Hace poco que se ha terminado el año y es momento de echar la vista atrás y ver cómo se ha dado en el tema de lecturas varias.
Descartando las revistas y tebeos, han caído 34 libros que suman algo más de 11.100 páginas en total. Como de costumbre, ha habido un poco de todo:
- He finalizado la serie de La Rueda del Tiempo, bastante decepcionante después de 17 tomos (sólo uno durante 2010). Se me hizo bastante pesadita y la he terminado más por orgullo que por otra cosa.
- Nocturna, de Guillermo del Toro y un tal Chuck Hogan, de las peores novelas que he leído nunca (Dan Brown aparte).
- La Pentalogía del Clérigo, de R.A.Salvatore, franquicia de Reinos Olvidados basada en mi adorado Dungeons&Dragons. Aquí me di cuenta de que se me había pasado el arroz para estas historias lineales, de personajes planos y trama pretendidamente fantástica.
- De Isaac Asimov han caído unos cuantos: ensayos de variado interés y El hijo del tiempo, novelización de su relato El niño feo que quedó bastante bien.
- Me adentré en la novela policíaca, tanto nacional (La estrategia del agua, de Lorenzo Silva) como nórdica (Sangre derramada, de Asa Larsson) con desigual fortuna. La primera me gustó mucho más que la segunda.
- Alguna incursión esporádica en la ciencia ficción. Rodolfo Martínez (La sonrisa del gato; Tierra de nadie: Jormungand) me parece demasiado enrevesado. Clones, de Michael M. Smith, me agradó bastante.
- Hubo también tiempo para la divulgación histórica: Historia del mundo sin los trozos aburridos, de Fernando Garcés, poco más que una retahíla de anécdotas; Las grandes batallas de la historia, del Canal Historia, fallido y superficial, aprovechándose del prestigio del canal televisivo; El día D, de Antony Beevor, que me defraudó bastante por lo pesado y lo que esperaba del autor.
- De Robert E. Howard, creador de Conan, me quedo con Las aventuras de Solomon Kane por encima de Almuric o Agnes la negra.
Entre los aciertos:
- La trilogía costumbrista de Los gozos y las sombras, un verdadero gozo para la lectura y cuya adaptación a televisión he visto que ha empezado a emitirse de nuevo recientemente.
- El sueño del Fevre, de George R.R.Martin, muy por encima de Los viajes de Tuf. Entre tanto vampiro ñoño sobrehormonado, aparece y sobresale el antiguo libro de Martin.
- La caza del Octubre Rojo, de Tom Clancy, aunque mucho me temo que estoy influenciado por la adaptación al cine, que me encantó. El zorro de Vilna tendrá siempre la cara de Sean Connery.
- El asombroso Mauricio y sus roedores sabios. Terry Prattchett siempre cumple, aunque no sea lo mejor suyo.
Y el gran descubrimiento de este 2010 es sin duda alguna El nombre del viento, de Patrick Rothfuss. O cómo una elección más o menos aleatoria en el catálogo de Círculo de lectores se convierte en un acierto total. Una novela que engancha durante sus más de ochocientas páginas y que promete deleite sin fin en sus continuaciones. ¡Grande!
Dejaré para más adelante Ángeles y demonios o El símbolo perdido, de Dan Brown. Sé que me costará mantenerme firme y no caer en la tentación, pero prefiero ir preparándome para lo que se avecina.
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