miércoles, 25 de agosto de 2021

¿Por qué? ¿Para qué?

Hace tiempo que me diagnosticaron artrosis degenerativa en ambas caderas. Al final, esos dolores recurrentes que yo pensaba que se trataba de molestias musculares que no curaban bien por falta de reposo, sacaron a la luz algo bastante peor. Se me cayó el mundo encima, la verdad, porque vi con claridad que mis días de gloria en una cancha de baloncesto habían terminado de forma abrupta. 

No solo eso, sino que aquella noticia fue como un bofetón de realidad que me enfrentaba de un plumazo ante el hecho de que me voy acercando a la cincuentena. Y es que, a pesar de peinar canas en pelo y barba, nunca antes de aquel día había sentido el peso de los años como ahora. Hoy lo he relativizado, porque me podía haber pasado algo mucho peor y por lo menos mi vida no corre peligro.

Desde entonces me planteo cosas que antes no se me ocurría. Una de ellas es por qué sigo escribiendo en este blog. Pero claro, entonces era joven y ahora... 

Llevo con Historias de Iramar la friolera de doce años y medio, más o menos. Desde abril de 2009 hasta hoy, con una media aproximada de una entrada semanal hasta las más de 600 que hoy conforman esta bitácora. Semana a semana comento mis cosas, libros, películas, series, alguna batallita como esta... Luego inicié el blog de baloncesto 24 segundos, que tengo bastante más abandonado que éste.

Cada semana miro las estadísticas, más por curiosidad que por vanidad. Cada entrada tiene del orden de 20 lecturas. Cada mes hay cerca de 600 páginas vistas. Catorce personas figuran en la lista de seguidores, aunque supongo que algunos ya no lo serán y ni siquiera han llegado a borrarse. Mantengo una lista de temas pendientes que sigo con rigurosa precisión, a pesar de que les toca el turno alrededor de un año después de que haya leído el libro o visto la película... 

Historias de Iramar nació con el objetivo de obligarme a escribir mi fantabulosa novela. Ese objetivo no lo ha cumplido, ya que aparte de alguna corrección aislada, no he escrito nuevo material desde que volví de Madrid en 2006. 

 

Sí que llevo tiempo sin escribir, sí...

 

¿Merece la pena continuar? ¿Vencer a la pereza y la falta de motivación que se dan en ocasiones?

Estos blogs, así como lo hizo en un tiempo la maravillosa época pasada en El Multiverso, me sirven para dar salida a las ideas que se pasean por mi cabeza y que algunas noches se apoderan de mí y no me dejan dormir. 

Sirven también para compartir cosas y descubrimientos que me han llegado a apasionar y que creo sinceramente que pueden también apasionar a otros. 

Y sirven también para mantener un mínimo de actividad tecleadora que me permite mantener la ilusión de que, algún día, me dará por sentarme delante del ordenador y volver a escribir ficción. Espero no engañarme a mí mismo con eso.

Pero, como todos sabemos, los que se escribe necesita ser leído. Y de momento tengo una gráfica y unos números en una de las pestañas de blogger que demuestran que algunos leéis estas cosas, así que mientras n sea mayor que 0, me esforzaré por encontrar un hueco para esbozar una entrada nueva. Así, con discreción, como quien no quiere la cosa. 

A partir de ahí, soñar es gratis.


3 comentarios:

  1. A mí escribir entradas me entretiene, es divertido. No necesito ningún motivo más. Pero es innegable que los blogs han ido a menos con los años y a veces surgen esas preguntas. También es cierto que yo soy mucho menos productivo que tú.

    Ánimo con la novela, hombre. El panorama editorial es cataclísmico, pero siempre es satisfactorio terminar algo. Y nunca se sabe...

    ResponderEliminar
  2. La novela... sueño inacabado. Tantas cosas por hacer y tan poco tiempo... Pero volveré a ella, seguro. ¿Cuándo? Esa es una buena pregunta.

    ResponderEliminar
  3. Hace tiempo abandoné la idea de que alguien leyese mi blog, escuchase mis ivoox, viese mis youtubes...
    Ahora hago todas esas cosas para mí. A mí no me suenan mal mis instrumentos, me gustan mis dibujos, disfruto de mi caligrafía, me encantan mis relatos. Me gusto.

    ResponderEliminar