viernes, 31 de julio de 2015

Hércules

Dwayne Johnson, La Roca, se está haciendo un hueco como figura del cine de acción en los últimos años. Lejos queda ya su aparición como Rey Escorpión en la segunda parte de La momia, que valió un spin off bastante olvidable. 

Ahora, La Roca se convierte en uno de los héroes de leyenda, Hércules, hijo de Zeus, el de los doce trabajos, en una cinta que busca desmitificar al mito. Una cinta que baila en el filo de la navaja entre lo fantástico y la realidad, ahondando en el hecho de que el hombre busca mitos y héroes aún donde no hay más que hombres normales. 

A pesar del tocado, Hércules es un hombre normal

Vemos entonces a Hércules como el jefe de un grupo de mercenarios que se aprovechan de su leyenda para obtener sus fines. Un Hércules atormentado por haber asesinado a su familia (al final de la película descubriremos por qué) y que siente que vive una mentira continua. 

Así que se toma el encargo de Lord Cotys como una forma de parcerse más al héroe que cantan los bardos, se inspira en ello e inspira a los demás para ir un paso más allá y vencer.

Hércules, versión Marvel


Hércules es una historia de superación personal al estilo de muchas de las películas de superhéroes a las que estamos acostumbrados. Tiene sus giros argumentales (bastante previsibles algunos de ellos), malos que parecen buenos, buenos que parecen malos, sus momentos de tocar la fibra a los que son de lágrima fácil, alguna que otra risa... 

Hércules, versión Disney

Pero lo más loable es, quizá, conseguir entretener durante los casi cien minutos que dura (loable también que no pretenda eternizar la acción más allá de lo justificable) a base del carisma de un único personaje. 

Dwayne Johnson no conseguirá el oscar por esto, pero tampoco es que su actuación sea para tirar a la basura (seguramente habrá hecho cosas mucho peores), llena la pantalla y la armadura, maneja muy bien el garrote y la cabeza del león de Nemea le queda bastante bien. 

Estoooo... Kevin Sorbo

Una peli entretenida, que se merece un bien alto y una oportunidad un fin de semana de esos que llueva y no haya nada mejor que hacer. 

¡Ah! También hay chica guapa, aunque sale unos pocos minutos y parezca por la publicidad que se hizo en su día que era la protagonista.  


Guapa sí es, pero sale bien poquito



martes, 28 de julio de 2015

Broadchurch (T1)

El apacible pueblo costero de Broadchurch, Gran Bretaña, se despierta un día con la noticia del hallazgo de un niño de once años, vecino de la localidad, en la playa a los pies del acantilado. Allí se persona Olivia Colman, inspectora de la policía local, en su primer día de trabajo después de una baja por maternidad. El niño, el pequeño de la familia Latimer, es además el mejor amigo de su hijo. 

Para colmo de males, en ese mismo momento se encuentra con Alec Hardy, que resultará ser su superior en la investigación y que acaba de llegar destinado a Broadchurch.

Pareja protagonista y acantilados de fondo


Este es el inicio de la serie de ocho capítulos de duración producida por la BBC. O sea, televisión británica. O sea, televisión de calidad. 

Desde los tiempos de la productora Tames allá por los años setenta y ochenta del siglo pasado, periódicamente hemos podido ver verdaderas joyas de la ficción, con cuidadas escenografías, reparto y guiones. Pues resulta que Broadchurch es una más que digna heredera de aquellos tiempo. 

Y es que la historia no es muy original que digamos. La hemos visto muchas, muchísimas veces. Pero en Broadchurch está resuelta de una forma muy natural, dando muchísima importancia a los personajes, plenos de matices, empezando por la pareja protagonista. Esos Colman y Hardy que son como el agua y el aceite, ingenua y pueblerina ella, cínico y urbanita él. 

Añadamos que todos los personajes tienen algo más o menos oscuro que ocultar a sus vecinos y que Broadchurch no es un pueblo tan idílico como parece. Todo esto lo iremos sabiendo al tiempo que progresa la investigación para aclarar el asesinato del pequeño Latimer, hasta que en el último capítulo veremos quién, de todos los vecinos ejemplares, es el asesino. 

Reparto coral


Pero la verdad no va a ser sencilla de digerir para Colman y Hardy, no. Y en eso también Broadchurch es un ejemplo del tratamiento de los personajes. 

La serie cotiza a un 8,4 en imdb. En esta ocasión, y sin que sirva de precedente, coincido con la página. Un notable alto y esperando su segunda temporada. 

Para terminar, una curiosidad: David Tennant (Alec Hardy en la ficción) fue uno de los actores que ha encarnado al Doctor Who en la longeva serie.

domingo, 19 de julio de 2015

Transformers 4 - La era de la extinción

Es curioso cómo incluso las mejores franquicias bajan su calidad en sucesivas entregas, hasta que llega el momento, allá por la tercera o la cuerta película, en que los síntomas de agotamiento son más que evidentes. Sucedió, por ejemplo, con Piratas del Caribe: tras dos entregas más que brillantes sucedió una tercera parte más bien mediocre y una cuarta parte directamente infumable. 

Ya no decir cuando, además, los protagonistas principales van abandonando el barco (siguiendo con el ejemplo anterior, Orlando Bloom y Keira Kneightly)

Y si esto sucede cuando hablamos de franquicias de calidad, ¿qué ocurre cuando las primeras entregas ya no son, por así decir, una maravilla? 

¿No es esta imagen suficiente presagio?

