domingo, 27 de diciembre de 2015

The Flash (T1)

Barry Allen, el hombre vivo más rápido, The Flash. 

Un superhéroe icónico de la gran rival de Marvel, DC Comics. Miembro de la Liga de la Justicia de América junto a Wonder Woman, Batman y Superman, entre otros. Una de las señas de identidad de la editorial. 

Yo soy la liebre, Usain Bolt es la tortuga

Antena 3 emitió la primera temporada de la última adaptación televisiva (aún la está emitiendo en sus canales de TDT), nacida a raíz del éxito de Arrow. En esta ocasión, el superhéroe acelerado es un prometedor joven con un pasado traumático. Su padre está en prisión, acusado del asesinato de su madre, y él mismo vive acogido por el oficial de policía que investigó el caso. Y para colmo está coladito por la hija de este. 

Un cacao de tres pares de narices. 

¿Luego? Lo normal: le cae un rayo provocado por un accidente en un acelerador de partículas y resulta que su metabolismo se acelera y le da supervelocidad. La releche.

No termina aquí la cosa. Resulta que Barry no es el único afectado por el accidente, sino que hay diversos metahumanos pululando por ahí, muchos de ellos con aviesas intenciones. Así que como Barry es un poco novato en estas lides, necesitará la ayuda del Doctor Wells y sus ayudantes Caitlin y Cisco, que le proporcionarán su soporte y tecnología para que Barry consiga derrotar a los malotes a la saludable tasa de uno por capítulo. 

Por cierto que cada capítulo sigue el mismo patrón: el metahumano hace de las suyas, Barry fracasa en el primer intento de capturarlo e incluso las pasa canutas, descubren el punto débil del metahumano que, normalmente precisa que Barry rebase sus propios límites, aún a riesgo de su vida, para que funcione el plan, y el metahumano es derrotado y encerrado.

Bueno, hay que añadir algunos líos de faldas, triángulos amorosos, tensión sexual no resuelta... Lo habitual en estos casos. Y viajes en el tiempo producto de la hipervelocidad. Esto ya no es tan habitual...

Flash y su reverso. Como los payasos de Micolor.


A pesar de todo resulta una serie entretenida, tipo Smallville que ya pudimos disfrutar hace unos años, para todos los públicos y ayuda a pasar las noches de verano.. No obstante, el 8,3 que hoy le dan en imdb me parece demasiado. Como mucho está para un bien.

Lo que no tiene nombre es la costumbre de las cadenas de televisión de programar las series como si de un maratón se tratara. The Flash se emitía los lunes, empezando a eso de las diez de la noche, tres capítulos seguidos. O sea, venía a acabar a la una de la mañana, minuto más, minuto menos. Y al día siguiente había que trabajar... De lujo.

domingo, 20 de diciembre de 2015

Firefly

Tenía ganas de ver la que algunos (bastantes) consideran la mejor serie de ciencia ficción que jamás haya existido. Una definición un tanto categórica si tenemos en cuenta que ni siquiera llegó a completar una temporada completa...

Firefly se emitió allá por inicios del siglo XXI y se mantuvo un total de catorce capítulos antes de ser cancelada, a pesar de las protestas de un público fiel que se mantiene hasta hoy. Un par de años después su creador, Joss Whedon, realizó una película para tratar de cerrar la historia (Serenity)

Se ha dicho muchas veces que Firefly narra las aventuras de Han Solo. O sea, que el capitán Malcolm Reynolds es una versión más o menos próxima al cazarrecompensas de gatillo fácil. Sí que hay ciertas similitudes (ambos se ganan la vida trapicheando por la galaxia al mando de una chatarra espacial y comparten un punto de cinismo que ayuda a darles ese carisma necesario en un héroe de ficción), aunque también hay diferencias (empezando por el pasado militar de Reynolds). 

Nathan Fillion es un crack

Catorce episodios no dan para mucho, la verdad. Así que el Universo Firefly se muestra a pinceladas, dejando muchas cosas a la imaginación. En realidad deberíamos decir el Sistema Firefly, pues toda la acción parece que se desarrolla en un sistema solar en el que los planetas interiores forman parte de una autoridad centralizada y hasta cierto punto despótica que intenta dominar a los planetas y lunas exteriores. En resumen, un espacio más reducido de lo habitual, pero que resulta suficiente para las tramas y las historias que se entrecruzan.

Es en estas lunas en las que transcurre la acción, en una sociedad del futuro en el que se mezclan elementos de las culturas occidentales y orientales (por ejemplo el idioma) y con ciertas reminiscencias a las películas del oeste. No sé si por falta de presupuesto (las balas de toda la vida son más baratas que los costosos efectos de luz láser) o por decisión propia, pero hay una mezcla de ci-fi y retro que hace a Firefly una serie bastante curiosa.

En cuanto a los personajes, todos y cada uno de ellos tienen su atractivo. Desde el capitán Reynolds (el Nathan Fillion de Castle) y su lugarteniente Zoe Washburne (Gina Torres), pasando por el piloto Wash, la mecánico Kaylee, el pastor Book, la prostituta (acompañante, diríamos mejor) Inara o el mercenario Jayne, hasta los hermanos Simon y River Tam. Todos tienen un trasfondo atractivo, lamentablemente cortado por el escaso número de episodios. La historia de los hermanos Tam es quizá la que más prometía y por eso en la película se llevaron un poco más de protagonismo, pero sin duda los personajes son uno de los puntos fuertes de la serie. 


El reparto, de "calle"

En cuanto a las tramas, entretenidas y divertidas para hacer que cada episodio de 45 o 50 minutos no resulte pesado. Algunas de ellas son de bastante mérito y en todas tenemos momentos para reir o, al menos, sonreir.

No diría que es la mejor serie de ciencia ficción de la historia de la televisión, pero sin duda es muy interesante, como lo demuestra la actividad de sus fans en internet y el goteo de productos (juego de mesa incluido) basados en la serie. Quién sabe. Quizá si hubiera durado un par de temporadas o tres, no estaríamos hablando del mismo interés. Ya se sabe cómo nos gustan a los frikis las causas perdidas.

Para mí, un notable holgado, aunque lejos del 9,1 que a día de hoy le dan los usuarios de imdb.

martes, 8 de diciembre de 2015

El día de los trífidos

El día de los trífidos comienza con Bill Masen tumbado en una cama de hospital, con los ojos vendados. Una pena, porque se ha perdido el paso de la Tierra por la cola de un cometa que ha llenado el cielo de un espectáculo de luces verdes que ha durado hasta bien entrada la noche. 

