sábado, 25 de febrero de 2023

Spider-Man (PS4)

Después de terminar los tres primeros juegos de Uncharted, vi llegado el momento de algo más moderno, así que instalé Marvel´s Spider-Man, de Insomniac Games. 

Había leído buenas reseñas, también me habían hablado bien de él y al ser un juego de mundo abierto, pensé que era una buena idea y un cambio respecto a lo que más o menos me gusta jugar. 

La sensación final fue agridulce. 

Lo mejor del juego es, sin duda, manejar al trepamuros por Nueva York, ciudad que han reproducido con todo lujo de detalles. La sensación de libertad que en ese sentido da el juego, es sencillamente brutal. Puedes balancearte con las telarañas, hacer filigranas en el aire, dispararte como con un tirachinas.... La adrenalina se puede palpar mientras cruzas la ciudad a velocidad de vértigo en busca de tu próximo objetivo. 

 

 

El problema comienza en la historia, que está bien, pero tampoco es algo memorable. Acostumbrado a guiones sólidos y personajes icónicos como Aloy, Geralt o Kratos, nuestro amigo y vecino Spider-Man se queda corto. 

Ni siquiera las apariciones estelares de Mary Jane, la tía May, el doctor Octavius, Norman Osborne y toda la pléyade de némesis que tendremos que enfrentar (Buitre, Electro, Rino, Taskmaster y Doc Oc), tienen el carisma suficiente para levantar el ánimo de una decepcionante mediocridad. 

El juego lo intenta, porque las mecánicas y los premios cubren un amplísimo abanico de posibilidades. Hay un buen puñado de minijuegos para entretenernos: desde perseguir palomas por los cielos de la Gran Manzana a hacernos fotos en todos los lugares dignos de interés, reales (el Madison Square Garden) o ficticios (la mansión del Dr. Extraño o el edificio de Los Vengadores). 

 

Modo selfie

Mientras nos balanceamos, tendremos que hacer frente al crimen organizado, dejándote caer en medio del peligro y utilizando el entorno para ayudarnos a derrotar a los malos (poco más que masillas). Frustrando sus objetivos, y si conseguimos metas menores por encuentro, nos veremos recompensados por fichas que luego podremos canjear en mejoras del personaje y en trajes más o menos molones.

La tecnología será nuestra aliada y la protagonista de dos minijuegos de lógica: solucionar circuitos eléctricos e identificar sustancias químicas mediante su espectro. En general, estos minijuegos son bastante fáciles y solo algunos supondrán algo más que un reto o una pérdida de más o menos tiempo. 

Al final del juego, y si hemos invertido bien las distintas fichas de recompensa, Spidey será prácticamente una máquina de matar y casi invulnerable para los rivales más sencillos, que se verán obligados a reunirse en pequeños ejércitos para intentar hacernos un poco de pupita. 

 

El grado de realismo es alucinante
 

Eso está bien, porque los supervillanos sí que serán un reto algo más interesante. Cada uno de ellos personaliza un capítulo de la historia principal y será nuestro rival al final del mismo. Esto ocurre hasta que finalmente Otto Octavius pierde la razón y se convierte en su alter ego malvado, que nos complicará mucho más las cosas hasta el deseado encuentro final. 

Para darle un poco de realismo tendremos que navegar a través de la historia de amor y desamor con Mary Jane, conoceeremos a Miles Morales y sabremos algo más de lo que le ha sucedido al hijo de Norman Osborne. 

Pero el conjunto del juego se puede calificar como decente. Así, sin más. Me pasé un buen puñado de horas entretenido, pero al final ya estaba deseando terminarlo y pasar a otra cosa. 

Como detalle curioso y entrañable, es posible visitar la tumba del tio Ben. Es, posiblemente, uno de los momentos más emotivos del juego.

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