Está claro que en el panorama televisivo va a haber un antes y un después de Juego de Tronos. La forma de acercarse al género de fantasía ha cambiado de manera sustancial y ahora los estudios y las plataformas dedican presupuestos de una cuantía respetable a adquirir los derechos y dotar de presupuesto de adaptaciones de obras importantes de la literatura de género.
Amazon hizo lo propio con La rueda del tiempo, de Robert Jordan, una saga voluminosa que en su mayor parte fue publicada por Timun Mas y víctima de su salvaje búsqueda del beneficio al dividir la editorial cada tomo original en dos libros (algo que, me temo, no hizo solo con esta saga, riéndose de los aficionados en su propia cara mientras se embolsaba su dinero; pero esto es otra historia).
Amazon lo hizo además mientras preparaba Los anillos de poder, adaptación de la obra de Tolkien varios miles de años antes que lo acontecido en las películas, así que hay que agradecer a la empresa su apuesta por unas obras que han sido idolatradas por miles y miles de lectores.
El formato de la adaptación es de varias temporadas (eso esperamos) de unos pocos capítulos cada una, con cada capítulo rondando la hora de duración. El reparto protagonista nos deja algunas caras conocidas y otros rostros bastante desconocidos, por lo menos para el gran público (Álvaro Morte, el Profesor de La casa de papel logró hacerse un hueco con el personaje de Logain).
La temporada nos ha dejado unas cuantas promesas de calidad, pero también una sensación de rapidez como ocurrió en las dos últimas temporadas de Juego de Tronos, aunque adapta con razonable lógica la historia urdida por Robert Jordan, añadiendo efectos especiales generdos por ordenador que ayudan mucho en las localizaciones.
Tenía miedo de que la complejidad de la historia y el gran número de personajes que presentar al principio, fuera un lastre demasiado grande para una temporada que contaba con solo 8 horas para contar demasiadas cosas, pero la verdad es que más o menos lo han ido contando de una forma que incluso los espectadores que nunca se han acercado a los libros de Robert Jordan, no se pierdan demasiado en los detalles.
Mención especial deberíamos hacer al tratamiento de la relación especial que una Aes Sedai tiene con su Guardián y lo que ocurre si ella muere. Pero es que además nos han dado pinceladas de lo que es el saidin y el saidar, lo que son las Aes Sedai y los diferentes ajahs, los aiel y los tuatha´an con su curiosa filosofía de la hoja. Solo pinceladas, pero que espero sienten las bases de algo más en las futuras temporadas.
Por el lado del mal, la presentación de trollocs y myrdraal son también bastante satisfactorios, con el salvajismo de los primeros y el aura de poder y temor que rodea a los segundos. Los Hijos de la Luz y su cruzada contra las Aes Sedai forman un pilar central en la historia de los protagonistas y se les muestra como verdaderos fanáticos religiosos.
Una Aes Sedai con su Guardián |
La temporada se deja ver con agrado y el final promete una segunda temporada con algún punto más en cuanto a la acción, con las velas de los seanchan en el horizonte y el primer plano de una sul´dam llevando la correa de su damane.
En imdb tiene una nota decente, 7,1. Bien me parece.
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