Quizá su suerte no fue tan mala, pues Masen es uno de los pocos que aún conservan la vista en Londres. Tras quitarse los vendajes es testigo de un espectáculo dantesco, con cientos de personas súbitamente ciegas e indefensas tratando de entender qué les ha pasado. Muchos no lo entienden y acaban suicidándose.

Masen, además del protagonista, es el nexo que une al lector con los trífidos, extrañas plantas que se mueven casi como personas y que no está muy claro de dónde han salido apenas unos años antes aunque se apunta a los soviéticos como sus creadores. Los trífidos resultan ser un negocio y hay grandes plantaciones repartidas por todo el mundo, incluso en jardines particulares. Pronto se constata que son cazadores: tienen un gancho en el extremo de un tallo extensible que inocula un potente veneno con el que cazan a las presas que luego digerirán, una vez comiencen a descomponerse. 


El trífido nace, crece, se reproduce y muere

Sin embargo, los trífidos no son los protagonistas de la historia, a pesar del título. Son los elementos que utiliza el autor para mantener la tensión en muchos momentos de la trama, aunque ésta hubiera funcionado perfectamente sin ellos.

El verdadero protagonista de la novela es el ser humano y su capacidad de adaptación ante las catástrofes. No hay buenos ni malos, solo personas que buscan sobrevivir. Personas capaces de ver que buscan ayudar a aquellos que no pueden. Personas ciegas que llevan a videntes atados con correas y les obligan a alimentarlos y cuidarlos. Grupos que se organizan para salir de Londres y buscar un nuevo lugar para vivir. Parásitos que buscan aprovecharse del trabajo de los demás... Historias cotidianas, todas ellas, para las que los trífidos no son apenas más que un ingrediente secundario. 

En medio de todo, la historia de amor de Bill Masen y Josella Peyton y la supervivencia del ser humano como especie dominante en el planeta.

El día de los trífidos es también hija de su tiempo. Escrita en el año 1951, el miedo a los soviéticos estaba en su punto álgido. No se duda en señalarles como los causantes de las calamidades que se producen. Supongo que era algo habitual por aquel entonces en la ciencia ficción, un género consumido por las clases populares y que, de forma natural, utilizaba sus temores para acercarse más al lector medio.

Una novela que entretiene, sin más, pero que tampoco es para echar cohetes. Un seis, para los malvados trífidos.

domingo, 22 de noviembre de 2015

Los Juegos del Hambre - En llamas

En llamas, la segunda parte de la trilogía (literaria porque, siguiendo la moda, el último libro se ha convertido en dos películas) de Los Juegos del Hambre, es más de lo mismo. 

Si acaso es peor, porque aunque se profundiza algo en la historia del Capitolio y los distritos, ya ha perdido el elemento sorpresa que era lo que daba un armazón a una historia bastante simplona y maniquea (los buenos son muy buenos, aunque atormentados; los malos, malísimos). 

Ante todo, que se nos vea épicos

En esta ocasión, con motivo de los 75º Juegos del Hambre, al malvado presidente Snow (Donald Sutherland, ya acostumbrado a papeles de malvado) no se le ocurre otra cosa que inventarse una regla que indica que cada distrito elegirá a sus tributos entre los ganadores de ediciones anteriores. Cómo no, Katniss y Peeta son elegidos por su distrito. De esta forma, Snow piensa que la rebelión que se está gestando morirá antes de nacer si sus ídolos caen.

Poco más puedo contar: muchos personajes nuevos, a cada cual más friki; la estética del Capitolio es tan decadente como en la primera película (algo que contribuye a darle un poco de sabor a la cinta); otra vez Lenny Kravitz y Woody Harrelson; Jennifer Lawrence con cara de palo... 

De la Academia de Expresividad de Roger Moore...

Bastante poca cosa, para una película que por lo menos no aburre. 

No aburre, pero el final, bastante deus ex machina, nos deja un poco con cara de tontos mientras prepara el camino a la tercera (tercera y cuarta) parte. 

No, no estáis equivocados si pensáis que no me entusiasma. Para nada lo hace. 

Los Juegos del Hambre es una muestra más de esa moda que se ha instaurado en los últimos años, con sagas basadas en libros juveniles que han sido éxitos rotundos de ventas y que encaraman a los protagonistas a la categoría de ídolos mundiales. Crepúsculo, Divergente, Los Juegos del Hambre... Mejores o peores, todas estas series siguen más o menos los mismos parámetros. 

Y de todos esos actores jóvenes, la que mejor está aprovechando la oportunidad es Jennifer Lawrence. Me alegro. Aunque no muestre más emociones que un clavo, por lo menos no se le queda cara de pánfila como a ciertos vampiros de por ahí.

Un aprobado raspado para En llamas. Ganas de ver las siguientes no tengo muchas...

domingo, 15 de noviembre de 2015

La Compañía Negra (#1 a #4)

La Compañía Negra, de Glen Cook, es una serie que me ha ido atrapando según han ido pasando los volúmenes. Si La primera crónica fue una especie de quiero y no puedo, los demás libros han ido mejorando ese sentimiento y han ido añadiendo color (negro) a la historia.

Los tres primeros volúmenes conforman los Libros del Norte (La primera crónica, Sombras fluctuantes y La rosa blanca), mientras que el cuarto se considera independiente (El clavo de plata). Cuentan la historia de la caída en desgracia de la Compañía desde los combates bajo el estandarte de la Dama en el lejano norte hasta que cambian de bando y pasan a defender a la Rosa Blanca de los intentos de la Dama por destruirla. 



Pero el despertar del Dominador, antiguo esposo de la Dama, un ser de tal maldad que tanto ella como sus lugartenientes, los Tomados, no son más que un pálido reflejo de su poder, hace que la Dama y la Rosa Blanca unan sus fuerzas para detenerlo antes de que alcance su plenitud y amase poder suficiente para arrasar el mundo. La lucha es tan encarnizada que casi cuesta la supervivencia  a la Compañía, que resulta prácticamente aniquilada.

El cuarto libro, El clavo de plata, es un interludio entre estos libros del Norte y los futuros libros del Sur y cuenta la historia de un grupo de buscavidas que se encuentran en poder de esa reliquia, de inmenso poder, que no es otra cosa que la maldad destilada del Dominador. En un escenario reducido como es una ciudad bajo sitio, la novela recrea muy bien la psicología de este grupo que lucha contra aquellos que quieren desposeerlos de este preciado y valorado instrumento, y que también lucha entre sí por la posesión del mismo. No pude evitar recuerdos de aquella película, El tesoro de Sierra Madre, de Bogart, al ver como empiezan a desconfiar unos de otros. 



