domingo, 26 de septiembre de 2010

GCH

Acabo de colgar el relato con el que participaré en la categoría de ciencia ficción en el III Monstruos de la Razón: GCH. Pinchad en el enlace y además podréis ver alguno más.

Como en el anterior, Linaje real, he madurado la idea sin escribir una letra. Una vez que lo tuve más o menos claro, lo escribí en tres sesiones y lo corregí. Por supuesto, de la idea original a la finalmente plasmada en la web, hay alguna que otra diferencia.

Por cierto, que estuve dudando entre la versión final o cortar el último segmento. El sentido del relato varía mucho y las dos opciones me gustaban. Tras mucho pensarlo y obtener una buena opinión, decidí dejarlo como está ahora.

Yo creo que ha quedado bonito, así que sólo queda esperar.

El plazo del certamen finaliza el 30 de setiembre. Hasta entonces, trataré de dar forma al relato de terror, aunque no sea excesivamente original.

sábado, 25 de septiembre de 2010

El brujo que vino del Este

La Literatura Fantástica de calidad no viene sólo del otro lado del Atlántico. Un caso especial es el de la saga de Geralt de Rivia, del polaco Andrezj Sapkowski. De echo, la saga de Geralt de Rivia es un soplo de viento fresco que viene a regenerar el género, junto con Canción de Hielo y Fuego o El nombre del viento.

La saga se divide en siete libros (ocho en España, por problemas que luego comentaremos) en los que se cuenta la historia del brujo Geralt, cazador de monstruos y defensor de los hombres. Separado de sus padres cuando apenas era un niño, pues es un niño del destino. El detonante es un tópico de los cuentos infantiles: su padre, rescatado por un brujo, promete a éste entregarle lo primero que salga de su casa a su vuelta. El pequeño Geralt sale a saludar a su padre y debe ser entregado.

El brujo se lo lleva consigo a Kaer Morhen, donde viven los miembros de su orden, para ser entrenado. El proceso implica una serie de manipulaciones en el organismo de los chicos que muchos no soportan y mueren antes de completarse. De resultas de estas manipulaciones, los brujos disponen de sentidos más aguzados que el común de los mortales, así como mayor capacidad de resistencia o rapidez de movimientos. Todo se completa con una austera forma de vida y un rígido entrenamiento en combate. Su oficio, cazar monstruos, es siempre arriesgado. Un poco de magia siempre es de agradecer, así como sus dos espadas: de acero para los hombres, de plata para las bestias.

Geralt es más humano de lo que él mismo cree. Algo debió salir mal en su transformación, ya que uno de sus objetivos es despojar al candidato a brujo de sus emociones humanas, para convertirlo en más frío y calculador, esperando que ésto suponga una ventaja en el desempeño de sus funciones. Sin embargo Geralt es cínico, irónico, ama, odia...

Durante sus andanzas veremos a muchos personajes, algunos serán amigos y otros, los más, enemigos. Entre los primeros las hechiceras Yennefer o Triss Merigold, el bardo Jaskier o el vampiro Emiel Regis Rohellec Terzieff-Godefroy.

Si bien los dos primeros libros contienen historias cortas, la mayoría muy buenas como una nueva versión de La Bella y la Bestia o una historia de doppelgangers ciertamente interesante, a partir del tercero son novelas más o menos largas que narran la relación de Geralt con su propia niña del destino, Cirilla de Cintra.

La historia bebe en muchas ocasiones de tradiciones europeas, principalmente del Este del continente, lo que la hace sensiblemente diferente a lo que estamos acostumbrados, del sentido que podríamos denominar canónico cuya base es El Señor de los Anillos (que, paradójicamente, estaba basado en tradiciones anglosajonas, normandas y finesas) y que siguen fielmente las obras escritas en Estados Unidos o incluso en Europa y provocando un estancamiento del género.

Es tal el éxito de la saga de Geralt en su país de origen que se han realizado cómics, película y serie de televisión. Yo conseguí la serie, en polaco subtitulado al inglés y, si bien la estética no es a la que estamos acostumbrados, es muy fiel al original y tiene un toque retro que acaba siendo adecuado.

