lunes, 9 de septiembre de 2019

Cita con Rama

Arthur C. Clarke es uno de los autores clásicos de la ciencia ficción. Y dentro de su producción, Cita con Rama es una de sus obras clásicas, publicada en 1972.

Resulta ser una historia de contacto con civilización extraterrestre escrita desde un punto de vista hard, ayudada por la tremenda formación científica del señor Clarke. 

La historia comienza con la detección de un objeto en trayectoria de aproximación al Sol que llevará a una cercanía a la Tierra bastante sugerente. Pero poco después se descubre que el objeto es manifiestamente artificial: un cilindro metálico de grandes dimensiones que vaga por el espacio. 



Así que se decide enviar una nave exploratoria para determinar la verdadera naturaleza e intenciones de quien quiera que fuese que haya enviado la sonda. 

Aquí es donde encuentro bastantes similitudes con Mundo Anillo, de Larry Niven. No respecto a la historia en sí (secundaria en caso de Clarke, prácticamente inexistente en el caso de Niven), sino a la forma de describir los artefactos, un anillo y un cilindro. En ambos casos, las descripciones son brillantes, muy brillantes. 

Como hemos dicho, Rama es un cilindro de gran tamaño, liso por su parte exterior pero lleno de protuberancias y depresiones en su parte interior, girando sobre su eje longitudinal para conseguir una gravedad artificial. Su tamaño es tan grande que permite tener diversidad de climas en su interior, bruma, lluvia, etc. Rama es un objeto artificial dificilmente imaginable en

Aparentemente dormido, los sistemas del Rama se activan, en todo o en parte, cuando detectan actividad en su interior. En algunos momentos, la vida de los exploradores corre peligro, por la diferencia de escala entre ellos y lo que son los ramanos. 

Rama. Vista interior


El libro se reduce a la exploración del cilindro. Los factores de tensión de la historia son el poco tiempo disponible para que el equipo pase en la sonda, puesto que la trayectoria de Rama se acerca al Sol para aprovechar el tirón gravitatorio, y la incertidumbre respecto a la naturaleza e intenciones de los ramanos. 

Estos últimos brillan por su ausencia. Los exploradores no se encuentran con ningún ser vivo, pero sí con cierto número de máquinas autorreplicantes que mantienen en funcionamiento el ecosistema. Esto encaja con la teoría de las máquinas de Von Neumann como pasajeros de naves de exploración espacial: máquinas que pueden replicarse a sí mismas y fabricar otras máquinas una vez llegado a destino y preparar la llegada de los colonos biológicos. 

El autor

Cita con Rama es una novela que se lee con agrado y que brilla sobre todo en la descripción del cilindro. Su punto débil es la historia. Vamos, más o menos al revés de lo que pasa en una ópera espacial de esas que hacen pasar muy buenos ratos. Decidir entre un estilo u otro ya es cosa de gustos personales. Yo encuentro tan apreciable uno como otro, aunque también es verdad que si la historia no funciona, el conjunto se puede derrumbar por muy brillante o novedosa que sea la descripción.

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