domingo, 27 de enero de 2013

El hobbit de Peter Jackson

Después de bastante más tiempo del que habría esperado, pude ver la primera parte de El Hobbit, de Peter Jackson: Un viaje inesperado. En 2D, nada de tres dimensiones. No soy partidario de esa moda, pienso que no aporta mucho y que es poco más que un reclamo publicitario y sacadineros, así que mientras haya sesiones tradicionales, allí estaré yo. Pero esa es otra historia.



Decía que ya he visto El hobbit. Y fijaos en el título de esta entrada. Lo que he visto es El hobbit de Peter Jackson, no el de Tolkien. Eso que vaya por delante, que nadie se lleve a equívocos. Pero ya llegaremos, ya llegaremos...

La película es visualmente espectacular, hay que reconocerlo. De esas que te dejan atrapado en el asiento, con la boca abierta. Desde el inicio, con la historia de Ciudad del Valle y, sobre todo, Erebor, hasta la llegada de Smaug. Pasando por la visita de los enanos a Bilbo, los paisajes, los trolls, los huargos, los trasgos... todo ello es como si uno estuviera de paseo por la Tierra Media. Pero eso no nos puede sorprender, ya lo habíamos visto. En El Señor de los Anillos, por ejemplo. También de Peter Jackson, pero menos... Sigo.

¿Qué hay de la historia, del argumento? Pues que es, básicamente, fiel al libro que adapta, a la historia original de Tolkien. Digo básicamente porque, si hacemos zoom, veremos que hay muchas desviaciones. Y para mucha gente, estas desviaciones son demasiado importantes como para dejarlas de lado.

Quizá lo más fiel a la historia original sea el principio y el final. O sea, el encuentro de Bilbo con Gandalf, la visita de los enanos y el encuentro con Gollum (acertijos en la oscuridad). Aqui es como si viéramos con los ojos la historia de libro, sin tener que imaginarla. O, por el contrario, exactamente como nos la habíamos imaginado. Incluso el bueno de Martin Freeman echa de menos su pañuelo.

El episodio de los trolls es, básicamente otra vez, fiel al libro. Pero en este caso Bilbo adquiere mayor protagonismo. Quizá pensando que necesita una base sólida para convertirse en héroe, más adelante.

A partir de aquí, las desviaciones o, directamente, los rellenos. 




La primera de ellas, la inclusión de Azog el trasgo como malo-maloso de la película (de la trilogía, me atrevo a decir), no me desagrada. La caracterizacion está lograda, así como el encaje en la historia (al tiempo que se nos da una explicación del apodo Escudo de Roble, para Thorin). Me parece un acierto, la verdad.

Otra: Radagast el loco y su trineo tirado por conejos. Aquí creo que la cosa patina y chirría demasiado. Vamos, que es relleno puro y duro. Excepto como vehículo para explicar la llegada del Nigromante a Dol-Guldur y la transformación del Bosque Negro. Pero se podría haber hecho alguna otra cosa, no tan ridícula. ¡Ah, que hay que vender gafas 3D! Ahora lo entiendo... Caca.

Otra más: la persecución por los pozos de los trasgos, mientras Bilbo lucha por su vida buscando acertijos en la oscuridad. Visualmente espectacular, cada vez aguanto menos estos derroches de efectos, cámaras que se mueven sin sentido, mareo, vértigo... ¡Ah, que hay que vender gafas 3D, otra vez!... Caca.

Otra más: ¿qué hace Galadriel en Rivendel? Aparte de poner palote a Gandalf, como dice mi buen amigo Fredi. ¡Ah, que hay que vend...! No, ahora no... Venga, vale... Por Cate Blanchett acepto barco como animal acuático...

¿Cuál es el problema, entonces? Pues que El hobbit, como historia, no da para tres películas de dos horas y media cada una. Se pongan como se pongan el Peter Jackson, la Fran Walsh y la Phillipa Boyens de los coj... Si me apuras, da para dos siendo la segunda prometedoramente espectacular. Pero, ¿tres? ¿En qué narices estaban pensando, aparte de en vender gafas 3D?