La edición española está muy bien, en la colección Bibliópolis Fantástica de la editorial Alamut. Cuidada en el diseño y en las calidades, con una edición y traducción sobresalientes y un precio ajustado. Nada que objetar si no fuera por el siguiente detalle: la traducción del último volumen, La Dama del Lago, se alargaba más de lo deseable (el mismo traductor envió una carta de disculpa, alegando bloqueo y saturación) y entre medias se publicó el primer volumen de Las guerras husitas, Narrenturm, traducida por el mismo profesional (lo cual, visto lo anterior, no deja de resultar curioso). La solución de la editorial ha sido publicar el volumen en dos tomos (con el siguiente añadido comercial). Asi que toda su labor quedará para siempre empañada por la duda: ¿ha sido un problema real o una elaborada labor de mercadotecnia y gran visión comercial?

Yo mismo juré y perjuré que por ahí no pasaba. Y pasé. Porque, creedme amigos, merece mucho la pena.

Pero no tengo un ápice de duda de que, si en un futuro más o menos próximo, ocurriera lo mismo con lo último de Dan Brown, no tendría ninguna dificultad de mantenerme firme en mis convicciones. Dios me dará fuerzas.

sábado, 18 de septiembre de 2010

La República Independiente de Mi Casa

Hoy toca alejarse un poco de los temas livianos que me gusta tocar, y adentrarse en las procelosas aguas de la crítica social y política. No es habitual emprender tal singladura, pero en ocasiones un hombre debe hacer lo que tiene que hacer...

Todo viene porque, buscando información y vídeos en youtube respecto al programa de sátira política Polònia, que se emite en TV3, me encontré con esta joya. Opino que es una muestra más de la hipocresía de la doctrina nacionalista, ojo, en cualquier sentido, y de esta mujer en particular, que me cae especialmente mal debido a su intransigencia.

Para el que quiera saber algo más del Valle de Arán o del nacionalismo aranés, que pulse aquí. Tenemos entonces una comarca que se siente diferente por mor de una lengua, una cultura y una historia diferenciada del resto de Cataluña. Lo mismo, lo mismito, que a otra escala defiende la señora del video respecto a España. Curiosa reacción de la señora del video, que demuestra su catadura moral o su falta de inteligencia. Comete un desliz, se mete en un charco que se convierte en un pozo de fango y es incapaz de dar marcha atrás.

Si algún día me da por ahí, explicaré por qué soy monárquico. Hoy diré simplemente que soy defensor de un estado federal que reconozca las diferencias entre los distintos componentes de un todo, desde el respeto y la comprensión. Reconozco y envidio las nacionalidades que pueden presumir de una cultura propia y la defienden, no como aquí, en la verde Asturias, en que todo eso se desconoce y sólo unos pocos (entre los que no me incluyo, he de añadir) ponen algo más que un vago interés en conocer la lengua y culturas autóctonas.

Dicho esto, lamento profundamente el giro que desde hace años han dado los distintos grupos nacionalistas que existen en España. Lamento cómo, partiendo de diversas mentiras que cualquiera con un mínimo de cultura y conocimientos de Historia de España reconoce como falsas o, cuando menos, distorsionadas por un victimismo artificial y mentiroso, se crea una panoplia de elementos diferenciadores que derivan en una confrontación que sólo favorece a los políticos que chupan del bote.

Tomemos el caso catalán. Por ninguna razón en especial, sólo porque la señora que sale en el vídeo defiende esta postura.

Territorio romanizado desde mucho antes que, por ejemplo, Asturias (al menos dos siglos). Forma parte del reino visigodo de Toledo y después es casi completamente conquistado por los musulmanes. Tras la derrota de éstos en Poitiers, el contraataque de los francos lleva a la creación de la Marca Hispánica, que debe vasallaje al emperador, luego heredado por los reyes de Francia. La evolución histórica del territorio lleva a la creación de diversos condados, más o menos independientes en la práctica pero, al fin y al cabo, territorio fronterizo. De todos estos condados, el de Barcelona va siendo más dominante.

