sábado, 28 de febrero de 2015

Los juegos del hambre

La primera parte de la trilogía homónima (convertida, por el arte del amor a los dólares, en cuatrilogía cinematográfica).

Los juegos del hambre nos sitúa en un futuro más o menos próximo, en lo que debieron ser los Estados Unidos de América. El Estado, con el incombustible Donald Sutherland en el papel de Presidente, controla un total de doce distritos además de lo que podríamos llamar el Distrito de la Capital. 



La desigualdad entre distritos es la tónica. La riqueza y prosperidad es inversamente proporcional a la distancia al centro del poder. Esta desigualdad debió ser la razón por la que los distritos se rebelaron en un pasado también sin determinar. Y esa rebelión es la causa por la que se celebran los Juegos del Hambre, una competición anual en la que cada distrito ofrece una pareja de adolescentes, chico y chica, para luchar por su honor. Me recuerda la historia de Teseo y el tributo a Creta, qué quieres que te diga.

Los Juegos del Hambre son una competición más que curiosa, al estilo de los antiguos ludi gladiatorii, pero con aspectos de nuestra época, como los patrocinadores y la mercadotecnia que se mueve en torno a cada participante. Además de que cada pareja tiene una especie de mentor que los entrena y aconseja. 

Una señora muy rara entrevista a Steffi Graf

Pues allá que van Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence, que ahora está en todas las salsas) y Peeta Mellark (Josh Hutcherson). Ella sustituye a su hermana, que fue elegida en el sorteo. Él va enamorado hasta las trancas, pero ella le hace poco caso. Esto es por aquello de darle un poco de profundidad a los personajes, pero bueno.

Viajan en un tren de alta velocidad con Woody Harrelson, antiguo ganador de los juegos, y llegan a la capital. Allí se ven envueltos en una especie de parada de los monstruos: maquillajes, vestidos y peinados excesivos. Invitados a fiesta tras fiesta, con todo tipo de lujos, ellos que vienen de una tierra pobre y que tienen que trabajar duro para conseguir un mendrugo de pan... Aquí también se trata de dar una motivación extra y profundidad a los personajes. 

Nochebuena con Raphael


La cosa se desarrolla sin muchos sobresaltos. Hay buenos muy buenos, malos muy malos, los tributos (como llaman a los participantes) van muriendo de formas y maneras diversas... mientras Katniss y Peeta, los enamorados del distrito doce, suben como la espuma en popularidad, al más puro estilo Máximo de Gladiator.. Pero solo puede ganar uno, lo que siginifica que... ¿o no? Que las reglas están para cambiarse, sobre todo si eres el que mandas. 

Se me olvidaba mencionar que salen el hermano pequeño de Thor, el hijo de Ragnar Lothbrok y ¡Lenny Kravitz!, con mayor o menor fortuna. 

Aquí también hay chica guapa


El resultado es entretenido pero previsible. Por momentos mediocre, con ganas de apretar el botón FF del video. Un aprobado raspado, por mucho que en imdb le den un notable bajo.  Las secuelas las tengo en mis asuntos pendientes, pero me da un poco de pereza.


miércoles, 25 de febrero de 2015

Ahora me ves

De un tiempo a esta parte se han puesto de moda los magos y los ilusionistas. Películas (El ilusionista, El truco final) o series (Houdini).

Ahora me ves es una película más del gremio, pero si bien las mencionadas anteriormente disponen de un áura clásica con la que te enganchas, esta trata del ilusionismo más espectacular y televisivo, a lo David Copperfield. 

El elenco al completo

Un grupo de deshauciados de esto del ilusionismo se reúne para trabajar para un misterioso personaje que los ha estado buscando por todos los Estados Unidos y los cita en un piso abandonado. Montan un espectáculo con gran éxito de crítica y público y, durante el mismo, roban un banco de París... ¡desde Las Vegas!. Así, con un par. 

La cosa se lía con agentes del FBI (Mark Ruffalo) y de la INTERPOL (Melanie Laurent), pero como no es posible demostrar cómo lo han hecho, y no se encuentran billetes en su posesión, la pandilla de mangantes continúa en libertad. Más aún, continúa divirtiéndose a costa del bueno del personaje de Mark Ruffalo que, para más inri, resulta ser hijo de ilusionista.  

Aquí también hay chica guapa


Incluso tenemos a un destripador de trucos en Morgan Freeman, el cual se supone es capaz de descubrir a cualquier mago. Un fenómeno reciente esto de colocar a Morgan Freeman en películas diversas, o ya puestos a Michael Caine, que también aparece por aquí. 

El resumen que he hecho es bastante caótico. Tanto como la película en sí, que en muchas fases no tiene demasiado sentido. La explicación de los trucos es muy efectista, pero sin chicha ni calidez. Y el giro final se ve venir, además de ser bastante mediocre y poco efectivo. 

Al final pasas el rato, pero no es de esas películas que se quedan en la memoria. Un producto más de consumo rápido. 

Para mí un cinco raspado. Para imdb un 7,3 sorprendente.

Esta tontería no tiene nada que ver con el tema

domingo, 15 de febrero de 2015

Watchmen

Watchmen fue, en origen, un tebeo guionizado por el británico Alan Moore, allá por 1986. Un tebeo sobre superhéroes sin que haya superhéroes, sino un grupo de pintorescos personajes que se dedican a combatir el mal en una línea temporal que nada tiene que ver con la nuestra (Nixon es presidente de los Estados Unidos allá por inicios de los ochenta). 