La Compañía Negra, denominada así porque en un principio todos sus integrantes eran de raza negra, es la última de las compañías libres que un día dejaron la ciudad de Kathovar, allá en el lejano sur. En sus varios siglos de historia ha pasado por momentos de gloria y momentos de desesperación. Todo se halla en los Anales, los libros en los que los analistas van reflejando los nombres de aquellos que se enrolaban en la Compañía y sus hechos de armas. 

Matasanos, el cirujano de campaña, es el analista que nos cuenta la historia haciendo uso de la prosa de Glen Cook. Es una historia alejada del glamour de otras series fantásticas, pero también hay que decir que es una serie que resulta bastante difícil de leer. 



La estrategia de Cook es sumergir al lector en un mundo totalmente desconocido, con unos conceptos extraños a los que habrá que familiarizarse. Sus historias son confusas al principio, con diferentes hilos argumentales que van convergiendo hasta llegar al climax final de cada libro. Hace falta acostumbrarse, pero cuando el lector lo consigue, se disfruta más de la lectura. 

Una de las cosa que más me gusta es el relieve que tienen los personajes. La Dama, Matasanos, Un Ojo, Goblin, Linda, Cuervo... todos ellos tienen algo que los hace especiales. Más aún, diría que tienen algo que los hace reales.  Por eso se les llega a coger cariño, a pesar de que por esa misma realidad todos ellos son imperfectos.




De los cuatro libros, quizá el mejor sea el segundo con ligera ventaja sobre el cuarto. El peor, sin duda, el primero debido a las excesivas novedades y al esfuerzo que requiere. En conjunto, merece sin duda un aprobado alto. 

La verdad es que no me arrepiento de haber continuado su lectura, a pesar de que me llegué a plantear dejarlo tras el primer libro. Como he dicho otras veces, hay muchas cosas por leer ahí fuera, y poco tiempo.

domingo, 8 de noviembre de 2015

Sombras tenebrosas

No tenía mucha ilusión en ver Sombras tenebrosas. No soy precisamente un fan de Tim Burton y Johnny Depp solo me ha gustado como Jack Sparrow (y no siempre) y como Willi Wonka. Otro problema es que los vampiros no me apasionan demasiado (debido al estrés postraumático de visionar dos películas de la saga Crepúsculo; afortunadamente me libré de las dos últimas). 



No son precedentes muy halagüeños, no... 

He de decir que, sin tirar cohetes, la cosa no fue tan mal. Una película entretenida, una historia interesante, personajes atractivos, con un humor negro que me hizo sonreir y con una Michelle Pfeiffer que está muy bien para sus años (¡ay aquellos tiempos de Lady Halcón!) 

Tanto brillo no le hace justicia


El bueno de Barnabás Collins (Johnny Depp) se enamora de una chica allá por el siglo XVIII. La sirvienta de su casa, Angelique (Eva Green), que pensaba que lo tenía en el bote, sufre por despecho. Pero resulta que la tal Angelique, además de estar de muy buen ver, es una bruja y tiene muy mala leche, así que hace que la amada de Barnabás se suicide y transforma a este en un vampiro.

La doctora

Fundido a negro y nos vamos doscientos años en el futuro. La familia Collins se ha convertido en decadente y disfuncional. La cabeza de familia es Elizabeth (Michelle Pfeiffer), que carga con una hija adolescente, un hermano tramposo con un hijo pequeño, una doctora dada a la bebida (Helena Bonham Carter) y un personal de servicio desmotivado. El negocio de las conservas de pescado, actividad que proporcionó riqueza a la familia, anda de capa caída. A esta casa  llegará una nueva institutriz (de asombroso parecido a la amada de Barnabás) que tratará de poner orden en la prole. 

La institutriz


Y Barnabás, el bueno de Bárnabas, despertará después de doscientos años con sed, mucha sed.

Debería cambiar de peluquero.... con urgencia

A partir de ahí veremos cómo Bárnabas intenta devolver el lustre a su familia. El, a pesar de verse convertido en una criatura de la noche, es el único de la familia que tiene orgullo y principios. Y pondrá ambas virtudes al servicio de los suyos, solo para encontrarse de nuevo, cara a cara, con la bruja que le convirtió en lo que hoy es.

La mala, muy mala...

Resulta que la película es una actualización de la teleserie del mismo nombre que se emitía en los Estados Unidos allá por finales de los años sesenta del siglo pasado. Ignoro si era tan irreverente como esta revisión. 

Como digo, entretenida, sin más pretensiones. Un seis alto, casi coincidiendo con imdb.


lunes, 2 de noviembre de 2015

El juego de Ender

Andrew "Ender" Wiggin es la última esperanza de la Humanidad. Hace años que se consiguió repeler la invasión de una raza alienígena conocida como "los insectores" por su apariencia de... insectos. Una victoria que costó la vida de muchos.

Hoy, la Humanidad se prepara para llevar la guerra al planeta de sus enemigos. Por eso se ha llevado a cabo una cuidadosa selección genética cuyo fin es crear al héroe de la Humanidad, a su general. Por eso, la familia Wiggin ha conseguido permiso para tener un tercer hijo en lugar de dos. Porque el hermano mayor de Ender era demasiado violento. Y su hermana, demasiado débil. Todos esperan que Ender sea el justo término medio. 



Sin embargo, su camino hacia el liderazgo no será fácil. Primero tendrá que destacar en la Escuela de Batalla, y luego deberá demostrar sus capacidades en elaborados juegos de guerra, diseñados para reaccionar como lo harían los enemigos.

Al final, Ender descubrirá que aquellos juegos de guerra están demasiado lejos de ser un juego...

Leí la novela El juego de Ender hace ya muchos años y es hasta ahora la única novela de Orson Scott Card que leído. La edición era una de esas que de vez en cuando acompañan a los periódicos, y recuerdo que todavía vivía en Madrid. No me llamó mucho la atención y no recuerdo gran cosa aparte de que el final no me lo esperaba y que me pareció un poco confusa. Ni de lejos diría que era una referencia de la ciencia ficción como muchos dicen por ahí, pero para gustos, colores.

Hace unas pocas semanas vi la película yhe de decir que me ha gustado mucho más que el libro. Me ha parecido mucho mejor la forma en que se muestran las diferentes personalidades de los protagonistas y empatizo mucho más con Ender, sus dudas y cómo carga con un peso demasiado grande para sus pequeñas espaldas de niño. Porque en el libro es fácil olvidar que Ender, Bean y los demás no dejan de ser niños, por  muy superdotados que sean, y no adultos en miniatura, casi máquinas siguiendo una brutal instrucción que busca deshumanizarlos para ser, paradójicamente, la esperanza de la Humanidad.

