domingo, 7 de febrero de 2016

El poder de Electro

Continúa la cuesta abajo de la franquicia de nuestro vecino Peter Parker, desde la segunda película dirigida por Raimi hasta la segunda parte de su reinicio, El asombroso Spider-Man: el poder de Electro

El cartelico ya promete

Después de una primera parte que había remontado un poco, El poder de Electro vuelve a los errores de Spider-Man 3, la despedida de Raimi como director de la franquicia y la de (esta más dolorosa) de Tobey McGuire como protagonista: un guión que es un galimatías y un número excesivo de oponentes para nuestro amigo arácnido. En esta ocasión tenemos al Duende Verde, Rino y Electro. 

Esto hace que el metraje tenga que ser muy largo, de casi dos horas y media, para tratar de explicarlo todo. Si además fracasa en este cometido, la cosa no pinta nada bien. Lo único salvable es la historia del Duende Verde, bastante interesante por sí sola pero que se diluye en la locura de la cinta. 

Hay que añadir la falta de carisma del maluto principal, Electro (Jamie Foxx) que no parece nunca un aparente serio para Peter Parker, dando más pena que otra cosa desde el inicio hasta el final.

Un maluto sin franquicia.


Eso es. Parece que la cinta no se toma en serio en ningún momento y que lo único que importa es una sucesión de planos molones, balanceos en telaraña y mamporros mientras Spidey suelta su retahíla de chistes (esto sí que se parece a los tebeos de la Casa de las Ideas).

Para continuar con las cosas malas, nunca me ha gustado la elección de Andrew Garfield. Tiene una media sonrisa continua que acaba siendo cargante, y el tupé que se gasta pinta poco con la imagen icónica que tenemos del trepamuros. Una pena lo de Tobey McGuire, aunque entiendo que tiene que ser un poco cansado encasillarse en un papel, pero es que su cara de niño bueno era exactamente la del personaje. Hay actores que encajan en el papel como un guante: Hugh Jackman, Patrick Stewart, Robert Downey Jr.. Otros, en cambio, son postizos que cantan más que la peluca de Donald Trump.

Así toda la peli, oye.

Una pena, la verdad. Aunque parece que la productora tampoco está demasiado contenta y ya planea cambiar de rumbo, con un nuevo actor (Tom Holland, en lugar de mi preferido Asa Butterfield - Ender Wiggin). Esperemos que sean capaces de retomar el rumbo y recuperar las cotas de la primera y, sobre todo, la segunda película de Raimi.

Por mi parte, un suspenso para El poder de Electro. Buscáos mejores cosas que hacer durante dos horas y media de vuestras vidas.


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