Si hace unos días comentaba que Dune tiene innumerables adaptaciones, Batman no se queda atrás, siendo ya un buen puñado de actores los que se han puesto el traje del murciélago de Gotham.
The Batman es una película bastante curiosa en todos los sentidos, empezando por la elección del protagonista. No se me hubiera ocurrido en la vida que Robert Pattinson pudiera ser el justiciero de la Distinguida Competencia. Prejuicios, supongo, de haberle visto en la infame serie de Crepúsculo a pesar de que el muchacho lleva unos cuantos años trabajando para distanciarse de aquello y participando en películas de diverso pelaje, con solvencia y versatilidad. Incluso da una solución bastante apañada a la presencia del personaje, la percha, con la inestimable colaboración del diseño de la armadura.
Luego está la estética, diferente de lo que hemos visto hasta ahora. Lejos del colorido de las peliculas de los ochenta y noventa. Lejos del aura científico tecnológica de la trilogía de Nolan. Lejos incluso del personaje más crepuscular construido por el no menos sorprendente Ben Affleck.
The Batman es bastante más sucia. La película nos lleva a visitar los lugares más sórdidos de la ciudad, que vuelve a tener una presencia esencial en la ambientación, como lo fue en anteriores adaptaciones, dándole un añadido de ambientación. En este sentido, The Batman se parece en cierto modo a la serie Gotham.
No hay película del murciélago que no tenga una adecuada selección de antagonistas. En este caso, El Pingüino (irreconocible Colin Farrel) y el mafioso Carmine Falcone (John Turturro, siempre solvente). Pero ambos son eclipsados por Catwoman y la relación de amor y odio con Batman. Otro personaje que se reinicia, encargado por Zoe Kravitz, y a la que se construye una tapadera algo distinta a lo que estamos acostumbrados.
Un peinado cuestionable, señor Wayne |
Y finalmente Alfred. Esa especie de padre adoptivo, niñera y enfermera que cuida el cuerpo y la mente maltratados de Bruce Wayne. Andy Serkis le presta su interpretación, siempre interesante y particular.
Sin embargo, aunque en apariencia The Batman debería ser una película que no está nada mal, no he sido capaz de conectar con ella. Me ha parecido demasiado larga y en tramos me he aburrido. No hay conexión con los personajes, ni siquiera con Batman. Hay fases en las que no he dejado de mirar el reloj y parecía que la aguja no se movía. Es que son casi tres horas de película y a mí me sobran fácilmente media hora o cuarenta minutos.
Pero, cosa curiosa, cotiza en imdb con un más que respetable 7,8. No solo eso, hay no pocas voces que dicen que estamos ante la película del murciélago de más calidad, de siempre. Está claro que aquí mis opciones difieren bastante de la mayoría.
Una pena que el caos de DC parece que se ha llevado por delante este reinicio y los asociados, con la película de Catwoman en solitario que se decía que ya estaba rodada. Cómo sería, dirán unos, para que el estudio prefiera echarla al cajón de la basura antes que estrenarla. Supongo que minimizarán pérdidas, ahorrándose el dineral de la distribuición y la promoción.
Pues eso, una aproximación diferente y curiosa, pero que no me acaba de convencer.
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