Estamos en una época en que la creatividad en el cine está en entredicho. Los proyectos son cada vez más conservadores, moviéndose en entornos familiares y conocidos, buscando una y otra vez las mismas fórmulas de éxito, una de las cuales es apelar a lo nostalgia de los aficionados de antaño que hoy son padres, con la esperanza de que lleven a su progenie y que ésta se convierta en una nueva legión que tome el relevo, sobre todo para merchandising y posibles secuelas.
Hay que reconocer que lo hacen bien, los condenados. Renuevan el producto, generalmente con rostros adolescentes para enganchar a la juventud. Si son conocidos, mejor, así que ahí entra Finn Wolfhard (Stranger things) o Mckenna Grace (desconocida con la caracterización y con una carrera ya bastante amplia). Ponen a una serie de actores y actrices conocidos como Paul Rudd (Ant-Man) o Carrie Coon (The leftovers) con un caché medio para no encarecer demasiado el producto y sacar una mayor rentabilidad. Aderecemos esto con una cierta tensión sexual no resuelta, blanca, para todos los públicos, porque tampoco queremos asustar a nadie.
Pero lo gordo está en el poso del original, cuya alargada sombra es omnipresente en este tipo de productos. Aquí no estamos ante una excepción, porque tenemos no solo a casi todo el cuarteto original (solo falta el fallecido Harold Ramis, por motivos obvios), el vehículo original y el fantasma zampón original.
A partir de ahí se mezclan los ingredientes y sale un producto poco original, un refrito de situaciones ya visitadas, a veces calcadas. Y lo agitan como si fuera un cóctel, te lo sirven y tú te lo tomas. A veces tienes que taparte la nariz o cerrar los ojos, pero te lo tomas.
Y si, por un casual, piensan que eso no es suficiente, juegan la baza de los sentimientos para engancharte otra vez. Son maestros en eso.
Cazafantasmas: más allá es uno de estos productos. Recoge el relevo de la película anterior solo de mujeres y, como aquella, tiene sus momentos. Al final se juntan minutos para completar dos horitas, entretenidas pero sin pretensiones. No se puede negar que cumple su función y que entretiene a toda la familia en el rango de 8 a 50 años.
Hoy en imdb cotiza a 7,1. Demasiado alto, pero seguramente empujado por la nostalgia.
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