A ver Wiggin... cuénteme otra vez eso de la objeción de conciencia...


Y gran parte de todo es culpa de los grandes ojos azules de Asa Butterfield, el que también fue Hugo en La invención de Hugo (que todavía no he visto). Este chico ha estado a punto de ser el nuevo Peter Parker después del bluf de Andrew Garfield, pero me parece que no le hará falta.

La película mejora al libro y al mismo tiempo le da otra dimensión, otra oportunidad podríamos decir. Si el libro es un seis, la película es un ocho, sin duda.

viernes, 30 de octubre de 2015

Perillán

El tristemente desaparecido Terry Pratchett, Sir Terry Pratchett, nos dejó muchas pequeñas joyas fruto de un fino sentido del humor y una aguda inteligencia (por qué será que el uno y la otra van unidos las más de las veces). Su serie de Mundodisco empezó como una parodia hilarante del género fantástico para convertirse en un remedo hilarante del mundo real, trufado de crítica social inteligente. 

Después de los años, el pequeño Mundodisco se quedó pequeñoy Sir Terry Pratchett buscó nuevos horizontes. Perillán es su incursión en la Inglaterra del período victoriano, en forma de novela histórica, en cursiva, porque aunque tiene detalles de la misma resulta que no pretende serlo. 



Perillán, el protagonista, un alcantarillero (merodea por las alcantarillas del Londres de la época en busca de las monedas que puedan acabar allí por descuido de los más afortunados. Es en el transcurso de uno de sus merodeos, en una noche lluviosa, cuando oye jaleo arriba y sale por la alcantarilla para ver cómo una joven está siendo brutalmente golpeada por unos matones. Poco puede imaginar que salr en su defensa cambiará totalmente su vida. 

Perillán es una novela costumbrista, de aventuras y de misterio. Un combinado que a buen seguro que gustará a los fieles a nuestro Sir favorito.

Perillán es un personaje dickesiano (Dickens es, además, un personaje de la misma novela) al estilo de Oliver Twist. Un superviviente de la miseria londinense, uno de los que luchan día a día lejos del oropel del Imperio. 

... y mira lo que había dentro de mi chistera...


Con Perillán somos testigos de cómo las clases menos desfavorecidas se enfrenta al reto de la supervivencia en la que por entonces era, sin discusión, la capital del mundo. Acompañado por su viejo amigo y protector judío y un perro bastante maloliente, dará muestras de su ingenio, su picardía y su valentía. Y seremos testigos de cómo asciende, peldaño a peldaño, hasta sacar la cabeza del fango del Támesis. 

Además de Dickens, personajes como Disraeli, Peel (el creador de la policía londinense), Sweeney Todd o la mismísima Reina Victoria. Ambientación, que se llama...

Bueno, que por supuesto Perillán es de sobresaliente. Digna para venderse por entregas...


domingo, 18 de octubre de 2015

Ready Player One

Ready Player One es una novela que gustaría a la mayor parte de los frikis que conozco. Es una oda a los juegos videojuegos, internet, juegos de rol... a todo lo que somos aficionados. Y lo recrea de una forma que lo convierte en épico.



La historia está ambientada en un futuro cercano, en el que la mayor parte de la población permanece sumergida en un entorno de realidad virtual en el que son capaces de escapar de sus miserables vidas (se intuye un mundo postapocalíptico, aunque al autor no le parece necesario entrar en detalles que desvíen la trama principal) y se desarrolla varios años después de la muerte del gurú más emblemático de esa realidad virtual, creador y desarrollador de múltiples juegos, especialmente de OASIS, el juego multijugador más popular de la historia, con decenas de millones de usuarios registrados y que por su ambientación se podría decir que es un juego de rol genérico, tipo GURPS, incluyendo aspectos de World of Warcraft, Call of Duty, Starcraft y muchos otros. 

El creador de OASIS decidió esconder un huevo de pascua dentro del juego, prometiendo a quien lo descubriera una millonada de dólares y el control de su obra. Decenas de usuarios, los gunters, buscan desde entonces el huevo de pascua. 

Hasta que el usuario Parzival consigue descifrar las primeras claves y obtener la primera llave.

A partir de ahí se desarrolla una frenética carrera contrarreloj entre los gunters y los sixers, los malos de la película, asalariados de la compañía que mantiene OASIS en marcha y que desea mantener el control del juego para aumentar las cuotas de usuario y el beneficio comercial. 

Asi se ven los personajes en OASIS...


La lucha entre el bien y el mal, entre liberales gunters y conservadores sixers, como extrema simulacion de nuestra realidad actual, transcurre entre referencias a los años ochenta del siglo pasado y a iconos de nuestras subculturas frikis como el módulo de La tumba de los horrores de D&D, junto a pinceladas de ficticia historia futura. 

El libro se lee con rapidez y no es difícil sumergirse en la trama ni en la historia, pero... la resolución no es satisfactoria, desde el momento en que Wade Owen / Parzival se convierte en trabajador de GSS (la compañía que mantiene OASIS) hasta que se escapa de ese campo de trabajo y se soluciona el asunto del huevo de pascua, no vemos más que una sucesión de deus ex machina y de casualidades demasiado casuales que hacen avanzar la historia y que dejan un poso poco satisfactorio en el lector cuando pasa la última página. 


.... y así se ven fuera

A lo anterior hay que añadir que desde el principio uno se da cuenta de que habrá película, más pronto que tarde, y que la historia parece que se ha escrito con esto en mente. Lo cual no es necesariamente malo, pero tampoco bueno.

A favor, cuenta con el ritmo y la excelente recreación de una sociedad (intuida, más que descrita), muy creíble y muy cercana a la vez a nuestra sociedad actual. Los personajes principales están bien descritos y se desarrollan de una forma aceptable, pero... 

Sombras y luces repartidas casi a partes iguales. Por el guiño a nuestras aficiones, tan queridas, las segundas pesan algo más que las primeras. Un seis.

domingo, 11 de octubre de 2015

Vikingos (T3)

La serie del Canal Historia empezó de una forma que no me acababa de convencer. Interesante, pero más que nada por el interés que tengo por la temática vikinga. La segunda temporada, en cambio, me cautivó prácticamente desde el principio para terminar en un capítulo final memorable que ponía de manifiesto la astucia vikinga que tantas veces reflejaron las sagas. 

