Tras más o menos acabar la aventura de Kratos, comencé las aventuras de otro personaje icónico de las consolas: Nathan Drake y la serie Uncharted. Es muy bueno eso de Playstation Hits, porque por apenas veinte euros te pillas tres juegos que dan unas (pocas en realidad) horas de diversión. Me refiero, por supuesto, a la trilogía original que se lanzó para PS3 y que reeditó otra vez para PS4.
Vale que los juegos, técnicamente, están más que superados. Normal, viendo las fechas de lanzamiento. Pero también es verdad que hoy en día siguen siendo tremendamente adictivos y combinan una historia más que atractiva con una jugabilidad muy lograda, combinando los shooters en tercera persona con las plataformas y, en menor medida, los puzzles de lógica para conseguir avanzar.
Todos los juegos tienen una estructura dividida en capítulos por los que se va avanzando y siguiendo una historia lineal (luego también se implementarán flashbacks jugables que dan contexto a lo que está sucediendo en el presente).
Uncharted: el tesoro de Drake fue un hito cuando se lanzó en 2007. Presentó en sociedad a su protagonista, Nathan Drake, y al pequeño grupo de personajes que le acompañará en sus aventuras, principalmente Elena y Sully.
Nathan es un joven aventurero obsesionado con Francis Drake, antepasado suyo. Junto a Sullivan, descubrirá que Drake encontró El Dorado, pero también que no se trataba de una ciudad, sino de una estatua que los conquistadores españoles también encontraron en su momento.
La historia se convierte en una carrera contra un grupo de maleantes que busca El Dorado para su propio provecho, ignorando la historia que hay detrás.
Una de los muchos aciertos del juego es integrar en una historia muy bien construida en la que encontramos incluso submarinos y fortalezas nazis, elementos de survival horror que tan de moda estaba entonces. De hecho, una de las fases del juego se produce en unas condiciones de poca iluminación que, combinada con los adversarios que nos encontramos, genera una cierta tensión en el jugador.
Uncharted 2: El reino de los ladrones se lanzó en 2009 y tiene un comienzo espectacular. Nathan despierta de una conmoción en el interior de un tren que está medio colgado del abismo en una zona montañosa y nevada. Tendremos un largo camino para ascender por los vagones que penden de forma precaria y alcanzar la terraza sobre la que reposa el resto del convoy. Un juego de plataformas de manual.
En esta ocasión se vincula a los viajes de Marco Polo y a la mítica ciudad de Shambala.
La jugabilidad apenas cambia y nos encontramos con los mismos tipos de juego que teníamos en la primera parte. Lo que tampoco cambia es la calidad de la historia, tremendamente interesante a medida que Drake viaja por las selvas de Borneo, Nepal y China.
Tendremos de nuevo a los sempiternos nazis que también buscaron Shambala para sus oscuros fines, mientras que nuestros enemigos serán unos mercenarios a las órdenes de Zoran Lazarevic, personajazo sin escrúpulos y protagonista del enfrentamiento final del juego, bastante duro incluso en el nivel más fácil.
Vuelven por supuesto Elena y Sully, a los que se unirá una ambigua Chloe y el traidor Flynn para conformar un elenco de personajes secundarios de lo más resultón. Tampoco faltarán los seres sobrenaturales, en esta ocasión los guardianes simiescos de la ciudad perdida de Shambala.
Uncharted 3: la traición de Drake es la última parte de la trilogía original y el último juego que he jugado de momento. Se lanzó en 2011.
En esta ocasión, Drake y Sullivan viajarán por todo el mundo en busca de una ciudad que se conoce como la Atlántida de las arenas. La relación con nuestro personaje es que su anillo es una pieza clave para conocer la ubicación de esta ciudad. En el juego, se la vincula también con Francis Drake y con Lawrence de Arabia.
Como novedad, la historia incluye una serie de flashbacks de la juventud de Nathan en Cartagena de Indias que permitirán comprender mucho mejor su relación con Sullivan.
Reaparecen Chloe y Elena y se unirá a ellos, de forma temporal, Cutter. Los adversarios son quizá los más flojos en términos de juego, pero ni mucho menos en cuanto a la historia, que vuelve a ser lo suficientemente inmersiva como para empujarnos a seguir capítulo a capítulo. Y no puede faltar un cierto factor sobrenatural, que en este caso lo configuran una serie de esbirros que están alterados mágicamente y arden y explotan al morir.
Jugué todos los títulos en modo fácil para disfrutar de la historia, y aún así hubo algunas fases que tuve que repetir un puñado de veces. En unas ocho o diez horas se acaba un título, aunque se alargan un poco si quieres buscar todos los tesoros ocultos (no llegué a encontrarlos todos ni siquiera con la ayuda de una guía; en el tercer título pasé de guías y debí encontrar como un 20% de todos los que hay).
La importancia de Uncharted en el mundo de los videojuegos (luego vendrían otros dos títulos que no he jugado, y es que hay mucho que hacer...) y en la cultura popular se vio con la confirmación de una película, Uncharted, protagonizada por Tom Holland (Nathan Drake) y el cara de palo de Mark Wahlberg (Sullivan), siendo Antonio Banderas el protagonista y la expedición de Magallanes la excusa para la aventura.
La película es, además de muy entretenida, fiel al espíritu de los juegos e incluso copiando de forma literal alguna de las escenas más icónicas de los títulos de consola. Es fresca y con los momentos de acción y aventura que se le puede pedir a una película de este estilo. No es una maravilla, pero entretiene y recupera ese espíritu más ochentero de las películas que tienen como objetivo principal el entretenimiento del espectador
La película cotiza hoy a 6,3 en imdb. Un poquito bajo, para mi gusto. Tampoco mucho, un poquito.
Original y copia |
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