Final de la serie de Geralt de Rivia, La Dama del Lago es un brillante colofón, con la calidad acostumbrada por Andrezj Sapkowski, así como con la calidad acostumbrada en la traducción.
Como en el resto de la serie, la historia absorbe desde el principio. El carisma de Geralt es si cabe más importante en este título que en los últimos. Su presencia, más determinante, más cercana. Ciri culmina su crecimiento en la serie, pasando por momentos de fragilidad y por otros de dureza mental que dan miedo.
Los secundarios mantienen esa imagen coral que ayuda a dar vida a la historia, a cual más entrañable: Jaskier, Milva, Angoulême, Cahir aep Ceadrach, Regis.... Bonhart. Este es un mal bicho al que acabas odiando (aunque me costó recordar, pues hace dos años que leí el volumen anterior y se pierde bastante el hilo) y del que te alegras que le pase lo que le pasa.
Y además he leído la que probablemente es la mejor descripción de una batalla que haya visto nunca... sin describir realmente la batalla. Sapkowski toma como protagonistas del capítulo (50 págs) al cirujano y los ayudantes que están a cargo de un hospital de campaña. Y podéis creerme que no hace falta épica para transmitir sentimientos y que la historia tiene la misma fuerza que si describiera heroicas cargas de caballería y/o infantería.
Otra curiosidad: no sé si será por la base mítica de Europa oriental, pero no deja de sorprenderme la visión de los elfos. Sabemos que son orgullosos, sabemos que miran a las otras razas por encima del hombro (incluso en el cánon de Tolkien sucede), pero Sapkowski les da un matiz cruel e incluso racista. Y resulta que no queda mal, sino que es todo un soplo de aire fresco.
La Dama del Lago me ha producido una profunda sensación de melancolía. No solo la que se desprende de la misma historia, sino el darme cuenta de que terminaba la serie que llevo siguiendo durante al menos diez años. Es como si un amigo de toda la vida se mudara a una ciudad a la que tú sabes que no podrás seguirle y que el contacto se resentirá. Da pena. Durante casi 500 páginas.
Y ahora lo malo: me tocó soberanamente las narices que La Dama del Lago se publicara en 2 tomos. Hubo una carta del excelente traductor Faraldo diciendo que estaba completamente bloqueado y que necesitaba tiempo, por lo que al parecer la editorial decidió publicarlo así. Un volumen de 247 páginas y otro de 246 páginas, para un total de unos 36 euros, cuando por 22 o 23 se podría haber conseguido. Un negocio, vamos. No quiero pensar mal, pero algo que es blanco y lo venden en botellas, suele ser leche.
Quitando estos temas externos, La Dama del Lago es muy recomendable. Un sobresaliente, sin duda.
¿Cómo habría tratado Dan Brown a los elfos? Tiemblo de pensarlo.
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