Tras varios siglos de existencia, el linaje de los condes de Barcelona emparenta con la casa reinante de la Corona de Aragón y mediante un pacto se libera del vasallaje debido desde hace siglos en Francia. Hoy en día, los políticamente correctos hablan de monarquía catalano-aragonesa. Curioso entonces que, en Nápoles, se hable de este período como de "los reyes aragoneses". Los "catalano", brillan por su ausencia. He estado en Nápoles, sé lo que digo. 

Es pactista la forma de gobernar, lo cual no veo mal pues evita abusos de los reyes. El mismo Carlos I debe presentarse ante las cortes en Valladolid, Zaragoza, Barcelona y Valencia, para ser jurado como rey de todos los reinos de la monarquía.

Ese pactismo lleva a que la monarquía, débil en ocasiones por necesidad, tenga que plegarse a los deseos de uno de sus componentes. Especialmente Carlos I, con una política internacional centrada en Europa y el Mediterráneo, exige a Castilla sacrificios inmensos para proteger los intereses de los comerciantes catalanes y defender el Levante español de los ataques berberiscos, mientras trata de que las Cortes de Aragón le otorguen los servicios económicos prometidos. Un siglo después Cataluña encabeza la rebelión de 1640 tras tratar el Conde - Duque de Olivares de poner en marcha la Unión de Armas (avanzada a su tiempo, cada reino debería ayudar al esfuerzo de guerra común en la medida de sus posibilidades tanto en hombres como en dinero). El frente abierto debilitó aún más a la Monarquía Hispánica, acelerando su declive y sustitución como potencia hegemónica por parte de Francia.

Pero esta rebelión no fue óbice, valladar ni cortapisa para que, apenas 60 años después, los territorios de Aragón y especialmente Cataluña, se rebelasen contra su rey por derecho Felipe V de Borbón, por temor al centralismo impuesto en el país vecino, y apoyaran al pretendiente austracista. Vaivenes y contradicciones sólo explicables desde el punto de vista del que trata de obtener el mayor beneficio a costa del menor sacrificio posible.

El siglo XIX y el siglo XX ven una ingente inversión estatal en Cataluña (y otras comunidades "especiales"), especialmente industria química, textil o infraestructuras. Son los peajes a pagar para mantener contentos a unos pocos a costa de muchos. Pero parece que nada es suficiente para algunos sectores del nacionalismo, que tensan la cuerda casi hasta el punto de fractura... sobre todo en período electoral, esto es, cada 4 años.

Hablaba hace un tiempo con un compañero catalán, de Barcelona, probablemente nacionalista. Decía que pagaba muchos impuestos por los servicios que tiene. Mi réplica fue inmediata: dónde hay que firmar para, pagando sus impuestos, tener sus mismos servicios en Asturias. Dónde está el AVE, dónde la autovía del Cantábrico, dónde un aeropuerto sólo un poquito mejor que el que tenemos con precios asequibles para un puñado de destinos... Sólo tenemos una comunicación practicable con la meseta, así que ya no digamos con otros puntos de la Península...

Para pactar, es necesario también ceder. Pero algunos no entienden esta bidireccionalidad y tratan de obtener lo máximo sin tener en cuenta a los demás. No discuto que sean una nación, pero habrían de tener un poco menos de soberbia y un poco más de solidaridad. Muchas regiones no han tenido ni la cuarta parte de sus oportunidades y acumulan un retraso de décadas. Pero, como digo, nada es suficiente para algunos.

En estos tiempos europeizantes, es retrógrado mirarse el ombligo.

A veces pienso en mandar un correo electrónico a mi amigo Dan Brown para que, documentándose como sólo él sabe hacer, escriba un best-seller con una trama económico-histórico-política similar.

Bienvenidos a la república independiente de mi casa.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Canción de Hielo y Fuego

Hace unos meses hablaba de George Martin durante mi reseña de El sueño del Fevre. Hoy retomo su obra, más concretamente la serie de Fantasía Épica titulada Canción de Hielo y Fuego (ojo, si buceáis mucho por  el enlace puede que sepáis más de lo que quisiérais si pretendéis leer la serie).

Supe de ella leyendo un artículo de la última temporada en español de la revista Dragön, en la que se daban algunas pinceladas del uso del sistema d20 en la ambientación de la serie de Martin. Por aquella época yo vivía en Madrid, así que me dirigí a la tienda de Generación X más cercana y me compré los dos primeros tomos a la vez. Así, a lo bruto. El tío de la tienda me puso los libros por las nubes, así que me fui a casa más o menos tranquilo.

