domingo, 20 de diciembre de 2015

Firefly

Tenía ganas de ver la que algunos (bastantes) consideran la mejor serie de ciencia ficción que jamás haya existido. Una definición un tanto categórica si tenemos en cuenta que ni siquiera llegó a completar una temporada completa...

Firefly se emitió allá por inicios del siglo XXI y se mantuvo un total de catorce capítulos antes de ser cancelada, a pesar de las protestas de un público fiel que se mantiene hasta hoy. Un par de años después su creador, Joss Whedon, realizó una película para tratar de cerrar la historia (Serenity)

Se ha dicho muchas veces que Firefly narra las aventuras de Han Solo. O sea, que el capitán Malcolm Reynolds es una versión más o menos próxima al cazarrecompensas de gatillo fácil. Sí que hay ciertas similitudes (ambos se ganan la vida trapicheando por la galaxia al mando de una chatarra espacial y comparten un punto de cinismo que ayuda a darles ese carisma necesario en un héroe de ficción), aunque también hay diferencias (empezando por el pasado militar de Reynolds). 

Nathan Fillion es un crack

Catorce episodios no dan para mucho, la verdad. Así que el Universo Firefly se muestra a pinceladas, dejando muchas cosas a la imaginación. En realidad deberíamos decir el Sistema Firefly, pues toda la acción parece que se desarrolla en un sistema solar en el que los planetas interiores forman parte de una autoridad centralizada y hasta cierto punto despótica que intenta dominar a los planetas y lunas exteriores. En resumen, un espacio más reducido de lo habitual, pero que resulta suficiente para las tramas y las historias que se entrecruzan.

Es en estas lunas en las que transcurre la acción, en una sociedad del futuro en el que se mezclan elementos de las culturas occidentales y orientales (por ejemplo el idioma) y con ciertas reminiscencias a las películas del oeste. No sé si por falta de presupuesto (las balas de toda la vida son más baratas que los costosos efectos de luz láser) o por decisión propia, pero hay una mezcla de ci-fi y retro que hace a Firefly una serie bastante curiosa.

En cuanto a los personajes, todos y cada uno de ellos tienen su atractivo. Desde el capitán Reynolds (el Nathan Fillion de Castle) y su lugarteniente Zoe Washburne (Gina Torres), pasando por el piloto Wash, la mecánico Kaylee, el pastor Book, la prostituta (acompañante, diríamos mejor) Inara o el mercenario Jayne, hasta los hermanos Simon y River Tam. Todos tienen un trasfondo atractivo, lamentablemente cortado por el escaso número de episodios. La historia de los hermanos Tam es quizá la que más prometía y por eso en la película se llevaron un poco más de protagonismo, pero sin duda los personajes son uno de los puntos fuertes de la serie. 


El reparto, de "calle"

En cuanto a las tramas, entretenidas y divertidas para hacer que cada episodio de 45 o 50 minutos no resulte pesado. Algunas de ellas son de bastante mérito y en todas tenemos momentos para reir o, al menos, sonreir.

No diría que es la mejor serie de ciencia ficción de la historia de la televisión, pero sin duda es muy interesante, como lo demuestra la actividad de sus fans en internet y el goteo de productos (juego de mesa incluido) basados en la serie. Quién sabe. Quizá si hubiera durado un par de temporadas o tres, no estaríamos hablando del mismo interés. Ya se sabe cómo nos gustan a los frikis las causas perdidas.

Para mí, un notable holgado, aunque lejos del 9,1 que a día de hoy le dan los usuarios de imdb.

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