viernes, 30 de octubre de 2015

Perillán

El tristemente desaparecido Terry Pratchett, Sir Terry Pratchett, nos dejó muchas pequeñas joyas fruto de un fino sentido del humor y una aguda inteligencia (por qué será que el uno y la otra van unidos las más de las veces). Su serie de Mundodisco empezó como una parodia hilarante del género fantástico para convertirse en un remedo hilarante del mundo real, trufado de crítica social inteligente. 

Después de los años, el pequeño Mundodisco se quedó pequeñoy Sir Terry Pratchett buscó nuevos horizontes. Perillán es su incursión en la Inglaterra del período victoriano, en forma de novela histórica, en cursiva, porque aunque tiene detalles de la misma resulta que no pretende serlo. 



Perillán, el protagonista, un alcantarillero (merodea por las alcantarillas del Londres de la época en busca de las monedas que puedan acabar allí por descuido de los más afortunados. Es en el transcurso de uno de sus merodeos, en una noche lluviosa, cuando oye jaleo arriba y sale por la alcantarilla para ver cómo una joven está siendo brutalmente golpeada por unos matones. Poco puede imaginar que salr en su defensa cambiará totalmente su vida. 

Perillán es una novela costumbrista, de aventuras y de misterio. Un combinado que a buen seguro que gustará a los fieles a nuestro Sir favorito.

Perillán es un personaje dickesiano (Dickens es, además, un personaje de la misma novela) al estilo de Oliver Twist. Un superviviente de la miseria londinense, uno de los que luchan día a día lejos del oropel del Imperio. 

... y mira lo que había dentro de mi chistera...


Con Perillán somos testigos de cómo las clases menos desfavorecidas se enfrenta al reto de la supervivencia en la que por entonces era, sin discusión, la capital del mundo. Acompañado por su viejo amigo y protector judío y un perro bastante maloliente, dará muestras de su ingenio, su picardía y su valentía. Y seremos testigos de cómo asciende, peldaño a peldaño, hasta sacar la cabeza del fango del Támesis. 

Además de Dickens, personajes como Disraeli, Peel (el creador de la policía londinense), Sweeney Todd o la mismísima Reina Victoria. Ambientación, que se llama...

Bueno, que por supuesto Perillán es de sobresaliente. Digna para venderse por entregas...


domingo, 18 de octubre de 2015

Ready Player One

Ready Player One es una novela que gustaría a la mayor parte de los frikis que conozco. Es una oda a los juegos videojuegos, internet, juegos de rol... a todo lo que somos aficionados. Y lo recrea de una forma que lo convierte en épico.



La historia está ambientada en un futuro cercano, en el que la mayor parte de la población permanece sumergida en un entorno de realidad virtual en el que son capaces de escapar de sus miserables vidas (se intuye un mundo postapocalíptico, aunque al autor no le parece necesario entrar en detalles que desvíen la trama principal) y se desarrolla varios años después de la muerte del gurú más emblemático de esa realidad virtual, creador y desarrollador de múltiples juegos, especialmente de OASIS, el juego multijugador más popular de la historia, con decenas de millones de usuarios registrados y que por su ambientación se podría decir que es un juego de rol genérico, tipo GURPS, incluyendo aspectos de World of Warcraft, Call of Duty, Starcraft y muchos otros. 

El creador de OASIS decidió esconder un huevo de pascua dentro del juego, prometiendo a quien lo descubriera una millonada de dólares y el control de su obra. Decenas de usuarios, los gunters, buscan desde entonces el huevo de pascua. 

Hasta que el usuario Parzival consigue descifrar las primeras claves y obtener la primera llave.

A partir de ahí se desarrolla una frenética carrera contrarreloj entre los gunters y los sixers, los malos de la película, asalariados de la compañía que mantiene OASIS en marcha y que desea mantener el control del juego para aumentar las cuotas de usuario y el beneficio comercial. 

Asi se ven los personajes en OASIS...


La lucha entre el bien y el mal, entre liberales gunters y conservadores sixers, como extrema simulacion de nuestra realidad actual, transcurre entre referencias a los años ochenta del siglo pasado y a iconos de nuestras subculturas frikis como el módulo de La tumba de los horrores de D&D, junto a pinceladas de ficticia historia futura. 