He de decir que se quedaba corto. Es lo mejor que he leído del palo en los últimos diez o quince años, junto con la saga de Geralt de Rivia y el descubrimiento que fue El nombre del viento, de Patrick Rothfuss, y del que ya hablé aquí.

La saga está compuesta, por el momento, por los títulos Juego de Tronos, Choque de Reyes, Tormenta de Espadas y Festín de Cuervos. Se espera la publicación para este año 2010 del siguiente volumen, A Dance with Dragons, en inglés. La serie se supone que contará con dos títulos más, hasta un total de siete.

Está basada en un mundo parecido a la europa medieval, con un gran reino dividido en distintos señoríos que se relacionan entre sí desde un punto de vista de vasallaje, un sistema feudal totalmente piramidal. Al oriente de este reino, que ocupa todo un continente, se encuentran islas divididas en ciudades-estado y grandes estepas dominadas por clanes errantes que recuerdan en gran medida a los hunos. La historia principal recoge influencias de la Inglaterra del siglo XV, durante la Guerra de las Dos Rosas. En el lejano norte, a modo de muro de Adriano, se encuentra el Muro, una enorme estructura de hielo en continua reconstrucción, que separa las tierras de los hombres de la invasión de Los Otros, fantasmas del pasado de los que hace siglos nada se sabe pero cuyo nombre se susurra y sirve para amedrentar a los niños desobedientes. La Guardia de la Noche es la orden, casi monacal, que sirve de defensa ante un posible ataque. Otrora un cuerpo de élite, cuya pertenencia otorgaba prestigio, ahora está compuesto las más de las veces por delincuentes que han sido condenados a "vestir el negro". Tras décadas de buen tiempo, las señales son cada vez más claras: se acerca el invierno y, con él, llegarán Los Otros.

La historia comienza con la visita del rey Robert Baratheon a su viejo amigo, Lord Eddard de la casa Stark, señor de Invernalia, en el lejano norte. Tras la muerte de Jon Arryn, antiguo tutor de ambos y Mano del Rey, Robert pretende que Eddard acepte el cargo de máximo consejero de la corona. A partir de ahí se desencadenan los acontecimientos, magistralmente narrados por Martin, que cada vez se complican más y más.

La estructura de cada novela se basa en capítulos narrados desde el punto de vista de uno de los personajes. Hay muchísimos, unos más importantes, otros menos, pero todos ellos desarrollados de tal forma que es imposible considerarlos buenos o malos. Todos ellos tienen una motivación y algunos caen más o menos simpáticos, pero todos evolucionan con el pasar de las páginas (cada tomo cuenta con unas 800 o 900, todo hay que decirlo), de tal forma que no es extraño que el lector coja cariño a alguno al que hasta hace poco no podía ver.

El trabajo de Martin es ingente. Cientos de nombres, heráldica, lemas familiares; decenas de lugares, ciudades, villas, con costumbres e historia propias... Todo junto da la sensación de que los personajes vagan por un mundo vivo, en continua evolución. Es como si la Tierra Media la hubieran desarrollado guionistas de Hollywood.

Hablamos de personajes como Eddard Stark, Jon Nieve, Robert Baratheon, Cersei Lannister, Jaime Lannister el Matarreyes, Tyrion Lannister, Ser Davos Seaworth, Samwell Tarly, Arya Stark, Brianne de Tarth, Sandor Clegane el Perro, Ser Gregor Clegane la montaña que cabalga, Ser Ilyn Payne, Ilirio Mopatis, Daenerys Targaryen, Sansa Stark, Qorin mediamano, Theon Greyjoy, Ser Beric Dondarrion, Ser Barristan Selmy.....Todos ellos tienen su momento, todos tienen sus historias detrás, su bagaje, todos están vivos... Pero, querido lector, no te encariñes demasiado con ellos. El mundo de Canción de Hielo y Fuego es duro y algunos no viven para contarlo.

