domingo, 20 de febrero de 2022

Wonder

Hay un género de cine que no sé muy bien cómo clasificarlo, porque tiene tonos de drama, de comedia o de biopic en ocasiones. Sin embargo, es un género que suele funcionar bien, porque lo que busca es tocar la fibra del espectador con una historia que suele llegar a lo más hondo. 

Wonder es una película que se puede clasificar en este género inclasificable. 

El niño (en este género inclasificable muchos de sus protagonistas son niños) Auggie Pullman está nervioso porque el día siguiente será su primer día de colegio. Ya va a quinto grado, unos diez u once años, pero hasta entonces su madre le ha enseñado en su casa, porque el pequeño Auggie nació con una malformación en el rostro que ha requerido de muchas operaciones (en este género inclasificable, muchos de sus niños protagonistas sufren de algún problema físico o psíquico que ayuda a enmarcar los sentimientos del espectador), y no iba a poder seguir el ritmo normal en el colegio.

 

 

Girando en torno a Auggie, el espectador será testigo de su adaptación al colegio, al tiempo que su madre retoma su tesis doctoral, su hermana mayor se enfrenta a una crisis con su mejor amiga y descubre el amor y su padre... sigue siendo su padre. 

Poco a poco Auggie va dando una lección tras otra de madurez y consigue ir rompiendo los cables que le sujetan a su vida anterior, consiguiendo cada vez un mayor grado de autonomía. 

No obstante, como suele ocurrir en este género inclasificable, toda rosa tiene sus espinas y el camino vital de Auggie y de su familia se torcerá en alguna que otra ocasión que pondrá a prueba la entereza de todos. 

Por supuesto, en una película de estas características no puede faltar la redención. En Wonder esta redención es la de la mejor amiga de la hermana y la del chavalín que en apariencia ayuda a Auggie durante los primeros días de colegio. 

 

 

Al final, como no podía ser de otra forma, la lágrima humedece el ojo del espectador, mientras que se forma un pequeño nudo en el estómago viendo lo bueno que es Auggie, lo buenos que son sus padres y su hermana y viendo cómo han podido mejorar la vida de todos los que les rodean, de una forma u otra. 

El resumen es que Wonder, como muchas otras, es una película tramposa que juega muy bien con los sientimientos del espectador. Es un poco también como la comida rápida que disfrutas en el momento de la ingesta, pero que después se olvida con igual rapidez. 

En imdb tiene hoy una nota de 8, que no está nada mal. A mí me cuesta mucho ponerle una nota tan alta a una película que es tan similar a tantas otras. La verdad es que pasamos un buen rato viéndola, pero tampoco va a pasar a la historia del cine.

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