Hoy me encuentro un poco apocalíptico.
El modelo económico actual está basado en el consumo del petróleo. Periódicamente salen en las noticias diferentes estimaciones sobre las reservas que aún quedan en el planeta, actualizándose prácticamente de continuo al descubrirse nuevos recursos.
Pocos son los que saben que estas previsiones no son realistas y que el tiempo es mucho más corto de lo que se supone. Las noticias al respecto mantienen un error básico de concepto: la rentabilidad de un pozo de petróleo o, por extensión, de las reservas de petróleo del planeta no debe medirse en términos económicos sino energéticos. Veamos:
Al iniciarse la explotación de un pozo el rendimiento crece rápidamente al ser fácil la extracción. A medida que el pozo se va vaciando debe invertirse más dinero y más energía en el trabajo. En este caso, el dinero es un recurso infinito: si cuesta más extraer petróleo, lo venderemos también más caro, por lo que normalmente siempre habrá un beneficio económico; dicho de otro modo, si hace falta petróleo, invertiremos más dinero para continuar la extracción y, como es esencial para la sociedad, los precios finales aumentarán manteniendo la rentabilidad.
Este razonamiento no es correcto si hablamos en términos energéticos. Si tomamos como unidad energética el barril de petróleo (la energía que se obtendría al quemar un barril de petróleo, más bien), para que un pozo sea rentable energéticamente, la energía consumida en la extracción de un barril de petróleo debe ser inferior a la que este barril contiene. ¿Qué pasa en caso contrario? Que invertimos una mayor cantidad de energía que la que obtenemos, lo cual es un despropósito se mire por donde se mire. El pozo pierde rentabilidad y debe abandonarse. Da igual que un hipotético inversor sin límite de capital ponga enormes sumas de dinero encima de la mesa, el pozo sigue sin ser rentable.
El llamado pico de petróleo (punto a partir del cual la producción decrece dramáticamente hasta que el pozo se abandona) es difícil de estimar, pero está mucho más cercano de lo que se cree. Si quedan reservas teóricas suficientes para 70 u 80 años, algunos autores estiman que el pico de petróleo, si no ha sucedido ya, puede encontrarse en un horizonte de menos de 10 años.
Cuesta imaginarse la vida sin petróleo, pero esta situacion llevaría en poco tiempo al colapso de la sociedad tal y como la conocemos. El ser humano consume ingentes cantidades de combustible en fábricas, transporte de mercancías y personas, etc. Pero el petróleo es el componente básico de los plásticos, un material esencial en nuestras vidas. ¿Qué puede ocurrir si el ritmo de extracción decrece según algunos modelos predicen? Pues que, literalmente, nos cogerá con el culo al aire y con los deberes sin hacer. No nos engañemos, las energías renovables no están en condiciones de asumir en poco tiempo el volumen energético producido por el petróleo y mientras esto sea así y mantengamos las restricciones sobre la energía nuclear, estamos bien jodidos.
Además de los conflictos que en el futuro se pueden producir por el control del agua potable, los conflictos por el petróleo serán igualmente brutales. Enfrentarán a productores con no productores y a grandes consumidores con países en desarrollo. Algunos se creerán con más derecho que otros a mantener su derroche y otros clamarán por su derecho a derrochar. Las mercancías no llegarán a destino; las personas no podrán viajar con rapidez y comodidad; se reanudará la explotación de carbón, de gas natural; recuperaremos medios tradicionales de producción... Retrocederemos al menos cien años y los países más industrializados serán los más afectados. El Infierno sobre la Tierra.
No obstante, hay algún resquicio para la esperanza, aunque no sé cómo de grande es. Y es que el razonamiento anterior también tiene un defecto de forma. Estamos asumiendo que el coste energético de la explotación crece continuamente y no tenemos en cuenta que se descubran métodos de extracción más eficientes que mantengan el ratio energía producida / energía consumida superior a la unidad.
Veremos.
¿Y qué opina Dan Brown sobre este asunto?
ResponderEliminarPequeño Saltamontes, el bueno de Dan Brown no creo que tenga ni repajolera idea de lo que es el pico del petróleo. Pero me consta que, con esa infatigable sed de curiosidad que le caracteriza, buceando en las más recónditas fuentes del conocimiento, teclearía en Google y leería dos o tres páginas web de dudosa credibilidad y nos lo vendería como "trabajo de documentación"
ResponderEliminarP.D.: me alegro de verte por aquí.