He terminado en los últimos días el quinto libro de la Pentalogía del Clérigo, que viene a confirmar los defectos de los que hablaba hace poco en lo que a franquicias se trata.
Escrita por R.A.Salvatore, basada en los Reinos Olvidados y editada por TIMUN MAS, escribe la historia de Cadderly, Danica, los hermanos Rebolludo y otros PJs (perdón, quise decir personajes) en su lucha contra La Tríada, una organización maligna dirigida por el mago malvado Aballister Bonaduce.
Nada se salva de las casi 1.500 páginas de historia, desde el trillado argumento a los personajes planos que apenas se desarrollan. Parece que estemos en una partida de D&D, con unos personajes hiperpoderosos que hacen frente a hordas de enemigos saliendo siempre victoriosos y apenas heridos. Y si, por alguna razón que se me escapa, el daño es excesivo, qué mejor que contar con un clérigo con capacidades para ejecutar elevados conjuros de curación o resucitación. Qué decir de los momentos "cómicos", protagonizados invariablemente por los Rebolludo. Un poco infantil, en el peor sentido posible. O los malutos, que son presentados como el desafío definitivo, generalmente mediante una escena que no tiene otro objetivo que hacernos ver lo peligrosos que son (es el caso del asesino del 3er libro) del que no se sabe cómo nuestro héroe podrá hacer frente, para caer después tras un giro argumental o recurso deus ex machina que suena a tirada oculta tras la pantalla del máster.
Como en muchos otros casos, la traducción no ayuda a mejorar el conjunto, sino que viene a confirmar la opinión del lector. La única duda que queda es conocer cómo era el original, porque tenemos dos alternativas: bien el traductor es así de malo o bien la historia es tan cutre ya desde origen. No sé por qué me inclino por lo segundo, aunque la sensación de que la traducción se "perpetra" la tengo en un gran número de libros de la editorial desde aquella Trilogía de Avatar, de infame recuerdo, que aún tengo grabada a fuego en mi memoria y que a veces puebla mis pesadillas (ejemplo de cómo una idea interesante puede ser hecha añicos sin ningún remordimiento).
Llegamos al autor, R.A. Salvatore. No concibo cómo en mi juventud pudo ser uno de mis autores favoritos, pero cuanto mayor me hago, peor concepto tengo y la consecuente vergüenza crece por momentos. Es cierto que ha creado un icono de las franquicias basadas en JdR como Drizzt Do´Urden, pero no es menos cierto que tiene un desarrollo de los personajes nulo, abusa de párrafos pseudofilosóficos que nada aportan y, sobre todo, describe los combates con un "realismo" un poco gore. Entrecomillo realismo, porque las acciones que los personajes ejecutan en estas situaciones son, siendo generosos, imposibles de realizar. No me vale el argumento de que son héroes y están entrenados hasta lo imposible, ¡hay un límite a la flexibilidad humana, por dios!
Quizá sea también ese tufillo a novela "por encargo" o que, en realidad, estos autores no son más que escritores aficionados que unen el rol a la literatura. Otros ejemplos podrían ser Douglas Niles, Richard Knaak, Ed Greenwood o, sí, Margaret Weis y Tracy Hickman.
Si no fuera porque un amigo me dejó la serie, estoy seguro que no la hubiera terminado.
En cuanto a la puntuación, un 2 o un 3. Por debajo sólo encuentro a Dan Brown.
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