domingo, 18 de noviembre de 2012

Todo empezó con un big bang

Estos días me acabo de ver la quinta temporada de La Teoría del Big Bang (The Big Bang Theory para los perros sajones), la historia de unos frikis, inadaptados para la vida social, pero unos genios en sus campos de trabajo o investigación, así que podemos decir que estoy al día...


Penny, Penny, Penny
 La historia del doctor Sheldon Cooper, el doctor Leonard Hofstader, el doctor Rajeez Koothrappali y el señor (ojo, no doctor, lo que da un cierto juego en algunos capítulos) Howard Wolowitz es una sucesión de gags, derivados de su propia ineptitud para las cosas más sencillas, plagados de momentos en los que su grado de frikismo raya lo absurdo. Lo absurdo para quien no sea friki, claro. 

Leonard
 En estas cinco temporadas los personajes hay ido evolucionando y ya son algo menos sociópatas (bueno, Sheldon Cooper parece que no tiene arreglo, aunque las teorías para su comportamiento son también bastante frikis. Metafrikismo, podríamos llamarlo. O frikismo sobre el frikismo). La serie ha adquirido también más poso, más profundidad. Se ha convertido en una sit-com más típica, pero manteniendo ese atractivo inicial para gente de nuestra calaña.

Al principio, únicamente la bella y dulce Penny, la vecina de enfrente, era la contrapartida femenina de este cuarteto. Amor platónico de Leonard, con el paso del tiempo llegó a ser algo más que eso. Han cortado, han vuelto, han... no sé muy bien qué... Un poco como en Friends, pero con más gracia.

Wolowitz

Luego se añadió la pequeña, dulce y gritona Bernadette, novia y después prometida de Howard. Y, finalmente, Amy Farrah Fawler, pareja de Sheldon (con una relación algo peculiar, por supuesto regida por un contrato de noviazgo). Lo mejor de esto, volver a ver en televisión a Mayim Bialik (Blossom, en la tele, hace décadas).

La serie se basa en sus cuatro personajes principales, que son la caña, cada uno con lo suyo. Verlos jugando a World of Warcraft, Star Wars, algo parecido a Heroquest... Visitan su tienda de comics habitual una vez a la semana. Se tragan maratones de cine... Son como todos nosotros querríamos ser... bueno, a lo mejor no... pero juegan a todo lo que querríamos jugar. Y tienen tiempo de sobra para hacerlo.




Lo bueno de la serie, que además de enganchar al friki de pro, tiene bastantes papeletas para enganchar a alguien no demasiado relacionado con el tema. O sea, que el espectro de potenciales espectadores es amplio. Eso y que no hace sangre de los frikis. No es una serie de humillaciones, sino de realidades. Más o menos todos nosotros tenemos un poco de Sheldon, de Leonard, de Rajeez y de Howard (uf, espero tener algo menos de este...).

Raj
Momentos míticos:

  • A Sheldon le roban su dinero en World of Warcraft y llama a la policía.
  • Juegan a piedra-papel-tijera-lagarto-spock
  • El contrato de convivencia con la bandera del piso que, por supuesto, debe colocarse al revés en caso de emergencia.
  • Cuando Howard ve atrapada su cosita por una mano robótica con la que estaba "experimentando". Lo malo es que le pasa dos veces.
  • Sheldon disfrazado de Flash.
  • Penny disfrazada de Wonderwoman (es-pec-ta-cu-lar)
  • Rajeez disfrazado de Thor, o por qué un indio de la India no puede disfrazarse de dios nórdico.
  • Esa especie de tensión sexual no resuelta entre Howard y Rajeez... Juegan con su supuesta homosexualidad de una forma bastante inteligente...
  • El cameo de Stan Lee, el de Stephen Hawking
  • Y muchos más para descurbrir.
Una serie totalmente recomendable que merece un lugar junto a otras series míticas. Un nueve


1 comentario:

  1. Veo que me he topado con otro fan de The Big Bang Theory.
    La serie te resulta más graciosa si tienes una base psicológica para analizar a todos los personajes. Todos tienen algún trastorno mental, emocional y, por supuesto, algún trauma y conflicto que resolver. Es genial xD

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