Retomo la actividad después de un par de semanas para olvidar en cuanto a viajes y trabajo, que me ha tenido absorbido y con pocas ganas de actualizar durante el poco descanso que he tenido.
No he estado ocioso, no obstante. En este arranque de año 2013 he estado leyendo algo nuevo: la trilogía original Berlin Noir, del autor escocés Phillip Kerr. Se trata de novela policíaca al más puro sabor americano, pero ambientada en el Berlín de los años 30 y 40 del siglo pasado. Se compone, por orden de publicación, y cronológico, de los títulos Violetas de marzo, Pálido criminal y Réquiem alemán.Y tiene como protagonista al detective privado Bernhard "Bernie" Gunther.
Violetas de marzo está ambientada durante los JJOO de Berlín, en 1936. Gunther recibe un encargo de un cliente que se irá complicando poco a poco, con una trama en la que las luchas de poder en el régimen nacionalsocialista tendrán más importancia de lo que al inicio se supone. Como curiosidad, el título viene del nombre que los miembros del partido daban a los afiliados tardíos, cuando ya era evidente de hacia qué lado soplaba el viento.
La trama se va enredando cada vez más, entrando en juego factores que sorprenden al lector. La figura de Reynhard Heydrich tendrá una importancia capital. En cuanto al desarrollo, la cosa se soluciona algo precipitadamente y se necesita de un deux ex machina bastante inverosímil para llegar a buen puerto. No obstante, el libro es bastante notable.
Pálido criminal supone la vuelta de Gunther a la Kripo (Kriminal Polizei) para investigar una serie de asesinatos de chicas arias que parecen responder a un ritual judío, durante el año de 1938. La presencia de Heydrich resulta aún más importante que en el primer volumen. En este caso, la historia está mejor desarrollada aunque peca también de inverosímil en algunas fases de la misma. Es lo que pasa cuando se desea meter personajes históricos en una trama de estas características. A pesar de ello, el resultado es francamente satisfactorio.
Quizá resulta Réquiem alemán el mejor de los tres volúmenes. Un Bernie Gunther desencantado de la vida tras haber pasado unos cuantos años en el frente oriental y luego en un campo de prisioneros, que ha retomado su actividad como detective privado, viaja a Viena para ayudar a un antiguo compañero que está acusado del asesinato de un oficial americano. Ambientado en 1947, muestra la relación entre vencedores y vencidos, así como las continuas luchas de poder entre los propios Aliados durante la ocupación del país. Todo se mezcla con un plan de escape de la cúpula nacionalsocialista y el deseo de los Aliados de reciclar para su provecho a algunos tipos de dudosa moral.
El conjunto de la trilogía es francamente bueno. A las típicas historias de detectives, con sexo y violencia en dosis adecudadas, se añade un más que interesante marco histórico que está recreado con credibilidad (si exceptuamos lo que ya he comentado respecto a ciertos afanes de trascender a niveles superiores).
Bernhard Gunther es el compañero perfecto para realizar el viaje: cínico y escéptico, pero con una rígida moral y, en la medida de sus posibilidades, combativo contra el régimen. Pero es solo un hombre que se ve arrastrado por la marea que fue el nacionalsocialismo en Alemania durante doce años.
Phillip Kerr alargó, después de varios años con otras cosas, esta trilogía original con otros tres o cuatro títulos. Aún no los he leído, así que está por ver si estamos ante un nuevo Mundo Anillo (ya habéis visto lo que pasó con Larry Niven) o si se mantiene a niveles interesantes (como el Cadfael de Ellis Peters, por poner un ejemplo).
El primer y el segundo volumen merecen un siete, claramente. El tercer volumen es francamente el mejor de los tres, así que le vamos a poner un ocho. El conjunto, recomendable, puede merecer un siete.
No hay comentarios:
Publicar un comentario