La respuesta a esa pregunta es Transformers 4 - La era de la extinción. Sin personajes, sin argumento, una sucesión de efectos especiales, de peleas entre robots gigantes en las que el movimiento de cámara es tan acusado que no sabemos quién está ganando, chistes de más que dudosa gracia... La cinta ha conseguido el dudoso honor de ser aún peor que la tercera parte, El lado oscuro de la luna. Y sin poder darte el gustazo de reir con John Turturro.

La broma de Kelsey Grammer (Frasier, Hank McKoy / Bestia) como villano principal es de un trágala bastante difícil. Lo mismo que Mark Wahlberg como genio de la robótica y protagonista principal. 

Vamos, un despropósito que sufrir durante 165 minutos (sí, amigos, dos horas y tres cuartos de dudoso gusto). Y ni siquiera la habitual chica guapa ayuda a pasar el trago ni hacer olvidar a Megan Fox o Rosie Huntigton. Me refiero al palmito, claro, que habilidades interpretativas tiene las mismas que ellas o un cactus. 


La chica guapa... mejor dedícarse a otra cosa

Menos mal que no fui al cine a verla. Es de suspenso sin paliativos.

domingo, 12 de julio de 2015

Cuéntame un cuento

Cuéntame un cuento es una de las muestras más palpables de las cosas buenas que tiene nuestra industria cinematográfica, aunque en este caso se trate de una miniserie de televisión. No obstante, el formato (solo cinco capítulos de unos noventa minutos de duración cada uno) acercan esta producción a las mejores de la BBC. 

Como su propio título indica, la miniserie visita los cuentos clásicos de nuestra infancia, pero visitados de una forma muy particular y diferente. 

El primer capítulo, Los tres cerditos, cuenta con el incombustible Arturo Valls. Arturo es un payasete, pero no chirría su presencia en el capítulo. La trama: tres hermanos, disfrazados con caretas de cerdo, asaltan una joyería en la que el protagonista se encuentra con su novia, embarazada, a la búsqueda de un anillo de compromiso. Como a veces pasa, el infortunio se ceba con ellos y una bala perdida acaba con la vida de la chica. La espiral de violencia no deja de crecer hasta llegar a un final duro, con moraleja.




Blancanieves (Blanca Suárez) es una chica que se gana la vida engañando a hombres para que sus socios, los Siete Enanitos, desvalijen sus apartamentos de yuppies. Sin embargo, poco a poco irá averiguando más sobre su pasado y quién fue su padre. El enfrentamiento con su madrastra (el personaje de Mar Saura, de lo mejor del capítulo) y cómo se revela la verdadera naturaleza de ésta, lleva a un final agridulce. 




Caperucita roja es la historia de una chica que viene a casa de su madre, separada y con un novio policia. En esos días ha aparecido muerta una chica en un paso subterráneo (la metáfora del bosque) con evidentes signos de ensañamiento. Una historia policíaca con vueltas y revueltas hasta que el verdadero culpable, inesperado hasta los últimos minutos, sale a la luz. La estética buscada da un gran protagonismo al color rojo del abrigo de la chica, por supuesto con capucha. 




Hansel y Gretel, hijos de un padre violento, son alejados de este por su sufrida madre. Desamparados, los dos hermanos llegan a casa de Sara (la mejor interpretación de toda la minisierie, con diferencia, a cargo de Blanca Portillo), que poco a poco, de forma inquietante, irá revelando su verdadera personalidad. 




El último capítulo es quizá el más flojo. La bella y la bestia tiene como protagonista a Aitor Luna (lo único salvable de la infame adaptación televisiva de Alatriste), Michelle Jenner (aquí es poco más que una cara bonita) y Laura Pamplona (con su perenne cara de mala leche). El giro final por lo menos hace justicia al resto de las entregas. 




Un descubrimiento total, no pude verlos en su día (emitieron la miniserie a finales del año pasado) y la vi poco después casi del tirón. Salvo contados momentos apenas se da uno cuenta de que ha pasado hora y media delante de la pantalla (en este caso es mejor evitarse los minutos adicionales de publicidad). 

Un notable alto, sin duda.

lunes, 6 de julio de 2015

Un ilustrador inolvidable

La edad de oro de los juegos de rol, allá por los años ochenta y noventa del siglo pasado, va unida a nombres míticos tanto en el diseño como en la ilustración de los juegos. Los Reinos Olvidados, ambientación mítica de Dragones y Mazmorras, no sería lo mismo sin las ilustraciones de Clyde Caldwell. Lo mismo pasaría con la Dragonlance y Larry Elmore. Y, cómo no, la dura e impactante imaginería de Dark Sun le debe mucho al trazo de Brom.

Caldwell, Elmore, Brom... todos ellos ayudaron a una generación de jugadores a visualizar a sus personajes y situaciones favoritas, ilustrando portadas de novelas y manuales de nuestros juegos favoritos. 

Y el MERP, o ESDLA en castellano, el juego de rol de El Señor de los Anillos, no podía ser menos. En este caso las ilustraciones venían firmadas por Angus McBride. 

No fue hasta muchos años después cuando redescubrí a McBride como brillante ilustrador de muchos libros de historia militar editados por OSPREY, señal de calidad. 

Todavía hoy reviso esas ilustraciones, algunas míticas, y vienen a mi cabeza retazos de libros, películas, manuales y partidas... Echad un vistazo más abajo...

Eowyn y el Rey Brujo, en los Campos de Pelennor



Muerte en Cardolan







Las ciénagas de los muertos




Teutoburgo

Cruzados


Y más cruzados...