sábado, 4 de enero de 2014

Unos por otros (Berlin Noir 4)

Confieso que comencé este libro con cierto reparo. 

Ya comenté por aquí que era bastante habitual que un autor, después de hacer una serie o un trabajo de cierta calidad, tratase de alargarla más allá de lo deseable. Vivir de las rentas, digamos. 

La trilogía original de Berlin Noir (Violetas de marzo, Pálido criminal y Réquiem alemán) se publicaron en 1989, 1990 y 1991 respectivamente. El cuarto volumen, Unos por otros, se publicó en 2006. ¿Qué podíamos esperar de Bernie Gunther después de ese lapso de quince años? ¿Seguirían sus historias siendo igual de interesantes, teniendo el mismo pulso narrativo?

La respuesta es afirmativa. 



Unos por otros nos presenta a un Bernie Gunther envejecido, allá por 1949 y después de pasar varios años en un campo de concentración soviético, tras ser alistado a la fuerza en las SS y destinado a Ucrania. Lo encontramos bastante harto de regentar el hotelito de su suegro en Dachau (a apenas unos centenares de metros del campo de concentración del mismo nombre), con su esposa recluida en un hospital para enfermos mentales.Decide entonces volver a lo que mejor se le da, que es investigar, y como nicho de mercado elige la búsqueda de personas desaparecidas. En la posguerra alemana, lo que sobran son personas desaparecidas.

Una bella mujer le contrata para que investigue si su marido está vivo o muerto. Está pensando en casarse de nuevo, pero como católica bávara que es, necesita saber que su primer marido le ha hecho el favor de morirse. Las pesquisas de Gunther le llevan a descubrir que el personaje en cuestión es un sádico de cuidado y a contactar con una de las redes de salida de los criminales nazis de la Europa de posguerra. 

A partir de ahí la trama se complica bastante, llevando a Gunther a Viena para colaborar con un amigo en busca de una herencia. Amigo que oculta muchas cosas, demasiadas, y casi ninguna buena para la saludo de Bernie Gunther. 

No voy a desvelar más de la trama. Solo que la novela la leí en unos pocos días y que mantiene el suspensde de una forma incluso superior a lo conseguido en las tres novelas anteriores. 

El atractivo de esta serie era la atmósfera que el autor supo crear en el Berlin de preguerra. Ahora vemos cómo también sabe hacerlo en la Alemania derrotada. 

El personaje principal, Bernhard Gunther, tampoco defraudará a sus incondicionales. Seguirá siendo el mismo, escéptico y sarcástico hasta el final. 

Creo que esta novela es la mejor de las cuatro que llevo hasta ahora. Le doy un ocho, con perspectiva positiva, y la recomiendo incondicionalmente. Al igual que la serie que, de momento, está lejos de decaer.

2 comentarios:

  1. Mira que el tema está muy visto, pero lo pintas tan bien que igual comienzo la serie con Violetas de marzo. De vez en cuando apetece leer una novela negra rápida y bien escrita.

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  2. Por lo menos los cuatro primeros están bien. El quinto es un poco ida de olla, empieza muy bien pero por la mitad desbarra un poco. Ya lo comentaré por aquí en breve.

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