Hay que ver lo que le gusta a la gente una buena polémica y el odio y más en estos tiempos en el que se puede hacer casi de todo desde el anonimato de una cuenta en redes sociales.
La primera temporada de Los anillos de poder es un ejemplo perfecto, desde que se publicaron las primeras fotos hasta la misma emisión de los capítulos por parte de Amazon: odio, odio y más odio, enfocados principalmente en Morfydd Clark (Galadriel), Ismael Cruz Cordova (Arondir) y Sophia Nomvete (Disa).
A pesar de intentar aislarme de las noticias, no podía dejar de recibir ecos más o menos intensos. Que si Galadriel no es una guerrera, que si dónde se habla de elfos negros en la obra de Tolkien, que si dónde se ha visto una mujer enana y además negra.... Todo ello con una ausencia de análisis y en busca de un supuesto purismo que raya en el fanatismo. Porque lo que he visto desde mis tiempos en la página de elfenomeno.com, es difícil encontrar un grupo de aficionados más fanático e intolerante a las críticas.
Soy el primero al que le producen rechazo muchas de las modas actuales en cuanto a selección de personajes para películas o series, pero no es menos cierto que en este caso particular, la mayor parte de las críticas creo que se han realizado por pura inercia.
Tanto es así que las críticas que me llegaban de la serie eran todo menos buenas. Es curioso cómo las expectativas que uno tiene llegan a influir en el grado de satisfacción con un producto. Tanto había oído, y no precisamente bueno, que iba con unas expectativas tan bajas que el resultado ha sido bastante satisfactorio. Los anillos de poder no es tan mala como esperaba, sino una digna adaptación de la obra de Tolkien.
De una pequeña parte de la obra, habría que decir, porque por lo que se ve, Amazon solo tiene los derechos de adaptación de los apéndices del Silmarillion. O sea, que prácticamente no pueden meter mano a ningún nombre ni situación narrada en las partes principales de la obra. Poco mimbre me parece para hacer un cesto grande.
De los mejores personajes de la serie |
Aún así, la serie tiene momentos de interés, porque no vamos a negar a estas alturas de la película que ver las minas de Moria en todo su esplendor (y no las ruinas que pudimos ver en El señor de los anillos), o la gran ciudad de Númenor antes de la Caída, son imágenes que ponen los pelos de punta a cualquier aficionado de bien. Si añadimos que seremos testigos de la formación de la tierra negra de Mordor y el asentamiento de Sauron en ella, tenemos un paquete bastante interesante.
La historia de Halbrand y Galadriel anduvo durante varios capítulos en el filo de una peligrosa navaja, con una cierta tensión sexual no resuelta que pudiera haber sido problemática, visto el desarrollo de la serie, pero al final se resolvió más o menos bien.
Menos interés tiene la historia de los protohobbits, aunque en este arco argumental salen algunos personajes sobre los que más tinta se ha vertido, para bien o para mal, en redes sociales: el hombre desconocido y las tres brujas que le buscan. Este arco acaba en un punto alto y, aunque en ocasiones lo he visto como un relleno y un alivio cómico, tengo ganas de ver qué pasa al final con este desconocido capaz de las cosas más buenas como de las más malas y la joven Nori.
La armadura le sienta bien |
Otra cosa que me ha gustado es la permanencia del mal en las tribus de hombres que en su día apoyaron a Melkor y que luego serán un gran apoyo en los planes de Sauron, además de sus fieles orcos.
Un aspecto negativo es la aparente facilidad con las que se forjan los anillos de poder y el papel bastante desapercibido que Sauron tiene en ello, cuando suponemos que es realmente el cerebro detrás de la obra de Celebrimbor.
Por último, también negativo, es la falta de carisma de una gran parte de los personajes. Salvo Galadriel (a pesar de las críticas a la actriz), Durin y su esposa, hay solo un puñado más de personajes interesantes mientras que el resto se diluye en la historia o resulta directamente fallido. Y uno de estos pocos interesantes, el elfo caído Adar, parece que no aparecerá en la segunda temporada.
En el ojo del huracán desde antes del estreno |
Acabo con ganas razonables de ver una segunda temporada y hacia dónde tiran las diferentes historias. A pesar de todo lo mal que se ha hablado de la serie, cotiza hoy a un más que digno 7,0 en imdb.
Llevo un tiempo aficionado a la escucha de podcasts que me acompañan en los largos viajes de trabajo. Entre ellos hay dos ejemplos contrapuestos de todo lo que he ido diciendo: mientras que La Órbita de Endor tiene más o menos siete horas de bilis, el podcast de Luces en el Horizonte opta por una visión más inocente de un espectador que no sabe de qué va la obra de Tolkien.
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