domingo, 9 de junio de 2013

In Time

Sentimientos encontrados...

¿Una buena idea cifi con el Justin Timberlake? ¿Olivia Wilde haciendo de mamá? ¿Amanda Seyfried sexy?

Voy demasiado rápido...

Bonny & Clyde, digooooo.... Sylvia & Will


In Time plantea su historia en un futuro no demasiado lejano en el que el ser humano deja de envejecer cuando cumple 25 años. Guay, ¿verdad? Pues no del todo, pues en ese momento comienza la cuenta atrás en un cronómetro digital de color verde fluorescente que llevan en un antebrazo. Ese cronómetro comienza la cuenta en 1 año y, al terminar, la persona se "desconecta". 

La gente mata por tiempo, que se ha convertido en una nueva moneda a escala mundial. Roban tiempo, trabajan por tiempo, pagan con tiempo... 

El reloj
El prota, Will Salas (el Justin), vive con su madre (Olivia Wilde, que se conserva muy bien para los cincuenta tacos que tiene) día a día. Literalmente. Cada mañana comienza un nuevo día, puede que el último de su vida, en el que debe agudizar su ingenio para obtener un poco de tiempo más que le permita vivir. Hasta el día siguiente.

Un azar del destino cruza su camino con una persona que está derrochando tiempo al invitar a rondas de bebida a todo un bar. Se lo puede permitir, porque en su reloj hay 116 años. Pero claro, en esa zona tener tanto tiempo es peligroso...

Ahí comienzan las peripecias de Will, que con todo ese tiempo no ha podido salvar a su madre (¡qué desperdicio de Olivia Wilde) y se decide a ir a la zona de los ricachones, aquellos que cuentan su tiempo por siglos. Virtualmente inmortales si no hacen una locura o sufren un accidente, viven su vida lánguidamente, viendo pasar... el tiempo. Es entonces cuando conocemos a los guardianes del tiempo (uno de ellos es Cillian Murphy), encargados de evitar los robos en el sistema.


Más peripecias y una compañera, Sylvia Weis, hija de uno de los hombres más poderosos del planeta, con una cuenta bancaria de unos cuantos eones. A partir de aquí la película se convierte en una suerte de Bonny & Clyde del futuro que me hizo perder bastante el interés.

Minutarios, los malutos
Una pena, porque me parece que hay buenas ideas. Como aquella que dice que para que unos pocos sean inmortales, muchos tienen que morir. Está claro, cómo si no se puede mantener el equilibrio del planeta. Esto se traduce en que el tiempo fluye, pero solo en un sentido. Digamos que se trasvasa de las áreas más probres a las más ricas, en las que sus habitantes lo van acumulando para su disfrute personal. 

También me gustó el principio, esa lucha por la supervivencia, por más tiempo para vivir. Y el contraste con aquellos que lo han tenido todo, que han vivido más de cien años y, en cierto modo, están ya cansados y tienen que buscar nuevos alicientes en la vida. Como una sociedad pujante que busca progresar frente a otra, decadente, que solo desea mantenerse como está. 

¿Y el Justin? Pues bastante correcto, para mi sorpresa. No lo hace mal y te olvidas que es un ¿cantante? pop con ínfulas...

Para mí es un seis, un poco por debajo de lo que puntúa en imdb.

2 comentarios:

  1. Si el tiempo es dinero, como dice el refrán, la cosa es como en la actualidad: unos pocos quitando el dinero a la mayoría. Puñeteros banqueros

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  2. Nos enseña mucho de que hablar ,desde cómo vivimos ,cómo nos comportamos e incluso vivimos de tiémpo tiémpo que solo se pierde en otras cosas debemos de vivir vién y solo lo desperdisiamos

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