Una imagen icónica de Watchmen


En 2009 se llevó a la gran pantalla siendo, que yo recuerde, la tercera adaptación de una historia de Alan Moore, después de From Hell (con Johnny Depp) y V de vendetta (con Natalie Portman y Elrond, la única que no he visto todavía)

Watchmen son Búho nocturno, Espectro de seda, Ozymandias (el hombre más inteligente del mundo), el Comediante y el peculiar Roscharch. Dejemos fuera al Doctor Manhattan, el único que tiene poderes después de haber sufrido un accidente en un experimento nuclear. Bueno, podríamos decir que el Doctor Manhattan es lo más cercano a Dios que pueda existir. 

Los originales

Y las copias. Bastante logradas.


El inicio de la historia con el asesinato del aborrecible personaje del Comediante, es el pistoletazo de salida tanto del tebeo como de la digna adaptación al cine. Una historia que se va complicando más y más y que iremos descubriendo por la tenacidad insana de Roscharch (que hace las veces de narrador mediante su diario, como Frank Castle, el Castigador) hasta llevarnos una pequeña gran sorpresa (que no desvelaré, por supuesto). 

Watchmen es más una historia de personajes que de acción. O sea, que el verdadero peso de la trama lo llevan lasl historias personales de cada uno de ellos, con sus luces y, más, con sus sombras. Unas sombras que en realidad son las que definen su personalidad, las que les dan volumen y los hacen atractivos para el público. 

La chica guapa también ayuda, claro. Aunque el
atuendo es de todo menos práctico


Una historia de personajes, pero con la amenaza de una guerra nuclear de fondo. Para solucionar esa amenaza habrá que hacer inmensos sacrificios, personales y morales. Incluso sacrificios de sangre.  Porque, ¿quién vigila al vigilante?

Tanto el original como la adaptación son aceptables. Entretienen, cumplen su función. Watchmen de Alan Moore es, ha sido desde hace muchos años, una suerte de icono, de cima de la industria del tebeo. A mí no me ha parecido tanto, aunque sí debemos reconocer que ese desarrollo interior de los personajes es quizá solo comparable al mejor Batman o Daredevil de Frank Miller. 

Ambas obras son de notable, algo menos en el caso de la película por aquello de no ser original.


¿Rasputín? No, Alan Moore, el culpable.

domingo, 8 de febrero de 2015

La Batalla de los Cinco Ejércitos

Final apoteósico de la trilogía de El Hobbit, según Peter Jackson. La odisea llega a su final entre sensaciones agridulces. 

Igual que ha pasado con los otros dos capítulos de la trilogía, mi opinión difiere en gran medida de las de mis amigos exégetas de la obra de Tolkien. La cosa es que tienen razón: las adaptaciones de El Hobbit son mucho menos fieles que las de El Señor de los Anillos: personajes inventados, situaciones que nunca se darían, no ya en la obra sino en toda la Tierra Media (ese romance entre enano y elfa chirría, lo mires por donde lo mires), Radagast y su trineo tirado por conejos... Reconozco que para un purista es algo difícil de aceptar todo esto.

La base ya es difícil: una trilogía de un libro de apenas quinientas páginas. Un poco excesivo, diria yo. Dos películas serían aceptables. Tres... El ansia de negocio lleva a rellenar metros de cinta con la que enganchar al público, eso está claro. 

Acepto todos esos argumentos, claro. Todos tienen su importancia. Donde difiero de mis amigos es que al hacer esto las películas sean malas. No lo son. 

La Batalla de los Cinco Ejércitos es un final épico, como un libro como El Hobbit se merece. Empezando por el glorioso Smaug (del que poco podemos disfrutar hasta que Bardo lo abate con algo bastante distinto a una flecha), pasando por los inmensos salones de Erebor y terminando en la batalla en sí.

La batalla, como esperaba, no defrauda. Elfos, enanos, ciudadanos de Valle, águilas, orcos y huargos. No falta nadie, cada uno con su idiosincrasia. Podemos discutir la estética de Dain Pie de Hierro, más cercana a un enano de Warhammer y podemos sorprendernos (para mal) cuando aparecen los gusanos de Dune, por un error de navegación. Pero no podemos negar que Peter Jackson sabe filmar batallas y transmitir la desesperación ante el arrollador empuje de las hordas del mal. 

¿En qué estabas pensando, Peter Jackson?

La escena en el Bosque Negro, en la que el Concilio Blanco se enfrenta a Sauron y a los espectros del anillo, parece que también ha levantado ampollas. Yo la considero necesaria y aclaratoria para entender a dónde va una historia como El Hobbit cuando se encuentra con El Señor de los Anillos. 

Pero lo mejor de la película no es nada de eso. Lo mejor es el personaje de Thorin. Cómo no es feliz aún cuando ha conseguido lo que nadie esperaba: volver a sentarse en el trono de Erebor. Pero no haber encontrado la Piedra del Arca, el tesoro más preciado, le consume la mente. La mirada extraviada, el rostro desconfiado, las voces en su cabeza... Creo que ha conseguido llegar a lo más profundo del personaje, sin desmerecerlo para nada. 

Thorin, alicaído en su trono de piedra



Y así, viendo a Thorin hundirse en las profundidades de su propio yo, lo veremos alzarse como un faro de esperanza cuando traspase las puertas de Erebor para luchar en la batalla, seguido por sus fieles compañeros. Y su muerte, en brazos de Bilbo, en total paz consigo mismo y con los demás. 

Sin duda, Thorin es el protagonista de la cinta, muy por encima de Bilbo, Gandalf o Bardo. 

En imdb le dan un 7,7. Yo le doy un siete alto. Me ha gustado, ¿qué le voy a hacer?