Entonces, para rellenar y que el personal no salga con cara de tonto, hay que inventarse cosas. Cosas que los talibanes tolkienianos llevamos bastante mal, todo sea dicho. Algunos más que otros, bien es verdad, pero eso va con cada uno, como la tolerancia a la lactosa.

Otra cosa: creo que merece la pena verla en versión original. Cuando salgan los DVD de la versión extendida, como si lo viera.

¿Veredicto? Si me olvido de lo que hay detrás, juzgo la peli y los actores (muy bien todos ellos, especialmente Martin Freeman e Ian McKellen), le pongo un ocho sin dudar. Entretiene, como debe ser, y te deja flipado por momentos. 

Pero si pienso en todo lo que hay alrededor, dudaría entre un cinco y un seis.

Así que, avisados estáis.




sábado, 19 de enero de 2013

Navidades a mí

Esta es una entrada de autobombo. Avisados quedáis.

Como asiduo que soy de la página web elmultiverso.com, cuando se publicó la intención de hacer una antología de relatos navideños, pensé en participar. 

La cosa no era muy complicada. No se pedían textos largos, solo que se acercaran al tema navideño desde una perspectiva diferente a la habitual y que se citara, bien a la mula y el buey, bien a los villancicos.

Era un período de tiempo en el que podía hacer algo, así que primero pensé la idea y luego la escribí del tirón. Un poco de reposo y una corrección y allá que fue. 

Al final, la coordinadora eligió ocho relatos de lo más variado, aunque predomine la irreverencia. Hay además un cierto tono pulp  que se mantiene a lo largo del volumen. Yo opté por algo con un poco más de humor negro, y estoy bastante satisfecho del resultado.

No esperéis algo profesional, sino un grupo de aficionados, algunos más que otros, que lo hacen lo mejor posible y con la mejor intención: entretener.

Mi relato se titula Adeste fideles.

La antología se titula Navidades a mí y la podéis encontrar en este enlace, pinchando en el link de descarga que encontraréis en el texto de la noticia.

Espero que os guste.


domingo, 13 de enero de 2013

Resumen 2012

Ya llevamos unos cuantos días del nuevo año, así que va siendo hora, como suelo hacer durante estos años de Historias de Iramar, balance de lo leido.

En cuanto a números en bruto, ha sido un año espectacular. He llegado a leer 13.000 páginas (como siempre, solo de libros sin incluir revistas, manuales de rol, comics u otros asuntillos que tengo por ahí). Esto supone unas 2.000 páginas más que en 2011. Una barbaridad, vamos.

En cuanto al número de volúmenes, ha sido menor. He leído 22 libros en 2012 frente a los 29 de 2011 o los 34 de 2010. O sea, que estoy leyendo libros más grandes, más tochacos de esos de ochocientas o mil páginas. De hecho, para este año he pensado que voy a intentar leer más libros de tamaño medio, entre trescientas y quinientas páginas como máximo, para no sufrir durante la lectura.

Con más detalle, el resumen de 2012 es el siguiente. Como siempre, podéis bucear por el blog para buscar las reseñas individuales.

