La entrada anterior, reseña de Ronda de noche, me da pie para la siguiente noticia.
Terry Pratchett padece una rara forma de Alzheimer que le ha sido diagnosticada a una edad relativamente temprana. Parece ser que ahora no es capaz de escribir a máquina por lo que necesita ayuda para continuar sus historias.
Hace dos días se ha emitido un documental, presentado por él, en que se acompaña a un enfermo a Suiza donde la sociedad Dignitas le ayuda a poner fin a su vida.
Terry ha comenzado los trámites para, llegado el momento, hacer lo mismo. No es algo definitivo, no obstante, ya que según las propias estadísticas de Dignitas, el 70% no llega a hacerlo efectivo. Pero sí da que pensar, ¿no?
¿Qué haría yo? No lo sé. Supongo que no quiero ser una carga para nadie, pero también creo que la vida hay que vivirla. Cada minuto.
Espero no tener que verme en esa situación.
Saludos, camaradas, este es mi primer comentario en este maravilloso blog y me gustaría dedicarlo a mi querido Terry.
ResponderEliminarDesde siempre me ha gustado mucho como escribe, con ese humor que tanto necesita esta fantasía con síndrome de Ungoliath (vamos, que se devora a si misma) y me dio muchísima lástima cuando leí la noticia.
En su caso creo que, en el hipotético caso de que supiera utilizarlo, volvería al sueño con un 44 largo. Con clase.
De todos modos, la esperanza ye lo último que se pierde....
Hola Anibal,
ResponderEliminarcachislamar, gracias por comentar y pasarte por aquí... a ver si no te aburres...
Lo de Pratchett es una pena, claro que sí. Relativamente joven, creativo y con un futuro comprometido... No queda sino disfrutar lo que de él nos quede.