domingo, 27 de octubre de 2024

Jojo Rabbit

 Tardé demasiado tiempo sin ver Jojo Rabbit, la película de Taika Waititi. Estuvimos a punto de elegirla para celebrar un cumpleaños allá por 2019 (qué lejos parece ya, con una pandemia y un confinamiento en medio), pero al final optamos por otra. Años después la puse un sábado por la noche para verla en familia. El inicio no gustó, sobre todo la escena en la que se encuentran con un grupo de personas ahorcadas en la plaza, y tuve que quitarla y poner otra.

Por lo que sea, quedó pendiente hasta una nueva ocasión, que llegó cuando cogí la covid por segunda vez al inicio del verano pasado. La espinita de no haberla vista en su momento estaba ahí y ya no tenía más excusas, así que la vi durante la convalecencia.

 


El pequeño Jojo es un entusiasta, aunque torpe, miembro de las Juventudes Hitlerianas que tiene fantasías de amistado con Hitler y que sufre un accidente con una granada provocado durante unas convivencias en un campamento de fin de semana.

Su madre (Scarlett Johansson) intenta cuidarle en un ambiente cada vez más opresivo y deprimente a medida que la suerte es esquiva con las armas del Reich, agravado por la ausencia de la figura paterna.

Jojo solo tiene un amigo, Yorki, con el que comparte sus fantasías y resulta ser el único en el que puede confiar (más adelante en la película, me dará un vuelco cuando veo al pequeño Yorki correr con un Panzerfaust durante la defensa de la ciudad). 

 

Madre e hijo

El universo de Jojo saltará por los aires cuando descubra que su madre oculta a una joven judía en un hueco de la pared de su habitación. El niño tendrá que lidiar con el adoctrinamiento recibido durante años, que le ha descrito a los judíos como seres despiadados y sin alma, mientras que su fascinación por la joven crecerá poco a poco.

Juntos tendrán que hacer frente a situaciones extremas como la visita de la Gestapo a su casa y la desaparición de la madre de Jojo, que se convertirá en uno de los momentos más duros de la película en el que resulta inevitable que caiga una lagrimilla. O dos.

El pequeño Roman Griffin Davis encarna a un Jojo adorable con sus rizos rubios y sus grandes ojos azules. Tenía apenas 12 años, pero recuerda poderosamente a Asa Butterfield. La (para mí) desconocida Thomasin McKenzie hace el perfecto contrapunto como la joven Elsa. 

 

Amigos inseparables

Además de la ya comentada y estupenda Scarlett Johansson, el elenco de secundarios está trufado de caras conocidas: Sam Rockwell, Rebel Wilson, Alfie Allen o Stephen Merchant.

La película me encantó. Por debajo de la superficie de su locura, con ese Hitler totalmente desatado en el que se convierte Taika Waititi y el tono de parodia hiriente de los últimos días del régimen nacionalsocialista, navega una dulzura intrínseca de una película absolutamente deliciosa que merece la pena disfrutar aunque sea solo como en mi caso.

No llega a las dos horas, lo que la hace ideal para una tarde cualquiera, y puntúa un dignísimo 7,9 en imdb. Me encanta Taika Waititi en casi todo lo que ha hecho, pero Jojo Rabbit es, sin duda, de lo mejorcito.




No hay comentarios:

Publicar un comentario