  • Terminé definitivamente con Mundo Anillo, de Larry Niven. Trono de Mundo Anillo ha sido la constatación de que la serie iba definitivamente cuesta abajo y me convenció de que no merecía la pena seguir perdiendo el tiempo. Asi que, hasta siempre.
  • Releí el primer volumen de la trilogía de El mensajero de la oscuridad, que había comprado cuando vivía en Madrid y del que guardaba un buen recuerdo. Se confirmó y leí los dos volúmenes restantes, confirmando que es una de las mejores series de Fantasía que he leido nunca.
  • Nuestros amigos Dan Brown y Artur Balder tienen un nuevo acompañante en su lugar de honor de lo peorcito que he leído. El tercero en discordia es el amigo José Luis Corral. Conseguí su Numancia comprando una de las revistas de historia que suelo consumir. Y menos mal, porque es malita de narices.
  • También acompañando a otra revista de historia, me hice con ¡A los leones!, novela de la serie del detective Marco Didio Falco, en tiempos de Vespasiano, de Lindsey Davis.  Hace años leí el primero, La plata de Britania, y me gustó. Confirmando que sigue siendo buena después de bastantes volúmenes, es uno de los objetivos futuros.
  • Llegó también el momento de leer El temor de un hombre sabio, la esperada continuación de El nombre del viento, de Patrick Rothfuss. Aunque no llega a su nivel, mantiene un alto estándar y un personaje de lo más atractivo. Espero con ansia el tercer volumen. Con ansia viva.
  • Descubrí a Santiago Posteguillo, con la trilogía de Africanus y con Los asesinos del emperador. Tenía buenas referencias, pero aunque los libros son entretenidos, le sobra bastante paja, tiene algunas virtudes y bastantes defectos. Tampoco ha evolucionado demasiado, así que de momento lo voy a poner en cuarentena y me dedicaré a otros.
  • Un agradable descubrimiento, de esos que de cuando en cuando me trae Círculo de lectores, fue Antonio Garrido y su El lector de cadáveres. Novela de intriga en la antigua China, con un personaje y una trama cuidadas. Autor a seguir.
  • Hice un experimento con unos cuentos cortos de Dickens, ya que estábamos de aniversario en 2012. Para leer antes de dormir es una recopilación de relatos de fantasmas publicados en números especiales de su revista, generalmente en fechas navideñas. Han envejecido bastante mal, o no los supe apreciar en su justa medida. Decepción.
  • Si antes hablaba de la esperada continuación de Patrick Rothfuss, la no menos esperada continuación de Canción de Hielo y Fuego llegó a mis manos un día de verano, en Benavente. Danza de Dragones no tiene el nivel excelso de otros volúmenes de la serie, pero tiene momentos memorables, como la historia de Theon Greyjoy o de Jon Nieve. Las últimas cincuenta o sesenta páginas son para enmarcar, memorables. El conjunto, no tanto. Veremos cómo sigue.
  • Di una nueva oportunidad al universo Dune. Más porque me dejaron La yihad butleriana que por propio interés. La confirmación de que Dune y yo no congeniamos. 
  • Ensayo histórico, La gran armada. Muy recomendable y ameno, al alcance de todos los lectores.
  • Ensayo histórico novelado, En el jardín de las bestias. Una intersante visión de los primeros años de Hitler en el poder y la extraña fascinación que conseguía en el pueblo, a través de los ojos del embajador de los Estados Unidos en Berlín, el profesor William Dodd, haciendo uso de su diario, cartas y documentos oficiales. Muy recomedable para los que estén interesados en el fenómeno.
  • Ensayo de divulgacion, La ciencia de Sherlock Holmes. También lo conseguí a través de una revista. Interesante, sin más.
  • Por último, la ración anual de Pratchett se compone en 2012 de The Wee Free Men, Un sombrero de cielo, ambas historias de Tiffany Dolorido, y de Dinero a mansalva, el segundo libro de Mundodisco con Húmedo von Mustachen. Ninguno de ellos llega al nivel excelso de algunos libros de la serie, pero Pratchett sigue siendo Pratchett. Es una pena que haya tantas editoriales involucradas, porque cambia el tono de la traducción dependiendo de quien se haga cargo. 
Pues esto es lo que fue. En general, estoy bastante satisfecho de lo leído.

A ver cómo se da 2013, pero el inicio es realmente prometedor.

domingo, 6 de enero de 2013

Los asesinos del emperador

Estas fiestas he aprovechado para dar el último empujón y terminar las casi 1.200 páginas de este Los asesinos del emperador, de Santiago Posteguillo. De esta forma doy carpetazo a este autor por una buena temporada, porque son casi 4.000 páginas lo que suman los tres volúmenes de la trilogía de Escipión y el tocho que supone el último libro.

Y digo que doy carpetazo porque estamos otra vez frente a lo mismo de siempre. Un impresionante derroche de erudición y de páginas; un grupo de personajes bastante amplio en el que el autor vuelve a confrontar a los buenos-buenos con los malos-malísimos. En este caso, el malo-malísimo es Domiciano, mientras que los buenos-buenos son casi todos los demás. Con alguna excepción, bien es verdad.



