sábado, 10 de abril de 2021

Kong: Isla Calavera

Parece que las ideas van escaseando cada vez más en Hollywood. Eso, o que sufrimos modas que de vez en cuando aumentan que cierto tipo de películas se vean en las carteleras. 

El remake de King Kong que hizo Peter Jackson fue brillante, con un gusto pulp que quedaba muy bien en el ambiente de los años treinta del siglo pasado. Creo que ha sido la mejor versión, incluyendo el original a pesar del respeto que merece haber hecho algo así hace casi cien años. 

Allá por 2017 alguien debió pensar que era guay hacer a Kong todavía más grande en lo físico y plantarlo en un entorno misterioso, la Isla Calavera. En un alarde de imaginación sin preceentes, tituló la cinta Kong: Isla Calavera. 

 

Parece Apocalipse now, pero now
 

La película empieza con un aviador estadounidense en el Pacífico, en plena Segunda Guerra Mundial, que sufre un accidente y alcanza la isla, que ha permanecido sin hollar por el hombre, protegida por una tormenta permanente que la rodea por completo e impide que nadie se acerque o que, sin por fortuna lo hace, no pueda volver a salir. 

Unos años después, durante la Guerra de Vietnam, un grupo de soldados y especialistas se traslada a la isla para invertigar el fenómeno. Allí se encuentran con lo inesperado... 

Tras pasar la tormenta se encuentran con la isla, y dentro de ella con el propio Kong, que en el primer enfrentamiento causa diversas bajas y que el equipo se reparta por la isla y busquen de forma independiente llegar al punto de encuentro antes de que sea demasiado tarde. 

Sí es grande, sí...
 

Es entonces cuando la propia isla se erige en coprotagonista: un ecosistema virgen, con peligros inesperados que van minando al equipo. Eso y las ansias de revancha de Preston Packard (Samuel L. Jackson), que busca acabar con Kong. 

Pero, amigos, éste no es lo que parece. No estamos ante una criatura asesina, sino ante el último de una estirpe de grandes antropoides que ha defendido el paraíso de la isla de unas criaturas ancestrales que no distinguen entre carne o pescado a la hora de comer. Con ellos tendrá Kong el enfrentamiento climático que suelen ocurrir en estas películas... 

Directo a la mandíbula
 

Poco más hay que añadir. Un reparto caro, con el ubicuo Samuel L. Jackson (de algo hay que comer, diria yo), Tom Hiddleston, Brie Larson (con la misma cara de palo que en Capitana Marvel), John Goodman y John C. Reilly. Reparto de bambalinas, pero con aspecto de querer cobrar el cheque y luego ya veremos. No sé, poco se puede sacar de ellos en una película de estas características y ellos saben que esos papeles no les van a dar el Oscar, pero les ayudarán a comer caliente todos los días.

 

Creo que por aquí se llega al catering
 

Una cinta incapaz de transmitir como la original o la de Peter Jackson, a pesar de todo es una película entretenida con una duración ajustada de dos horas menos dos minutos que, para los tiempos  que corren está bastante bien. Por lo menos han tenido compasión con el espectador. 

Para tardes de colacao y mantita, hoy tiene un 6,6 en imdb. Ajustado, parece.

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