La tercera temporada tenía difícil mantener las expectativas que había puesto en ella, tanto que no las ha cumplido del todo. Es inevitable que vea una ligera cuesta abajo, pero por lo menos se mantiene a un nivel más que aceptable. 

Esta tercera temporada es de cambios. Personajes viene, personajes van, personajes desaparecen... La desaparición de tres de ellos me ha dolido especialmente, porque eran de mis secundarios favoritos. No acabo de ver el motivo que pueda haber detrás, la necesidad en la historia, más allá quizá de desarrollar el personaje de Ragnar haciendo frente a su pérdida. 



Esta tercera temporada es épica. Dejamos los familiares parajes de Wessex y Mercia y nos adentramos en el reino franco y vivimos el episodio histórico del asedio de París. Impresionante, la flota de barcos remontando el Sena, la construcción de las torres de asedio, el asalto... Carlos el Calvo rey de los francos, nieto de Carlos el Grande, no es más que una broma pesada a los francos, un pusilánime que sabe que no está a la altura de su herencia pero que al mismo tiempo no quiere reconocerlo pidiendo ayuda a sus hermanos. Mientras, en el otro bando, Floki da un paso más hacia la locura, oye las voces de los dioses, se siente el elegido de los Ases, para darse de bruces con la realidad. 

Al final Ragnar logrará su propósito y saqueará la capital del reino franco, haciendo una vez más uso de su ingenio. ¿Cómo? No es cuestión de fastidiar a aquellos que no lo hayan visto ya, pero hace uso de una estratagema supuestamente histórica y que ha utilizado, entre otros personajes, Conan el cimmerio. 

Mar ensangrentado y... ¿un crucifijo?


Ahora que echo la vista atrás, veo que el protagonismo de Ragnar se ha diluido un poco y ha convertido a la serie en algo mucho más coral de lo que ya era. Eso es bueno, aunque el carisma del rey Ragnar sigue superando con mucho al de sus compañeros, con la posible excepción de Floki. 

El final de la temporada deja varios frentes abiertos. Quizá los más importantes serán la actitud que pueda tener Rollo en el futuro, qué ocurrirá en Wessex y qué destino espera a Floki en manos de Ragnar. Todo se verá, espero, muy pronto.

Pero, por encima de las escenas de batalla, tan brutales y espectaculares como nos tiene acostumbrados la serie, hay un capítulo que recrea como ninguno hasta ahora el ambiente de las sagas. Se trata del capítulo 2: El vagabundo, en el que un personaje misterioso aparece en Kattegat, un viajero incansable que cuenta historias y seduce mujeres y que parece ser el mismo Odín. Junto a El águila de sangre (capítulo 7 de la T2) y La oración del señor (capítulo 10 de la T2), los que más me han gustado. 

Seguiremos adorando a Odín.


martes, 29 de septiembre de 2015

Joyas literarias juveniles

Recientemente he podido recuperar la colección de las Joyas Literarias Juveniles de la Editorial Bruguera (maravillas de la era digital), una fantabulosa serie de doscientos setenta números. 

Cada uno de esos tebeos tenía treinta y dos páginas a todo color con más de trescientas viñetas. Ese derroche de color y dibujos servía para adaptar al cómic alguno de los más famosos clásicos. No faltaba ninguno: Verne, Salgari, London, Twain, May, Conan Doyle, Dickens...

¿Se puede empezar mejor una colección?

Pasar sus páginas es como volver al pasado. Desde esa portada, en su inmensa mayoría dibujadas por el para mí desconocido Antonio Bernal, con el precio en pesetas (quince pesetas, tres duros, costaba el número uno de la colección) y cuya ilustración nos transportaba ya al desierto, a la jungla, a los mares del sur, a cualquier destino imaginado por los grandes, en suma. Hasta esa contraportada que listaba todos los números publicados. 

He de reconocer que no tengo grandes recuerdos de una colección que empezó allá por 1967 y se publicó hasta 1983. Creo que alguno vi por casa, quizá algún tomo recopilatorio, pero la magia de las viñetas sirvió para que me adentrara en otra, la magia de las letras. Con esta colección y con otra también de Bruguera, pero esta vez de libros (Historias Color) en los que se alternaban páginas de texto con páginas ilustradas, me adentré en las procelosas aguas de los libros de aventuras y me convertí en un empedernido lector. Hasta hoy. 

Nunca una manzana dio para tanto

En esas páginas trabajaron artistas como Victor Mora, creador del Corsario de Hierro y el Capitán Trueno o el ya citado Antonio Bernal, asi como muchos otros trabajadores de la Editorial Bruguera, verdadera fábrica de sueños para los chavales desde los años cincuenta hasta los ochenta del siglo pasado. 

Es una pena que estas iniciativas ya no se lleven a cabo. Los clásicos están abandonados, la gente casi no lee y lo que se lee es, en más casos de los deseados, comida rápida que entra fácil y sale más fácil todavía. La juventud no se engancha a la lectura y se está perdiendo muchas cosas.

Tom Sawyer y Huckleberry Finn, aventuras sin fin...


Pero esa, es otra historia. La de hoy es que durante la lectura de esta colección me he vuelto a sentir como aquel niño que leía tebeos tirado en la alfombra del salón de su casa y que luego recreaba las aventuras que había leído con sus fieles clicks de playmobil, siempre dispuestos a batirse el cobre por un quítame allá una onza de oro del Yukón.

sábado, 26 de septiembre de 2015

Cine de verano

El verano es una época propicia para ir de vez en cuando al cine y aprovechar ofertas del día del espectador. Los precios se han disparado y es normal que una sesión de cine supere ampliamente los veinte euros si sumas las entradas, bebida y algo de comer. Y cuando digo ampliamente... 

Aún así, nos gusta mucho el cine y en verano hay muchos estrenos y pelis para elegir, así que...

LOS MINIONS

Una pequeña gran decepción. Una de las películas que iban a romper la taquilla. Lo hicieron, pero por momentos es aburrida. Estos pequeños seres amarillos con gafas de buceador, idioma imposible y nombres de lo más mundanos, son capaces de subir el tono humorístico en cualquier entrega de Gru, pero no son capaces de mantener el interés durante novena minutos. Si además los mejores gags los ponen en los cortos de publicidad, poco espacio queda para la sorpresa. 

Stuart, Kevin y Bob, aunque no sé cuál es cuál

Me pasó lo mismo con los pingüinos de Madagascar.

Olvidable, salvo momentos puntuales.

DEL REVÉS (INSIDE OUT)

Otra de las pelis que lo iban a petar. Otra que lo hizo. 