Pero es que los buenos-buenos no tienen defectos y los malos-malísimos no tienen virtudes. Es el blanco contra el negro. Tan poco creíble, y tan cansino, que ya he tenido bastante. 

Justo es reconocer, sin embargo, que el libro mantiene un ritmo vertiginoso, con varias historias que acaban confluyendo en el punto adecuado, sin que se note forzado en ningún momento. Es algo en lo que el autor sí parece haber mejorado.

Es posible también que le sobren un buen puñado de páginas. Al mejor estilo del último Ken Follet. Creo que 1.200 páginas son demasiadas para lo que se cuenta. 

Como también creo que son demasiados personajes, tanto principales como secundarios. Y demasiada erudición junta. Que sí, que se nota que el autor domina la época. No solo eso, sino que parece que se ha leído un porrón de libros. Pero tampoco hace falta pasarlo por los morros cada dos párrafos.

Y en unas cuantas ocasiones parece que estamos leyendo una continuación de la trilogía de Escipión. No solo se le menciona en diversos pasajes, sino que si analizamos un poco, los binomios Escipión-Trajano, Catón/Fabio-Domiciano, Plauto-Estacio, son bastante claros. 

Pues eso, que aunque entretiene, no es nada del otro mundo. Aún así, por su ritmo y porque tampoco trata de engañar a nadie, un siete.

Por una temporada, voy a tratar de leer libros más corticos. Que los tochos que me he metido últimamente acaban agotando un poquito.



viernes, 4 de enero de 2013

Empacho navideño

La Navidad, además de la época seleccionada para celebrar el nacimiento del niño Dios, es una fecha de excesos. Y eso es lo que me ha pasado. Tengo un auténtico empacho navideño de cine infantil. Así que, mejor que trufar el blog con distintas entradas para cada película, que podría derivar en un mes largo, más o menos dado el ritmo de escritura que tenemos, ayer pensé que era mejor agruparlas todas en una única entrada y así poder pasar a otra cosa, mariposa. 



Me remontaré al fantástico puente de la Constitución, en que fui con mi peque al cine a ver El origen de los Guardianes. Una peli bastante interesante, a pesar de que todos los personajes provienen del imaginario anglosajón. 

Tenemos al Conejo de Pascua, un bicho de metro ochenta de alto, con más pinta de cazador que de simpático conejito, que viene de Australia (con la voz de Hugh Jackman en versión original). Luego está el Hada de los Dientes, a la que han representado como un ser mitad colibrí y mitad mujer. Pasamos al pequeño Hombre de Arena (Sandman), que con su magia hace soñar a los niños, uno de los personajes más entrañables de la cinta. Papá Noel se aleja un poco de la imagen que tenemos de él, con una serie de tatuajes carcelarios (un brazo pone Naughty y el otro Nice), dos sables y unas espaldas como un armario empotrado de dos cuerpos. Finalmente, Jack Escarcha (Jack Frost), un eterno adolescente en busca de su verdadero yo.

Todos ellos son Los Guardianes, en lucha eterna contra el Coco, o Sombra, que pretende instaurar un reino de terror y que los niños abandonen a tan edulcorados personajes. 

La peli es un poco (demasiado) del gusto de los yanquis, con moraleja incluida, aunque los niños se lo pasan bien y los padres se echan unas risas con algún que otro gag bien puesto. Un seis.




Otra película que me tragué fue la de Up, en la tele. Aquí la historia es un poco triste. El inicio nos muestra la historia del protagonista, un señor de cierta edad, tras la muerte de su mujer y compañera. Un poco triste y con un nudito en la garganta, no me avergüenzo de decirlo. El señor intentará cumplir el sueño que tenía su mujer de visitar ciertas cataratas en algún sitio remoto, por lo que se hinchará a inflar globos y atarlos a su casa, haciendo algo así como un dirigible. La cosa es que, inesperadamente, se le une un boy-scout un poquito plasta que quiere ganar una medalla por ayudar a sus mayores.

