Filemón, del maestro Francisco Ibáñez. Así que los libros han sido una constante durante toda mi vida. 

Maestro, contigo empezó todo

Los libros, pero no los autores. Con éstos, he tenido diferentes fases... Los que me han marcado tienen un rinconcito guardado en el recuerdo, aunque no haya vuelto a abrir un libro suyo desde hace, probablemente, décadas.

Al principio me centré en Julio Verne, aunque no fueron muchos libros. Recuerdo que el primero que leí fue Cinco semanas en globo. Luego, poco a poco, fueron cayendo El faro del fin del mundo, Aventuras de tres rusos y tres ingleses o El castillo de los Cárpatos. Alejado, pues, de sus obras más famosas, que paradójicamente estoy recuperando ahora, bien entrado en los cuarenta. 



Tuve una época en que me interesé por la ufología. Fernando Jiménez del Oso era un habitual en la televisión y el programa me entusiasmaba. Compré una temporada revistas como Más allá o Año cero, hasta que me di cuenta que eran poco más que panfletos. En cuanto a autores, mi favorito era Juan José Benítez, no solo sus libros "divulgativos", sino también los más "serios". Durante cuatro o cinco años me leí Caballo de Troya cada Semana Santa. Aún hoy me sigue estremeciendo el recuerdo, aunque ahora soy consciente de que era otro panfleto, pero tengo que agradecerle el haber dado una base a mi fe católica, poniendo negro sobre blanco el sufrimiento del "hombre de la sábana", la Sábana Santa de Turín, por supuesto. 



Siempre aficionado a la ciencia ficción, por encima de todos los autores están Isaac Asimov y sus inconfundibles patillas. Literalmente he devorado decenas de sus libros y hace relativamente poco tiempo he releído la trilogía original de la Fundación con es mismo placer con el que la leí más de veinticinco años atrás. Valoro enormemente además su labor divulgativa y, aunque sus libros están ya más que superados por el tiempo y los descubrimientos, se leen con placer y para los chiquillos son una fantástica entrada al mundo de la ciencia. 



Otro que nunca va a faltar es J.R.R. Tolkien y su fantástica tríada: El Hobbit, El Señor de los Anillos y El Silmarillion. El primero es un fantástico cuento para niños y adultos, en el tercero hay historias que merecen ser leídas (la historia de Beren y Lúthien o la de Túrin Turámbar, por ejemplo). El Señor de los Anillos es lo más grande. Lo he leído en castellano y en inglés, tengo una edición del Círculo de Lectores, otra ilustrada de coleccionista, otra de bolsillo en tres tomos y otra en inglés en tapa blanda. Me queda tener una edición y leerlo en alemán. Todo se andará. Luego vinieron las películas y antes estuvo el juego de rol de I.C.E... La Tierra Media es como mi segundo hogar....



... en dura pugna con el Mundodisco. Lo que empezó como una parodia de las novelas de fantasía con El color de la magia, se convirtió en una serie de más de treinta libros en las que el tristemente fallecido Terry Pratchett se atrevía a tocar temas como el racismo, la xenofobia y muchos otros de palpable actualidad, además de crear personajes entrañables que, con los años, superaron sus límites y se convirtieron en iconos de la fantasía. Su prematura desaparición nos ha dejado huérfanos de historias, que hubiera seguido devorando con devoción.



Arturo Pérez - Reverte es académico de la R.A.E. y antes fue corresponsal de guerra. Entre medias se ha convertido en uno de mis autores favoritos. No voy a engañar diciendo que tengo todo lo suyo, hay cosas que no me han gustado (El pintor de batallas o Un día de cólera, por ejemplo), pero el capitán Diego Alatriste y Tenorio merece un lugar destacado al mismo nivel que el gabacho D´Artagnan. 



Por último, y no menos importante, el amigo George R.R. Martin. Me compré los dos primeros libros de Juego de Tronos sin siquiera haber leído una línea, solo una crítica en la revista de rol Dragón, en su edición española. A partir de entonces, me enamoré de este hombre que, entre otras joyitas ha escrito El sueño del Fevre, que recomiendo encarecidamente. 



Diferentes autores, diferentes épocas, diferentes intereses... Otros como Andrej Sapkowski (la saga de Geralt de Rivia) o Philip Kerr y sus historias de Bernie Günther, Robert Jordan (La rueda del tiempo)... también ocupan lugares destacados en mi biblioteca de recuerdos... Una biblioteca que aún tiene espacio suficiente para guardar más...


No hay comentarios:

Publicar un comentario