Mucho mejor que Los minions, en esta ocasión vemos cómo funciona la cabeza por dentro: Alegría, Tristeza, Ira, Miedo y Asco son personajes, pero además vemos la memoria a corto plazo, la memoria a largo plazo, los pilares de nuestra personalidad... Una maravilla en lo formal y un argumento interesante. Lo peor, que tira demasiado de moralina. Lo mejor, que los niños salen encantados.

Elenco protagonista: Ira, Miedo Alegría, Asco y Tristeza




 Pixar, ¿para cuándo Los increíbles 2?


PIXELS

Una gamberrada de Adam Sandler que se deja ver por frikis como nosotros. 

Que una civilización alienígena recree a tamaño real los mayores éxitos de las recreativas de los años ochenta y los utilice para conquistarnos, es en si mismo un argumento producto de una fumada de proporciones épicas. Pero tiene unos cuantos golpes interesantes, Peter Dinklage es un crack incluso cuando no hace de Tyrion Lannister y la chica es guapa y se enamora del eterno friki

Esta es la chica guapa

Lo peor: tira de moralina más todavía que Del revés en su afán de mostrar a los eternos perdedores como los ganadores por una vez. 

Lo mejor: aparte de Dinklage, el cameo de Ned Sta... de Sean Bean como oficial británico.

ATRAPA LA BANDERA

 Película española, como Planet 51 o como Tadeo Jones

Un malvado empresario quiere demostrar que los USA nunca estuvieron en la Luna y que todo fue un fraude, para así quedarse con el satélite en propiedad y con los inmensos recursos energéticos que posee. Una carrera espacial comprimida, los medios económicos del empresario chocan con la chatarra que debe utilizar la NASA (el imponente cohete Saturno V). 



El afán de meter conflictos familiares aparentemente eternos, el recurso de me voy a morir y te perdono todo, la moralina... defectos que parecen contagiosos. Niños que superan toda la seguridad del centro de lanzamiento y se cuelan en la cápsula... buf...

Se deja ver. 


lunes, 21 de septiembre de 2015

Juego de Tronos (T5) o el efecto mariposa

La quinta temporada de Juego de Tronos confirma la separación del hilo argumental respecto a la serie de libros en la que se basa. 

Como si de la teoría del caos se tratara, los cambios fueron sutiles al principio. Pero con el paso del tiempo hay hilos argumentales que se han separado kilómetros de aquellos de los que nos enamoramos en los libros. Como el aletear de la mariposa del Sur de América que se convierte en una tempestad en el Atlántico Norte.

Esa es la novedad más importante en el desarrollo de la serie que, por otra parte, continúa con su espectacular desarrollo. Los distintos hilos argumentales mantienen el interés y hace que sea prácticamente imposible discutir sobre ellos so pena de meter un SPOILER muy grande (tranquilos, falsa alarma; no voy a comentar la tan discutida escena final del último capítulo de la temporada) aunque a estas alturas de la vida, uno tiene que desaparecer de la faz de la tierra hasta un recóndito lugar sin wifi para que no le lleguen ecos de las discusiones más encarnizadas de la historia de la televisión.

Tyrion, filósofo

 Tyrion sigue siendo un crack, un Lannister y un consejero sin igual. Brienne de Tarth y el fiel Podrick son de los personajes más honorables de un elenco lleno de claroscuros. Cersei, odiosa. Stannis un poco odioso también, sobre todo después de hacer... eso. Ramsay Bolton no es solo odioso, sino que da grima. Hediondo/Theon da asco... y pena. Arya se pasa de lista. Sansa es bella, dulce y le pasa... eso. Jon Nieve hace lo que tiene que hacer hasta... eso. 

Los caminantes blancos han llegado ya. Los reinos de los hombres deben prepararse, pero sucede... eso. 

Y los dragones...  Ser Barristan, Gusano Gris, Missandei, Ser Davos, Melissandre... cuántos personajes, cuántas historias. Qué lío. 

La dulce Missandei


Vale que las historias se separan de los libros. Puede ser un mecanismo de autoprotección, porque prácticamente han alcanzado al bueno de George R.R. Martin y corren un serio riesgo de quedarse sin material. Parece que no les importan y que desarrollarán los distintos argumentos de forma independiente a las novelas, lo que abre un interrogante si finalmente se produce el sorpasso: ¿qué final nos gustará más? Y, también... ¿habrá spoilers en la serie de los futuros libros?

Y la más dulce Sansa


Ains, ardo en deseos de leer el nuevo. Se espera para 2016. 

También ardo en deseos de ver la sexta temporada... 

Un crack, total.


viernes, 11 de septiembre de 2015

La gran desmemoria

Pilar Urbano es algo así como una periodista de ¿investigación?, al parecer vinculada con la Obra, que de vez en cuando publica un libro de esos que pueden ser incendiarios. La gran desmemoria es uno de ellos, centrado en la Transición desde el último gobierno franquista de Arias Navarro hasta la resolución del golpe de estado del 23-F. 

Urbano se basa en lo que parecen toneladas de notas y horas de audio tomadas durante eternas conversaciones con diferentes protagonistas de la época, y se centra en los dos personajes principales: Adolfo Suárez y Su Majestad el Rey Juan Carlos I. 

Las páginas de La gran desmemoria van desgranando una historia que no por repetida ha dejado de ser interesante. Incluso podríamos decir que aquella época ha sido mitificada hasta el punto de que no se admite ninguna crítica a posteriori. 

Parecen el Padrino y su consigliere


Digo que la historia ha sido repetida infinidad de veces. De hecho, pocas cosas en este libro me han llegado a sorprender. Reportajes de Victoria Prego y efemérides varias han hecho que trasciendan las anécdotas más verosímiles e inverosímiles. 

Lo que me resulta curioso es ver cómo, según avanza el libro, la figura de Suárez se contrapone a la del Rey. Es como el lado luminoso y el lado oscuro de la Fuerza. Como Obi-wan y Darth Vader. La gran desmemoria se convierte en una hagiología de nuestro primer presidente democrático tras la dictadura y el primer Rey constitucional, a medida que los desencuentros entre ambos se hacen cada vez más frecuentes y patentes. Incluso, parece que detecto cierta animadversión hacia la figura del Rey. 

No obstante sí me resulta creíble la hipótesis que se viene a plantear: que el Rey dejó que fermentara una situación de gran peligro para la incipiente Democracia, alentando de forma más o menos activa, más o menos pasiva, el avispero que era la cúpula de las Fuerzas Armadas. Y que luego, asustado por eso mismo, trabajó con denuedo durante la tarde y la noche del 23-F para reconducir la situación. En resumen, jugó con fuego y casi nos quema a todos. 