Tenemos también malo, maloso, en la figura de un famoso (y ahora decrépito) explorador que, no sé por qué, me recordaba tremendamente a Christopher Plummer, y un ejército de perros que tenían un dispositivo que les permitía hablar. 

No sé si fue precisamente por verla en la tele, con alguna que otra interrupción, pero no me enteré muy bien de por qué Christopher Plummer quería matar al señor y al boy-scout, o por qué el pajarraco aquél era tan importante.

Bueno, que tras haber leido bastante buenas críticas, me ha decepcionado un poco. También viene con su dosis de moralina y con la curiosidad de que la voz del ancianito es Ed Asner en la versión original (para los que no tengáis cultura televisiva, Ed Asner fue el inolvidable Lou Grant). Otro seis




El sábado pasado nos volvimos a acercar al cine. Esta vez para ver Rompe Ralph. Una peli de videojuegos en la que los personajes de las maquinitas cobran vida y viajan por el cable eléctrico. Pero, ¡cuidado! Si un personaje muere en un videojuego que no es el suyo, muere de verdad. 

Ralph es una especie de Donkey Kong, mientras que son contraparte en el juego es Felix, una especie de fontanero sin bigote y no italiano. 

La peli está trufada de guiños a juegos más o menos famosos y cumple, tanto a peques como a mayores. Lo que pasa es que aquí, la moralina llega a extremos peligrosos para la salud, así que aconsejo vehementemente tragarse uno o dos capítulos de cinismo televisivo (no sé, Juego de Tronos o Spartacus pueden valer), para evitar el riesgo de que tus arterias se obstruyan.

Se me olvidaba contar un poquito de la historia: resulta que Ralph se ha cansado de ser el maluto del juego y quiere saber qué se siente siendo bueno. Es interesante el giro de pensar qué sienten los malos cuando son los buenos los que se llevan todos los parabienes. 

Apañada, se lleva otro seis.




Ayer pusieron por la tele otra (han puesto muchas, así que quiero decir otra que no había visto antes): Monstruos contra alienígenas.

El argumento es bastante sencillo: una invasión alienígena amenaza con destruir la tierra, pero antes que eso, la Humanidad luchará con todos los medios a su alcance, entre ellos los monstruos que hace más de cincuenta años se encuentran recluidos en una base ultrasecreta de los Estados Unidos. El particular equipo A lo componen: el Eslabón Perdido, una especie de hombre iguana, o algo así; el profesor Cucaracha (como el de la Mosca, vamos); BOB, una gelatina azul con consciencia; Insectosaurio, un gusano de 105 m de largo; y Susan, o Genórmica, la mujer de 50 pies (en la versión española, con la voz de Carolina Cerezuela.

La cosa no da mucho más de sí, pero es que tiene unos gags que son la pera. Me he reído mucho con el presidente de los Estados Unidos, que está loco, loco. Pero loco de atar, amigos. Y que da los mejores momentos de la cinta con diferencia. Para enmarcar, las secuencias en la sala de crisis y los dos pedazo de botonazos rojos, idénticos (uno de ellos dispara todo el arsenal nuclear de los Estados Unidos; el otro, prepara el café). 

Bueno, que me he reído mucho y casi no tiene moralina. Un siete.   



Para el final dejo la que me ha parecido la mejor: Las aventuras de Tadeo Jones. Además, española. Es más una peli de aventuras, aunque tiene también algún que otro gag para echarte unas risas. El malo, maloso, esta vez me recuerda a Dolph Lundgren (Ivan Drago en Rocky IV, por ejemplo). 

La trama, y el giro final, se pillan bastante fácil, pero Tadeo Jones es un personaje con bastante carisma, y la chica también tiene su aquél. 

El tesoro de los incas es la excusa para los arqueólogos y pasaremos un buen rato con trampas, subterráneos, acertijos... Casi como una partida de rol. 

Bastante apañada y con atractivo para un público algo más adulto. Otro siete.


Pues hasta aquí hemos llegado. Cinco pelis en bastante poco tiempo (además de volver a ver Brave o Shrek Tercero), la verdad es que estas vacaciones están cundiendo.