viernes, 3 de junio de 2016

Banderas de nuestros padres

No he visto casi ninguna película de Clint Eastwood como director. Así, de repente, no sabría decir ninguna. Me explico: sé que ha dirigido Million Dollar Baby, Mystic River, Grand Torino y algunas otras. Sé que tiene un gran prestigio detrás de las cámaras, prestigio que le ha costado mucho conseguir delante de ellas (admitámoslo, no es un Pacino o un De Niro).



Las películas anteriores las tengo en mi lista de pendientes. Pero he empezado por Banderas de nuestros padres (luego caerá Cartas desde Iwo Jima) y me he encontrado una pelicula que siendo bélica tampoco lo es del todo. 

Eastwood cuenta la historia de la sangrienta y despiadada lucha para conquistar Japón isla por isla, en esta ocasión Iwo Jima, y al mismo tiempo la historia de la mítica foto de los marines izando la bandera de las barras y estrellas en la cima del monte Suribachi. Historia ésta por demás interesante, y que yo desconocía prácticamente por entero, de una de las fotos más míticas (junto a la de la muerte del miliciano en la guerra civil española, la del Che Guevara que ha decorado miles de camisetas, la de Sharbat Gula y sus ojos verdes, la de la toma del Reichstag)



Una película de personajes, porque Eastwood retrata a los marines protagonistas, con sus miserias, virtudes y defectos, así como sus propias contradicciones. Desde Doc, el sanitario que hace las veces de protagonista (aunque estemos ante un reparto coral) hasta el oportunista Rene Gagnon, que verá la oportunidad de labrarse un futuro como civil una vez termine la guerra. Pasando por Ira Hayes, el Jefe, que no pudiendo vivir la mentira se dará a la bebida para escapar de una vida que siente que no es suya.

Y todo esto entre escenas donde el tableteo de las ametralladoras, las detonaciones de la aviación estadounidense, los bombardeos de la marina y las emboscadas niponas toman el relevo. 


Banderas de nuestros padres no es Salvar al soldado Ryan. No tiene esos quince primeros minutos frenéticos que son de lo mejor que se ha podido ver en una sala de cine. Pero es una película que nos hace pensar en cómo somos como personas, en los valores que poseemos y en qué necesitamos para traicionar esos valores. 

Hoy Banderas de nuestros padres tiene un 7,1 en imdb, y creo que mi nota va a ser precisamente esa. Recomendable para reflexionar.

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