Otro juego de mesa que gustará a niños y a mayores es Fantasma Blitz.
El juego tiene una dinámica muy parecida a Dobble, pero algo más complicada de digerir. En esta ocasión no se trata de buscar el dibujo en común de un par de cartas, sino de coger con la mayor rapidez el objeto correcto dependiendo del dibujo que muestra una carta.
Ya digo que es algo más complicado, puesto que hay que fijarse bien en el dibujo, si sale el fantasma, si sale la lechuza, qué color tienen, qué se refleja en el espejo... dependiendo de todo eso, el objeto a coger será uno... u otro. Al final, el jugador más rápido se queda con la carta, y gana el que al final del juego tenga más cartas.
Ojo, porque aunque las reglas básicas son muy sencillas, hay excepciones que te harán pensar más de la cuenta y perderás.
Combinar las cartas con figuras que se colocan en la mesa delante de todos los jugadores, garantiza un ritmo frenético, risas y que el juego sea apto tanto para adultos como para pequeños. Y, aunque es divertido jugar a dos, lo es mucho más cuanto más gente se siente alrededor del botín.
Los componentes, de buena calidad, se guardan en una caja pequeña que apenas ocupa espacio si te lo llevas de viaje, aunque es necesario una base estable para jugar o de lo contrario las figuras pueden caerse al suelo y quizá perderse.
Me lo he pasado muy bien con Fantasma Blitz.
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