domingo, 24 de abril de 2022

1917

La verdad es que me costó ponerme delante de la pantalla a ver 1917. La última película que bélica que vi fue Dunkerque y no fue precisamente una película que me gustara demasiado, así que andaba yo un poco moscatel al respecto. 

No obstante, la Primera Guerra Mundial ha ido ganándose mi interés en los últimos años, desbancando con creces a la Segunda. No sé por qué, aunque creo que se debe a la horrenda fascinación que me supone todo lo que se refiere a esa inmensa trituradora de carne que fue la guerra de trincheras y la industrialización del horror de la guerra. 

Así que al final 1917 tuvo ocasión de ganarse un hueco en mi agenda y la vi, con más precaución que otra cosa. 

Lo que más llama la atención es que se rodó de principio a fin con un solo plano secuencia. No hay un solo corte, salvo que se me haya escapado el maldito, en las casi dos horas que dura la película. 

 



Recuerdo que en alguna ocasión pensé que no, que era imposible resolver la cuestión sin tener que cortar el plano, para verme sorprendido una y otra vez por alguna ingeniosa solución del equipo de rodaje. Más de una vez, lo confieso, me quedé con la boca abierta. 

Ese podría ser el mayor interés de la película, con mucha diferencia, pero... La historia es bastante poco original, incluso simplona se podría decir. Al protagonista se le encarga llegar al puesto de mando de un regimiento que va a realizar una ofensiva en una zona aparentemente despejada, pero que es en realidad una trampa mortal. Para darle algo más de picante, el hermano está destinado en el regimiento destinado a ser descuartizado por los alemanes. 

Asistimos pues a una carrera contra el tiempo de dos hombres, el protagonista y su mejor amigo al que elige para que le acompañe, mientras Sam Mendes nos fascina con ese plano secuencia continuo. Tendrán que atravesar terreno batido por la artillería, un río, una ciudad en ruinas y llegar más allá de la línea de trincheras abandonada por los alemanes. 

 

Pues sí que tarda el bus...
 

La suerte parece acompañarles en todo momento hasta que vuelve a mostrar su cara más caprichosa de la forma más tonta posible, ya cerca del final del recorrido, para dejar al espectador con un sabor desagradable y metálico, como de sangre. 

En cuanto al elenco, poco puedo dcir. Un buen puñado de, para mí, desconocidos o semidesconocidos actores con algún otro nombre relevante en un papel menor (caso de Colin Firth o mi admirado Benedict Cumberbatch, por ejemplo).

Bastante mejor de lo que me esperaba, 1917 estaba destinada a arrasar, pero sorprendentemente ganó solo tres premios menores en los Oscar de 2020, estando nominada a casi todos los grandes (película, director, guión original). Por fortuna, dio la talla en los BAFTA. 

Hoy cotiza a 8,3 en imdb. Algo excesivo, diría yo, aunque por supuesto merece más de un 7,5.

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