domingo, 11 de julio de 2010

Lovecraft

Un personaje bastante curioso, Howard Phillips. Su biografía está trufada de circunstancias peculiares: una madre posesiva, una personalidad enfermiza en algunos momentos, un miedo al mar y lo que de él viene desde que casi muere intoxicado por un pescado, ideas filofascistas y ciertamente calificable como racista... Hoy diríamos que Lovecraft es un friki o incluso un inadaptado (aunque en algunos casos ambos términos puedan considerarse sinónimos).

Para él, la cúspide de la evolución y la cultura se personificaba en la raza anglosajona blanca, siendo los demás calificados de "seres inferiores", en el mejor de los casos. Curiosamente, defendía que los Estados Unidos nunca debieran haberse independizado del Imperio Británico.

Tenía una imaginación desbordante, eso es cierto. Estrella rutilante del universo pulp, a través de Weird Tales, mantenía una prolífica correspondencia con admiradores y autores deseosos de continuar su obra (August Derleth, Clark Ashton Smith...), pertenecientes al llamado Círculo Lovecraft. Probablemente se veía a sí mismo como el sumo sacerdote de un culto pagano, dedicando sacrificios de sangre a criaturas obscenas que el hombre no debería conocer (impagable el uso de las cursivas en las diferentes ediciones de su obra).

Todo lo anterior, así como los juicios o prejuicios que podamos tener del personaje, no debe influir en nuestra valoración de su aportación a la literatura fantástica universal. En ese contexto está a un nivel elevado, manteniendo hoy en día su influencia. Su obra principal está compuesta por innumerables cuentos fantásticos y por los Mitos de Cthulhu (El Gran Chipirón). Dentro de éstos, los Dioses Primigenios, las Razas Menores o el Necronomicón, grimorio forrado en piel humana que quizá sea el aspecto más conocido por el público en general.

Relatos como El horroro de Dunwich, La sombra sobre Innsmouth, El caso de Charles Dexter Ward (que inspira Re-Animator), El color que cayó del cielo, son parte de una obra que ha tenido numerosas adaptaciones cinematográficas, bien directamente o bien como elemento inspirador, pues en muchos casos se hacen referencias menores en películas de género. Además de algún que otro homenaje del mundo de la música y, sobre todo, el fantástico juego de rol editado por Chaosium y en España por la mítica JOC. La existencia de los Mitos está justificada por la inspiración de este juego de magnífica ambientación y que engancha mucho más que los cuentos en los que está basado. Es un grande entre los grandes, un clásico que merecerá que comente algo de él algún día de estos.

Sin embargo, aún reconociendo todo lo anterior, no es un autor de mi devoción (y, no nos engañemos, es bastante minoritario y desconocido por el gran público). Pienso que sus relatos han envejecido bastante mal y en algunos casos pecan de ser bastante ingenuos. Quizá el terror psicológico fuera interesante en los años 20 y 30, mas no hoy en día. El interés de su obra radica más en las distintas ramificaciones que de ella se derivan que en su calidad. Cada vez que pienso en Lovecraft me viene a la cabeza Poe; no sé por qué, pues inicialmente no tienen nada que ver. Y si bien considero que Poe es perfectamente actual, con la comparación salen a la luz las miserias de Lovecraft en su descarnada realidad.

Iä, Shubb-Nigurath!

Edito: Re-Animator está basada en Herbert West: Reanimador. Me fustigaré convenientemente para purgar mi desliz. Por supuesto, lo haré en cursiva.

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