domingo, 11 de septiembre de 2022

Free Guy

¿Qué hacen en su tiempo libre los PNJs de un juego multijugador? 

¿Son conscientes de sí mismos, de lo que son? ¿Tienen aficiones? ¿Qué les motiva a seguir con sus vidas grises? 

Y, sobre todo, ¿qué pasaría si un PNJ, de repente, se diera cuenta de todo esto? ¿Cómo se lo tomaría? 

Free Guy cuenta todo esto. Una película llena de colorido, visualmente bastante parecida a un videojuego multijugador de esos que están tan de moda. A lo largo de la película, es inevitable pensar en juegos como Grand Theft Auto, básicamente porque el afán de los jugadores es sembrar el caos, robar, matar PNJs y acumular botín. 

 


 

Bueno, pues en ese juego, nuestro amigo Guy se sale de los parámetros normales de un PNJ. Por azar, consigue una de las gafas de PJ y, cuando se las pone, un nuevo mundo se abre literalmente ante sus ojos. Además se enamora a primera vista de una chica misteriosa con la que apenas se ha cruzado por la calle.

Comienza entonces una doble carrera: la de dominar las nuevas habilidades en el juego y la de encontrar a la chica. 

Pronto sobresale en la primera. Tanto que se convierte en uno de los personajes principales del juego, para el delirio de los aficionados en el mundo real. Además, consigue también tener éxito en la segunda, encontrando finalmente a la chica. 

 


 

Comienza entonces la segunda historia dentro de la historia, porque la chica no es otra que el avatar en el juego de una programadora del mundo real que está buscando pistas de fraude. El programador principal del juego, Antwan (Taika Waititi), tomó "prestado" un programa desarrollado por ella y por un amigo. 

Éste parece haber pasado página y además trabaja para Antwan, pero ella parece estar poco dispuesta a ello y sospecha que ha guardado las pruebas entre las líneas de código de su magna creción. 

Evidentemente, la cosa se complica. Guy y la chica se enamoran, a pesar de los condicionantes insalvables que hacen de esta relación algo difícil de llevar a cabo. Antwan enloquece a medida que se le complica la existencia y decide morir matando, como se suele decir... 


 

Son algo menos de dos horas de Ryan Reynolds en estado puro. Es increíble lo que este tío ha logrado desde que se ha puesto las mallas de Deadpool, y la película gira continuamente a su alrededor, se beneficia de su comicidad y de su carisma y se convierte en una cinta apta para toda la familia que disfrutan los pequeños, pero que también entretiene a los mayores. 

La chica misteriosa es Jodie Comer, a quien hemos visto en El último duelo y que parece que se va a hacer muy famosa al ser la elegida para encarnar a Susan Storm en la nueva versión de los 4F. Y Taika Waititi da muestras sobradas de que está grillado en su representación desatada de Antwan.

En imdb está cotizando a 7,1. No está mal, quizá un poco por encima de lo que yo le daría, a pesar de que pasé un buen rato viéndola en familia. 

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