La primera temporada de Fundación es la historia de una decepción.
La serie de la Fundación de Isaac Asimov es uno de los hitos de la ciencia ficción clásica (la trilogía original, ya que los dos últimos libros que escribió en los ochenta me parece que fracasan en su intención de unificar sus historias de robots con el resto; eso o que se le fue la olla ante las cifras que debieron ofrecerle para continuarla, conocida su obsesión por el dinero que se reflejó en su autobiografía).
Presumo además que ha sido un caramelito para las cadenas de televisión en esta época en que los derechos de obras clásicas se rifan en un intento de ofrecer series cada vez más espectaculares a un espectador que se encuentra sobreexpuesto a los estímulos y en los que los éxitos son cada vez más efímeros.
Empecé a ver la serie con bastante interés. No en vano Asimov ha sido mi escritor de cabecera durante gran parte de mi vida, antes incluso de conoce a Tolkien primero, y después a Prattchett.
La trilogía original la compré en una librería de barrio cuando todavía iba al colegio. Me costaría mil quinientas o dos mil pesetas que pagué con mi asignación de entonces, que por supuesto no era para tirar cohetes (otra cosa en la que los tiempos han cambiado una barbaridad y no precisamente para bien).
La ilusión me ha durado bastante poco.
Puedo llegar a soportar los cambios sobre el original, que no son pocos. Sobre todo los cambios de sexo de algunos protagonistas secundarios (Gaal Donick, Eto Demerzel y Salvor Hardin, principalmente), pero hay cosas que me chirrían bastante y no he podido evitar pensar en ello cada vez que sufría los capítulos.
Mi querido Salvor Hardin, alcalde de Terminus y uno de los personajes más icónicos de toda la obra de Asimov, se convierte en una muchachita delgada (Hardin era más bien robustón) que además es la defensora de Terminus. Hardin, el hombre que una vez dijo aquello de que la violencia es el último recurso del incompetente, es una muchachita que carga con un rifle, patrulla los límites de la colonia y no duda en combatir en defensa de su gente.
Lo siento, no puedo. Es demasiada fractura respecto del espíritu de la obra.
Estimado Salvor, quién te ha visto y quién te ve |
Tampoco puedo con la representación de la colonia de Terminus, más parecido a un poblado minero del Salvaje Oeste o del Tatooine de La Guerra de las Galaxias, cuando se trataba del último faro de la civilización del borde exterior de la galaxia.
Incluso la representación de los anacreontinos es bastante lamentable, reflejados como una civilización poco más avanzada que la actual, solo que con acceso al viaje interplanetario, lastrados por un cierto fundamentalismo religioso enfatizado por la racialidad de los actores que los representan.
Pasando por la Cúpula en la que Hari Seldon se presenta ante los habitantes de la Fundación después de cada crisis.
Todos son Cleón |
Son demasiadas cosas a pasar por alto y no son compensadas por los aciertos. Por ejemplo la representación del emperador como un trío de clones en diferentes etapas de maduración, una forma interesante de mostrar el inmovilismo al que había llegado el imperio galáctico en la época de Seldon. O la forma en que se representa al viejo Hari como un maquinador que va por delante de sus adversarios y que tiene un plan más profundo del reflejado en los libros.
Pero, al final, todo se reduce a que la serie me aburre. Mucho. Fundación es una serie aburrida, que no explica demasiadas cosas en sus capítulos y que no sé si atraerá a aficionados ajenos a la prosa del patilludo Asimov.
Éxtasis psicohistórico |
Sin embargo cotiza a un respetable 7,4 en imdb. Excesivo, a tenor de lo que he escrito más arriba. En mi escala apenas llegaría a un seis, siendo extremadamente generoso.
No puedo decir que esté esperando ansioso la segunda temporada, sino más bien con resignación del aficionado que espera a ver qué han hecho ahora con una de sus obras de referencia.
Es cierto que no es una fiel imagen de la novela. En el Señor de los anillos omiten a Tom Bombadil.... A mi no me desagrada. A ver la segunda temporada
ResponderEliminarCómo que anónimo??? Cagonrós!!!
ResponderEliminarA mí me gusta que el medio audiovisual busque su propia versión, pero parece que aquí se han pasado. Creo que no veré la serie. No tenía muchas ganas, de todos modos.
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