jueves, 9 de septiembre de 2021

Dilvish, el maldito

Un héroe salva  un reino de un mal extremo. Su nombre se corea con una mezcla de admiración y alivio. Pero no se vuelve a saber de él. Comienzan a circular las historias que dicen que el enemigo derrotado, despechado por no poder conquistar el reino ni derrotar al héroe, ha lanzado una maldición y le ha hecho desaparecer de la faz de la tierra para, mientras tanto, recuperar su poder y contraatacar. 

Así Dilvish se ve convertido en una estatua de piedra durante el instante supremo del combate. Pasa siglos en esa forma, aún vivo, su cuerpo y su alma sustentados por la misma magia de la maldición. Su mente vaga sin rumbo, recordando, siempre recordando. 

 

 

Hasta que, un día cualquiera, la magia falla y Dilvish vuelve a la vida. 

Desorientado, ha pasado demasiado tiempo desde que caminó por última vez bajo el sol. Tiene que adaptarse, que aceptar su nueva situación. Mientras tanto, acompañado por un enigmático caballo parlante de metal, el rumor de sus nuevas hazañas le preceden. Algunos han perdido la memoria de quién fue. Otros todavía recuerdan a Dilvish, el maldito. 

Roger Zelazny nos cuenta las historias del héroe en dos volúmenes: Dilvish, el maldito y La tierra cambiante. Cada uno de ellos se compone de varios cuentos cortos, en los que Dilvish y su montura mágica deben enfrentarse a enemigos de lo más variopinto: brujos, espíritus, vampiros, fortalezas mágicas... De manera invariable acaban venciendo las dificultades que se les ponen por delante, mientras se va acercando un nuevo enfrentamiento con su némesis. 

Confieso que no conocía ni al autor ni al personaje, más que por el nombre y alguna referencia aquí y allá. Por eso me enfrenté a la lectura con un poco de prevención. No será la primera vez que un clásico me decepciona más allá de toda recuperación. 

 

El autor, meditando intensamente

 

En cambio, he leído las aventuras de Dilvish con interés. Sin duda, el reducido tamaño de los dos libros, así como el formato de cuentos, escritos todos ellos entre los años sesenta y ochenta del siglo pasado. 

Vale, no es una maravilla literaria. Incluso en ocasiones se aturulla demasiado y hay bastantes tópicos del género, pero creo que se trata de un personaje y un autor que merece la pena conocer como parte del fundamento de la fantasía y de la literatura de espada y brujería. 


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