Un buen libro si te interesa la Transición Española. Quizá no tan modélica como nos la han querido vender luego, pero ciertamente un ejemplo de consenso en los tiempos que corren. 


sábado, 29 de agosto de 2015

Homeland (T4)

La tercera temporada de Homeland fue bastante decepcionante en todos los sentidos. Pensé que la serie se había alargado bastante más de lo necesario y mi interés por la serie decayó tanto que me planteé no continuar. Hay muchas cosas que ver y muy poco tiempo...

De hecho, estuve remoloneando durante meses antes de ponerme con ella. Alguna conversación con gente que la había visto y que le había gustado me convenció para darle otra oportunidad. 

La verdad que no me arrepiento. La cuarta temporada sube bastante respecto a la tercera, aunque no llegamos al nivel de la primera y la segunda. Remonta y mantiene el interés, a pesar (o gracias) a la ausencia de Brody y su perenne cara de susto. 

Los carteles no engañan: ella es el eje central


Sí, falta Brody. Pero tenemos Carrie para aburrir. Tenemos a Carrie y su cara de ida, o de loca, o de... no sé, de lo que queráis, pero no la aguanto. Las muecas de Clare Danes han hecho de Carrie un personaje que me resulta odioso. 

Menos mal que tenemos a Peter Quinn. El personaje se ha visto favorecido por la ausencia de Brody (¿he dicho ya que Brody no está?) y se ha convertido en mi favorito, con diferencia. Descubre que tiene un corazoncito y que en el fondo le repugna lo que hace. Lo hace porque, simplemente, no sabe hacer otra cosa. La escena de la pelea en la cafetería mola. 

Tenemos también a Saúl Berenson, al que le pica tanto el gusanillo que su trabajo en el sector privado le sabe a poco. Nada que un viajecito a Islamabad y mucha adrenalina no puedan curar. Lo que no sabemos es lo que dirá su mujer...

El elenco de malutos no está mal. Uno de ellos es carismático, a la par que despiadado, pero cuando le conoces tiene una serie de claroscuros que hacen difícil definirlo. Lo bueno que Homeland ha tenido siempre es que se pone en el lugar del otro y te hace entrever sus motivaciones. Te descubres empatizando con personajes que deberían ser odiosos a nuestros ojos, pero que tienen algo que les ayuda a evitarlo. Es un juego con el espectador, diría yo. Una pequeña (o grande) manipulación de los sentimientos. 

¿Dónde está Brody?


No diré mucho más. Solo que en esta temporada pasan cosas muy gordas. Algunas las ves venir, pero otras son totalmente inesperadas y te dejan con la boca abierta. Muere también algún personaje de esos que no deberían morir nunca porque son de los buenos. Una muerte en particular me tocó bastante las narices. 

La temporada empieza algo floja, aumenta mucho de interés hacia la mitad y vuelve a perder fuelle al final. El final del último capítulo, para mayor gloria de Carrie y Peter, prescindible. El ambiente opresivo de Islamabad y la embajada estadounidense en esa ciudad, me ha gustado.

Bueno, de momento Homeland aguanta el tirón. Veremos la quinta temporada.

domingo, 23 de agosto de 2015

Guardianes de la galaxia

Un terráqueo, una guerrera de piel verde, un árbol con patas que solo sabe decir "Yo soy Groot", un asesino con la piel surcada de tatuajes rojos y un mapache que habla y utiliza armas automáticas. 

Ese es el quinteto protagonista de Los guardianes de la galaxia, película del Universo Marvel que, aunque alejada de los superhéroes tradicionales, sin embargo mantiene una relación con ellos (Thanos y las piedras de colores tras las que va). Una peli menor que ha sido un éxito de taquilla que ha sorprendido a propios y extraños, fíjate tú.



Otro viaje en autobús, en esta ocasión nocturno, me permitió verla para pasar el rato. Su fama la precedía. Decían que era una de las mejores, si no la mejor, de las películas basadas en personajes de la Casa de las Ideas. Bueno, tengo que decir que su fama es mejor de lo que merece.

El maluto, pasado con la sombra de ojos

Es una película entretenida, algo de acción, algo de humor... pero si tu mapache es el mejor actor de todos y resulta que está generado por ordenador, entonces tienes un problema. Zoe  Saldana, Dave Bautista (que viene de la WWE), Chris Pratt.... demasiadas caras de palo.Y una historia que resulta un poco demasiado confusa, un malo que promete horas de agonía para los buenos y que luego resulta bastante nifú nifá y las fugaces visiones de ese Thanos que se está preparando en la sombra para una confrontación que promete hacer temblar los cimientos del Universo Marvel (o no, quién sabe, que estas cosas luego no son lo que parecen).

Vale que no estamos viendo algo de Shakespeare. O sea, que la actuación viene a ser algo secundario y que estamos sentados viendo la peli porque mola, pero se me antoja demasiado poco. Verdaderamente estamos bajando el nivel de exigencia y ya cualquier cosa nos vale. 

Este será tu mejor hombre


Lo curioso es que más de medio millón de usuarios de imdb valoran la cinta con un épico 8,1. Mucho, me parece. Demasiado, diría yo. Alrededor de un 6 sería algo más ajustado, poniéndolo en perspectiva. 


jueves, 20 de agosto de 2015

Pompeii

Pompeya, una mezcolanza de tópicos del cine de romanos y no precisamente para bien. 

Esta amarga frase define lo que me ha parecido esta película de la que he sufrido todos y cada uno de sus 145 minutos de metraje, una sucesión de situaciones ya mil veces vistas, de villanos que se esfuerzan tanto en parecer que son más malos que nadie que caen en la autoparodia, de buenos que lo son tanto que solo les falta levitar y ascender a los cielos, de actores que no se creen mucho lo que están haciendo, de otros actores que han ido directamente a poner el cazo... podría seguir así un largo rato, pero no merece la pena, creedme. 

No me gusta ni el poster


El protagonista es Milo (Kit Harrington o Jon Nieve), un esclavo al que se le dan maravillosamente bien tanto los caballos como las armas. Su destino se cruza con Cassia (Emily Browning), heredera de una familia de Pompeya que quiere medrar y hacer negocio en Roma. Ahí entra el maluto, Corvus (Kiefer Sutherland) y su lacayo, tanto o más maluto que él. 

El verdadero protagonista, con más registros que algunos actores del reparto


Bueno, resulta que Milo entra en una escuela de gladiadores y resulta que es el más mejor de todos ellos, excepto Atticus, al que solo le falta una victoria para convertirse en un hombre libre (hay un paralelismo con el típico policía que se come un donut mientras sale de patrulla en su último día de trabajo antes de jubilarse, así que ya sabéis cómo va a acabar la cosa para él). 

