domingo, 29 de agosto de 2021

Passengers

Una nave transporta los cuerpos en estasis de decenas de miles de seres humanos, cuidadosamente seleccionados para transportarlos a un exoplaneta y comenzar una nueva vida allí. La nave, inmensa, navega con los sistemas en automático hasta que llegue el momento de despertar a la tripulación y, en último lugar, a los pasajeros. 

Una cabina, una entre miles, tiene un fallo y su ocupante despierta unos noventa años antes de lo debido. La ocupa Jim Preston (Chris Pratt). Desorientado al principio, Jim va tomando conciencia de la situación en que se encuentra y, al tiempo que explora la nave y las posibilidades que se le ofrecen, busca una forma de volver a entrar en estasis por el tiempo que le queda hasta despertar cuando debe, al llegar al planeta que será su nuevo hogar. 

 



Sus intentos fracasan y, poco a poco, va tomando conciencia de lo que eso significa: una vida de soledad, aunque con todas las comodidades inimaginables, hasta su fallecimiento años antes de la llegada a su destino. Abrumador. 

La conciencia se convierte en obsesión mientras hojea los expedientes de todos y cada uno de los durmientes, hasta que da con ella, Aurora Lane (Jennifer Lawrence). Joven, guapa, prometedora profesional... Jim Preston no puede pensar en otra cosa.

Así que... decide sabotear la cabina de Aurora, que despierta más o menos en su misma situación. Pero ahí se encuentra Jim, para hacerle compañía, guiarla en el duro proceso de aceptación y... enamorarla. 

Todo va bien. La vida vuelve a sonreír a Jim y el hecho de pasar el resto de su vida en una cáscara metálica en la inmensidad de espacio, de pronto deja de parecer una condena. Hasta que un desliz, un simple desliz, da al traste con todo y Aurora averigua la verdad. 

 

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Entonces, la situacion se convierte en doblemente claustrofóbica. Decenas de miles de metros cuadrados a su disposición, y las dos únics personas vivas no se pueden ni ver. Dolor a raudales. 

Hasta que el sistema de la nave detecta una lluvia de partículas en su trayectoria, con la suficiente masa y velocidad para destruir la nave por completo y a todos sus dormidos pasajeros. Es la oportunidad que Jim Preston tiene para redimirse a los ojos de Aurora, a la que su egoísmo ha condenado a sufrir el mismo destino que él. 

Passengers me proporciona sentimientos encontrados. Por un lado resulta ser una buena cinta de ciencia ficción, creíble en su planteamiento. Por otro lado, me siento culpable por empatizar con Jim Preston. 

 

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Resulta que el protagonista de una película es un egoísta que, sin escuchar más que a sus propias necesidades, se ve con la autoridad de disponer a su antojo de la vida de una desconocida, a la que somete al mismo negro escenario al que él se ha visto abocado. La catadura moral del personaje es penosa en ese sentido. Pero, de manera inconsciente, no culpas a Jim Preston de lo que está haciendo pasar a Aurora, quizá porque lo que resulta más duro pensar, es que quizá, solo quizá, otros hubiéramos actuado igual en su situación. 

Passengers tiene menos de dos horas de metraje, algo de agradecer en los tiempos que corren, hoy puntúa con un 7,0 en imdb y sin duda merece un visionado. Quizá seáis capaces de encontrar algún argumento que exculpe a Jim de un delito aterrador.

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