La lectura engancha desde el primer momento. La trama está bien hilada, los momentos de acción se suceden, incluso la épica o la magia aparecen en sus justas pinceladas. Martin es un maestro manteniendo en vilo al lector, dando giros inesperados y, por qué no decirlo, asesinando vilmente a nuestro personaje favorito.

Gigamesh está realizando un gran trabajo, la traducción es excelente, todo es maravilloso. La única pega es que el ritmo de escritura de Martin se hace exasperantemente lento. Los tres primeros tomos salieron en un lapso de cuatro años, para después tener que esperar cinco más para tener el cuarto tomo. Y el quinto saldrá, si todo va bien, cinco años después del cuarto. A este ritmo, nos quedan diez años para ver el final de la historia. Esperemos que todos estemos ahí.

Evidentemente, no espero del mismo modo la siguiente obra de Dan Brown.

Por cierto, si alguno quiere saber algo más, visitad el enlace de Asshai en la columna de la derecha de este blog.

De verdad, merece la pena.

"Se acerca el invierno"


miércoles, 1 de septiembre de 2010

Las grandes batallas de la Historia

Coincidiendo con el septuagésimo primer aniversario del inicio de la Segunda Guerra Mundial (SGM o WWII si eres sajón), vengo a contaros mis impresiones del libro del equipo de Canal de Historia en su edición del Círculo de Lectores.

Vaya por delante que el Canal de Historia, al menos cuando yo podía verlo, era de lo mejorcito que te podías echar delante en la televisión, aunque ahora no sé qué decir, porque no tengo accesso a él. Digo esto porque, basado en esa memoria, compré el libro. Un libro que no es lo que se dice barato.

Y la sensación es un poco agridulce. Me explico: es Historia, por lo que lo leo con gusto, pero al final no aporta prácticamente nada nuevo. Comencemos por la elección de batallas: Qadesh, Maratón, Termópilas, Gaugamela, Cannas, Alesia, Las Cruzadas, Navas de Tolosa, Azincourt, Otumba, Lepanto, Austerlitz, Trafalgar, Bailén, Waterloo, Blenheim, Gettysburg, Little Big Horn, Verdun, Batalla de Inglaterra, Stalingrado, Día D, Ardenas, Midway, Inchon, Los Seis Días, Ofensiva del Tet, Malvinas, Tormenta del Desierto...

La elección, como cualquier otra, es discutible. Han tratado de seleccionar al menos una batalla por cada período representativo o por cada personaje histórico relevante. Eso no es del todo malo, pero nos lleva a alguna elección que choca más que otras, como Otumba, Little Big Horn, Malvinas, Bailén... ¿Qué pasa con los Campos Cataláunicos o Adrianópolis, Poitiers, Pavía o San Quintín, Rocroi, Solferino....? Como digo, la elección siempre sería discutible, pero creo que cualquiera de éstas que acabo de nombrar no desentonaría ni mucho menos en el libro y, claramente, sustituiría a alguna.

Vayamos ahora al tema de la extensión. Aproximadamente 700 páginas para 30 batallas da a poco más de 20 páginas por batalla. Tampoco estaría mal, si no fuera porque en cada capítulo hablan de acontecimientos anteriores y posteriores a la batalla, para su mejor ubicación en el marco histórico correspondiente. La consecuencia de ello es que el grado de detalle es mínimo, necesariamente.

A esto añadamos que hay errores de bulto, principalmente en fechas. Lo que denota una deficiente revisión del texto. Porque en los libros de Historia suele haber fechas, y estas tienen que ser exactas. No vale decir que Julio César murió en el año cuarenta antes de Cristo, o algo así, sino que fue asesinado el día de los idus de marzo de 44 a.C. Pues lo mismo: Pedro de Rusia no vivió en 1620, que lo sepan...

Finalmente, la bibliografía de cada capítulo no es demasiado exhaustiva.

A modo de resumen, diría que el libro se aprovecha descaradamente del supuesto prestigio del Canal de Historia para darnos un repaso histórico bastante ligero. Adecuado para el lector casual, pero también esos errores de datación o de nombres llevarán a error, y eso no puede ser.

Pues nada, como supongo que tampoco tendrían muchas más pretensiones, con un aprobado es más que suficiente.