Lo gordo pasa mientras se encuentran en la arena, con las consecuencias que ya sabemos todos para la antigua ciudad romana. El caos es caldo de cultivo para las instintos más bajos y las acciones más elevadas, y de todo habrá mientras caen cascotes por doquier, se abren grietas en el suelo y el polvo lo inunda todo. 

Los vaciados en yeso del yacimiento arqueológico.
Impresionante.

El final se salvaría si no fuera porque es de lo más previsible, visto lo visto. 

Lo de Kiefer Sutherland es una broma. Lo de Kit Harrington demuestra que su cara de palo solo es soportable cuando hace de Jon Nieve. Y es que no hay ningún actor que logre transmitir algo al espectador. Hasta el sentido del honor de Atticus resulta patético. 

Lo único bueno, que me ayudó a pasar un par de horas de un largo viaje en autobús. Lo que me lleva a pensar que tuve suerte de no verla en el cine, porque habría tirado veinte euros. 

Si todavía tienes ganas de verla, háztelo mirar.

domingo, 16 de agosto de 2015

La física de lo imposible

He descubierto un "nuevo" divulgador científico, Michio Kaku, estadounidense de origen japonés, físico teórico, formado en Harvard y Berkeley. Un señor oriental con una mata de cabello blanco al estilo del señor Miyagi, pero que en lugar de enseñar a dar cera y pulir cera se dedica a divulgar aspectos de física de interés para la futura dominación friki del mundo. 

El autor (a la derecha)

En La física de lo imposible, el doctor Kaku hace un repaso a algunos de los hechos más comunes y emblemáticos de la ciencia ficción: invisibilidad, campos de fuerza, viajes en el tiempo, teletransportación, viajes más rápidos que la luz, el concepto de hiperespacio... Vamos, lo que estamos cansados de ver y leer en nuestras series favoritas. 

Kaku utiliza un estilo sencillo y ameno. Cada capítulo está encabezado por una cita de una película o libro emblemático del género ci-fi, del que se adivina que es un gran aficionado, asi que acerca al lector desde aquello que le es familiar hasta conceptos básicos de física de alto nivel. El resultado es, sin duda, muy gratificante. 

Además del interés del libro en sí para el aficionado medio a la ciencia ficción, encuentro dos conceptos altamente atractivos. 

El primer concepto es la clasificación que hace Kaku de las diferentes "físicas imposibles":

  • Imposibilidad de tipo 1: aquella aplicación que no viola ninguna ley de la física y que se espera que sea posible para la tecnología en unos pocos decenios o siglos.
  • Imposibilidad de tipo 2: una aplicación que no viola, aparentemente, ninguna ley de la física pero que requeriría para su materialización una tecnología que dista varios milenios en el tiempo.
  • Imposibilidad de tipo 3: una aplicación que viola las leyes de la física según el conocimiento que tenemos de ellas en la actualidad. 

El segundo concepto es el de la clasificacion de hipotéticas civilizaciones de origen terrestre o extraterrestre según el grado de energía que pueden generar, ya que algunas de las aplicaciones comentadas requerirían ingentes cantidades de energía para hacerse realidad, lo que estaría al alcance de unas pocas civilizaciones. 

  • Civilización de tipo 1 es la que es capaz de aprovechar todos los recursos de un planeta.
  • Civilización de tipo 2 es la que es capaz de aprovechar todos los recursos de una estrella.
  • Civilización de tipo 3 es la que es capaz de aprovechar todos los recursos de una galaxia.




Nuestra civilización sería de broma, de tipo "0", pues aún no ha llegado al estadio que le permite aprovechar todos los recursos de nuestro planeta. Y lo que es verdaderamente impresionante es el salto de magnitud de un nivel a otro: 1.000.000.000.000 de veces el nivel energético del tipo menor. 

Michio Kaku me recuerda en muchas ocasiones a Isaac Asimov, el autor con el que crecí y llegué a apreciar el género de la ciencia ficción y de la divulgación científica. Es bueno ver que hay vida más allá del círculo asimoviano. 

Seguro que La física de lo imposible no defraudará. 



martes, 11 de agosto de 2015

47 ronin (yo no los conté)

En  largos viajes en autobús desde Gijón a Madrid da tiempo a hacer muchas cosas. Como además ahora cada pasajero dispone de una pequeña pantalla TFT en la que seleccionar películas, documentales o series, no hace falta depender de lo que ponga el conductor en el reproductor de video sino seleccionar lo que más llame la atención.

Como tenía pendiente de ver esta, La leyenda del samurai (47 ronin), me puse a ello.  



La historia está basada en una historia real de los siglos XVII - XVIII en el Japón del shogunato: el señor Asano es embrujado por su enemigo, el señor Kira, para dejarle en evidencia ante el shogun. Es luego condenado por este a cometer seppuku y, como consecuencia, los samurais que de él dependían se convierten en ronin. El señor Kira se hace cargo de la provincia de Asano y de la hija de éste. Los ronin se conjuran para vengar a su señor como último deber hacia él. 

El protagonista, Keanu Reeves, es un mestizo mitad humano y mitad criatura mágica que ha vivido en la corte del señor Asano desde que era niño, haciendo frente al desdén de los samurais. Pero como es el protagonista, la cosa cambiará cuando se den cuenta de que también el bushido es el motor de su vida. Una pena que Keanu no deje ni un momento su cara de palo y su mirada de permanente perplejidad, como si no tuviera ni idea de lo que está haciendo ahí. 


Color y brillo


En el aspecto visual, la película es brillante. Desde el vestuario hasta la luminosidad de los escenarios y paisajes. En contraste con ello, la suciedad y oscuridad del enclave holandés en el que Oishi, el lider de los ronin, debe ir a buscar al personaje de Keany Reeves. De un lado, el refinamiento oriental. Del otro, la barbarie occidental. Nada cambia, amigos. 

Como espectacular es el dragón blanco que aparece hacia el final de la película. Un Mushu (de Mulan) hipervitaminado o, mejor, como un Fuyu (de La historia interminable).

Inquietante...

Otra cosa buena es que aunque el metraje es apreciable (118 minutos), no se hace (demasiado) larga. No aburre, vamos, aunque algún que otro pasaje sí se pueda considerrar algo pesado. 

En resumen, un bien. No es para tirar cohetes, pero se deja ver.

Si Keanu dejara por un rato esa cara de palo...