Los viajes estelares son uno de los pilares de la ciencia ficción y el modo de acometerlos, tanto en la literatura como en el cine, ha sido diferente.
Por una parte tenemos los viajes por el hiperespacio, un concepto bastante difuso en el que la nave y todo lo que contiene "pasa" a otro nivel, desaparece del espacio actual y se planta, más o menos de forma instantánea, en el punto deseado de destino. El viaje por el hiperespacio tiene más bien pocas limitaciones, siendo quizá la más conocida el no poder saltar al hiperespacio cerca de una gran masa. Es la idea mayoritaria en los títulos en los que se habla de una civilización a escala galáctica.
Otra de las aproximaciones de los viajes estelares es el de las naves semilla. Naves estelares de gran tamaño que viajan a velocidades no relativistas repletas de centenas, miles o decenas de miles de tripulantes, generalmente en animación suspendida mientras el ordenador de a bordo traza y mantiene la ruta a un destino que se alcanzará en decenas o miles de años. Esta es la idea mayoritaria cuando lo que se trata es de salvar al último grupo de seres humanos antes del colapso del planeta, y no funciona en una civilización a escala galáctica.
Pandorum trata del segundo de estos conceptos.
Dos miembros de la tripulación de la nave Elysium despiertan del hipersueño, antes de tiempo, totalmente desorientados y encerrados en una sala de control. De la tripulación a la que debían relevar no se sabe nada. Aislados como están, tratan de salir al exterior para tomar contacto con el puente, donde se supone que deberían estar sus compañeros, pero lo que se encuentran está lejos de ser lo que esperaban.
Tribus de humanoides caníbales, que han evolucionado en los largos años de travesía a partir de los pasajeros originales y que hoy solamente buscan en conseguir su sustento y dormir apiñados al calor del reactor nuclear. Antiguos tripulantes que han escapado de esa pesadilla y viven aislados, sin esperanza. Traiciones inesperadas.Todo un cóctel de aventuras y terror.
De izquierda a derecha: Payton, Nadia y Bower |
Mientras intentan reconducir la situación y retomar la misión original, el teniente Payton y el cabo Bower temen contraer el virus pandorum. Temblores, escalofríos o desorientación son los síntomas iniciales de una infección que degenerará con rapidez en paranoia y locura. Lo más terrible de todo es que pandorum no tiene cura, así que si se contagian estarán condenados.
Pandorum es una película entretenida, de algo menos de dos horas de duración y que se estrenó en España en 2009 (una vez más comento películas de la más rabiosa actualidad), que funciona bastante bien hasta llegar al final, que deja un poco descolocado y que es lo suficientemente abierto para poder desarrollar una segunda parte a partir de ahí.
Lo mejor es, sin duda, la primera media hora o así de la película en la que parece que nos vamos a enfrentar a un thriller psicológico. A partir de ahí deriva en algo parecido a una película de vampiros o zombies y para mí pierde algo de interés. No obstante, el conjunto se ve con agrado.
Además sale Antje Traue.
Ella |
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