Últimamente las posibilidades de selección de títulos en Círculo de Lectores son bastante reducidas, teniendo en cuenta mis gustos. Por eso no tengo más remedio que experimentar y probar cosas nuevas. Ya me pasó con La estrategia del agua, de Lorenzo Silva, de la que hablé aquí y que no me pareció mal.
En esta ocasión me ha dado por probar algo de la afamada novela negra sueca. Parece ser que allí arrasa, que los autores salen como setas y que aquí se ha desbordado tras la aparición de Stieg Larsson y su trilogía Millenium que, por cierto, aún no he leído y no sé si lo haré. Sí, lo admito: tengo prejuicios sobre su calidad y pienso que una acertada labor de mercadotecnia unido a su desgraciada muerte, han hecho un fenómeno social de algo que pudiera no merecerlo en otras circunstancias.
Probablemente el gran público pueda conocer a Henning Mankell, al que sí tengo ganas de leer. Pues bien, teniéndolo como referencia, elegí Sangre derramada, de la escritora sueca Asa Larsson. No tenía ninguna referencia de ella aparte del nombre e incluso pensaba que era un hombre.
No tengo claro si repitiré la experiencia. El libro se lee muy bien lo que puede ser indicativo tanto de su calidad e interés como de que su prosa es fluida pero sin más pretensiones. Creo que en este caso lo segundo pesa más que lo primero...
Retrata bien la sociedad en la pequeña comunidad norteña en la que sucede la historia, pero no me acaban de convencer las historias en las que estas pequeñas comunidades cerradas, casi endogámicas, encierran en su interior una podredumbre que resulta al final poco creíble. Demasiados canallas y pocos habitantes... Es como si todos los indeseables tuvieran una casita en un bucólico pueblo cerca del Circulo Polar Ártico, como una especie de campamento de vacaciones para desequilibrados peligrosos.
La autora parece tener una cierta fijación con los pastores de la iglesia sueca. En su primera novela asesinan a uno de ellos; en ésta, la víctima es una pastora sobre la que se va hilvanando la historia de la comunidad. Aparte de eso, tampoco me acaban de convencer los autores que se basan en su propia vida para crear los trasfondos de personajes que, al final, resultan ser un alter ego de ellos mismos. Es como si no tuvieran imaginación suficiente para ponerse en el lugar de otras personas...
Si hablamos del misterio, el asesinato de la pastora, la verdad que no vi venir la resolución. Pero el final es muy precipitado, resuelto en apenas 20 páginas tras cerca de 400 de "introducción". Tal es así que dudo si lo que he leído es una novela negra o una crónica social.
La sensación final es un poco decepcionante. Lo dicho, son unas 450 páginas en las que parece que pasan muchas cosas y al final el reloj casi no se ha movido.
La nota final es un suspenso. Alto, porque se lee con gusto aunque el poso que queda es nulo. Un cuatro.
Dicen las malas lenguas que el nombre real de Dan Brown es Dan Larsson. Eso explicaría unas cuantas cosas.
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