martes, 8 de noviembre de 2011

La campana de Gauss

Carl Friedrich Gauss fue un genio. Además de eso, se convirtió en la pesadilla de decenas, cientos, miles... ¡qué digo!... cientos de miles de estudiantes. Su nombre aparece en matemáticas, estadística, física, electricidad, magnetismo...Desde EGB hasta la carrera de ingeniería, pasando por BUP y COU (lo sé, soy viejo), su nombre aparece sin piedad en mis apuntes y libros, mientras los ojos se derriten vagando por las infumables ecuaciones de las que fue prolífico autor.

Es el teórico que describió la curva de probabilidad normal. Esta distribución de probabilidad se encuentra en muchos fenómenos naturales y tiene relación con lo que hoy quiero comentar, que es la siguiente teoría: el interés de una persona, aunque sea un friki, en una afición o dedicación determinada, sigue una distribución normal. Al principio el interés crece con rapidez, pasa por una fase de estancamiento y posteriormente decrece hasta, en el peor de los casos, desaparecer por completo. 

Fuente: Wikipedia


Llevo bastante tiempo pensando en ello y el mismo blogger parece confirmar esta teoría: no hay más que entrar en una bitácora, por ejemplo esta misma, ir hacia la parte superior de la pantalla y pinchar en "siguiente blog". De modo totalmente aleatorio (creo que no es así, sino que blogger discrimina por temática) entraremos en otra bitácora. Busquemos ahora los datos que reflejan el número de entradas por año y nos encontraremos que las cifras suben hasta llegar a un máximo y luego disminuyen hasta desaparecer (el blog ha sido abandonado).

¿Por qué?

Pienso que esto se debe a que llevar un blog requiere dedicación, esfuerzo. Uno se levanta un día y dice "voy a escribir un blog, el mejor del mundo". Pero se hace duro, porque al principio no te lee nadie ni por equivocación. Con suerte entra algún incauto y lee alguna entrada. Con más suerte aún, ese incauto se engancha y repite. Si te toca la lotería, se convierte en seguidor. 

No nos equivoquemos. La oferta en internet es exagerada y lo más normal es que nuestro blog pase desapercibido. Así que cada día cuesta más ponerse delante del teclado y expresarse. Hasta que decidimos que no tiene sentido, y a otra cosa y si te he visto no me acuerdo. 

Así nacen y mueren los intereses, a veces peregrinos, de las personas.

Aprovecho para daros las gracias a todos vosotros, los que estáis al otro lado. A los siete iconitos que veo en el margen derecho de la pantalla y a los que, aunque no dejéis foto, me consta que entráis por aquí de vez en cuando. 

¡Snif!



2 comentarios:

  1. Si no me hubiese estirpado los lagrimales, lloraria...espero que aún estes en la zona ascendente de tu curva de Gaus, perqueño friki.

    Grimnebulin

    ResponderEliminar
  2. aguanta hermano, aguanta

    ResponderEliminar