El libro se lee con rapidez y no es difícil sumergirse en la trama ni en la historia, pero... la resolución no es satisfactoria, desde el momento en que Wade Owen / Parzival se convierte en trabajador de GSS (la compañía que mantiene OASIS) hasta que se escapa de ese campo de trabajo y se soluciona el asunto del huevo de pascua, no vemos más que una sucesión de deus ex machina y de casualidades demasiado casuales que hacen avanzar la historia y que dejan un poso poco satisfactorio en el lector cuando pasa la última página. 


.... y así se ven fuera

A lo anterior hay que añadir que desde el principio uno se da cuenta de que habrá película, más pronto que tarde, y que la historia parece que se ha escrito con esto en mente. Lo cual no es necesariamente malo, pero tampoco bueno.

A favor, cuenta con el ritmo y la excelente recreación de una sociedad (intuida, más que descrita), muy creíble y muy cercana a la vez a nuestra sociedad actual. Los personajes principales están bien descritos y se desarrollan de una forma aceptable, pero... 

Sombras y luces repartidas casi a partes iguales. Por el guiño a nuestras aficiones, tan queridas, las segundas pesan algo más que las primeras. Un seis.

domingo, 11 de octubre de 2015

Vikingos (T3)

La serie del Canal Historia empezó de una forma que no me acababa de convencer. Interesante, pero más que nada por el interés que tengo por la temática vikinga. La segunda temporada, en cambio, me cautivó prácticamente desde el principio para terminar en un capítulo final memorable que ponía de manifiesto la astucia vikinga que tantas veces reflejaron las sagas. 

La tercera temporada tenía difícil mantener las expectativas que había puesto en ella, tanto que no las ha cumplido del todo. Es inevitable que vea una ligera cuesta abajo, pero por lo menos se mantiene a un nivel más que aceptable. 

Esta tercera temporada es de cambios. Personajes viene, personajes van, personajes desaparecen... La desaparición de tres de ellos me ha dolido especialmente, porque eran de mis secundarios favoritos. No acabo de ver el motivo que pueda haber detrás, la necesidad en la historia, más allá quizá de desarrollar el personaje de Ragnar haciendo frente a su pérdida. 



Esta tercera temporada es épica. Dejamos los familiares parajes de Wessex y Mercia y nos adentramos en el reino franco y vivimos el episodio histórico del asedio de París. Impresionante, la flota de barcos remontando el Sena, la construcción de las torres de asedio, el asalto... Carlos el Calvo rey de los francos, nieto de Carlos el Grande, no es más que una broma pesada a los francos, un pusilánime que sabe que no está a la altura de su herencia pero que al mismo tiempo no quiere reconocerlo pidiendo ayuda a sus hermanos. Mientras, en el otro bando, Floki da un paso más hacia la locura, oye las voces de los dioses, se siente el elegido de los Ases, para darse de bruces con la realidad. 

Al final Ragnar logrará su propósito y saqueará la capital del reino franco, haciendo una vez más uso de su ingenio. ¿Cómo? No es cuestión de fastidiar a aquellos que no lo hayan visto ya, pero hace uso de una estratagema supuestamente histórica y que ha utilizado, entre otros personajes, Conan el cimmerio. 

Mar ensangrentado y... ¿un crucifijo?


Ahora que echo la vista atrás, veo que el protagonismo de Ragnar se ha diluido un poco y ha convertido a la serie en algo mucho más coral de lo que ya era. Eso es bueno, aunque el carisma del rey Ragnar sigue superando con mucho al de sus compañeros, con la posible excepción de Floki. 

El final de la temporada deja varios frentes abiertos. Quizá los más importantes serán la actitud que pueda tener Rollo en el futuro, qué ocurrirá en Wessex y qué destino espera a Floki en manos de Ragnar. Todo se verá, espero, muy pronto.

Pero, por encima de las escenas de batalla, tan brutales y espectaculares como nos tiene acostumbrados la serie, hay un capítulo que recrea como ninguno hasta ahora el ambiente de las sagas. Se trata del capítulo 2: El vagabundo, en el que un personaje misterioso aparece en Kattegat, un viajero incansable que cuenta historias y seduce mujeres y que parece ser el mismo Odín. Junto a El águila de sangre (capítulo 7 de la T2) y La oración del señor (capítulo 10 de la T2), los que más me han gustado. 

Seguiremos adorando a Odín.