domingo, 1 de mayo de 2022

Raised by wolves

Mi resumen de Raised by wolves podría ser: "hasta los grandes la cagan". 

Una HBO post Juego de Tronos en busca de una nueva serie superventas que les ayude mantener sus abonados, ávidos de sensaciones, se une con uno de los más grandes directores de ciencia ficción de siempre, Ridley Scott. Mucho hype con la serie. ¿Qué puede salir mal?

Añadamos ahora al cóctel una idea muy prometedora: una pareja de androides, Padre y Madre, están encargados de proteger y criar a un grupo de niños humanos que han sido enviados desde la Tierra hasta uno de los exoplanetas más famosos hoy en día, Kepler 221-b. 

 

No hay que negar que...
 

Los niños llegaron como embriones y fueron gestados de forma artificial, mientras que Padre y Madre construían refugios para su futura prole. Aunque las cosas no van como los creadores de los androides esperaban y la existencia de la pequeña colonia iba a ser más dura de lo previsto, dadas las condiciones extremas del clima en Kepler 221-b, con noches frías y días calurosos, poca o ninguna lluvia, un suelo en apariencia bastante improductivo que impide el crecimiento de plantas y una patente falta de fauna autóctona con la excepción de algún especimen bastante peligroso. 

El cuadro que se presenta a los androides es bastante peliagudo y se complicará cuando una enorme nave, procedente de la Tierra, llega también a Kepler 221-b. Esa nave, lanzada casi al mismo tiempo que la de los androides y que ha llegado años más tarde, transporta a miles de colonos en estado de hibernación. Por desgracia, el terrible impacto contra el planeta reduce en gran medida el número de supervivientes. 

...los carteles promocinales son muy interesantes
 

Se reproduce en el exoplaneta la rivalidad que llevó a la casi destrucción de la Tierra y asistiremos a la verdadera y aterradora realidad de Madre como androide de guerra capaz de destruir a sus enemigos con solo la fuerza de su mirada. 

Y todo ello en los exóticos parajes de Kepler 221-b, convirtiendo al planeta en un protagonista más de la serie por derecho propio.

Esta premisa tan interesante vuela por los aires a medida que avanzan los capítulos. Se me han hecho eternos muchos de ellos, con una mezcla de idas de olla, parrafadas pseudofilosóficas y demás zarandajas que me han sacado totalmente de la serie. 

 

Kepler 221b, el otro protagonista
 

He tenido que avanzar por pura fuerza de voluntad y he logrado alcanzar el último capítulo. ¿Para qué? Pues para convencerme de que hasta aquí llegué, después de ver el grado de locura en que se convirtió. 

Lo más destacable es el descubrimiento de Amanda Collins en el papel de la androide Madre. Su presencia andrógina se apoderaba de la pantalla en cuanto aparecía.

Ya puede dar un giro radical en la segunda temporada que me da igual: no lo veré. He acabado tan hastiado de Raised by wolves que me dedicaré a otros pastos con mucho gusto. 

Una pena de oportunidad perdida.

1 comentario:

  1. A mí me tuvo interesado la primera temporada. Luego empiezan a perder los papeles del guión.
    Aun así me voy a por la segunda temporada... hasta que ya no pude más.

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