miércoles, 9 de abril de 2014

Trilogía de la Fundación

Sabor a Edad de Oro. Sabor a Isaac Asimov.

Isaac Asimov, en su trono (Fuente: WWW)


La trilogía de la Fundación (prefiero olvidar los dos últimos tomos, editados ya en los años ochenta del siglo pasado), compuesta por Fundación, Fundación e Imperio y Segunda Fundación  es, como su autor, un icono de la Ciencia Ficción. Así, con MAYÚSCULAS.


No es que la portada sea muy atractiva, no...


Un Imperio que ocupa toda la extensión de la galaxia, con una capital que es un planeta recubierto por entero de estructura de acero y que necesita los productos de veinte mundos agrícolas para subsistir. Pero esa apariencia de solidez es solo eso, apariencia. El doctor Hari Seldon, armado con las matemáticas de la psicohistoria (ciencia estadística que predice matemáticamente el comportamiento de una sociedad), tiene un Plan. Ya que no se puede frenar la Caída, por lo menos reducir el Interregno que sobrevendrá de los 30.000 años predichos a apenas mil. ¿Cómo? Mediante dos Fundaciones situadas en extremos opuestos de la galaxia. 


El general Bel Riose (Fuente: WWW)

La Primera Fundación con sede en Términus, es un oasis de ciencia y tecnología entre la barbarie de los sectores exteriores del Imperio. Mientras tanto, la Segunda Fundación.... mejor no hablar de ella. Mejor descurbrirlo.

Por las páginas de esta trilogía original discurren las historias de Salvor Hardin, el primer alcalde de Términus y el primero en intuir la verdadera naturaleza del Plan Seldon; de Hober Mallow, el primero de los príncipes comerciantes; de Bel Riose, el último general del Imperio con capacidad militar como para derrotar a la Primera Fundación; del Mulo, un mutante psíquico que, por su propia naturaleza de mutación aleatoria, no pudo ser previsto en el Plan y que hizo que este se tambaleara; de Bayta Darell, que consiguió mantener el secreto de la Segunda Fundación...

El Mulo (Fuente: WWW)

Tantos nombres, tantas historias en un marco tan vasto como una Galaxia... Space Opera. Puro sabor a Edad de Oro. 

Leí esta trilogía cuando no era más que un chavalote de catorce o quince años. Ahora, un cuarto de siglo después, vuelvo a descubrirla en edición de bolsillo (un tomo). Y la vuelvo a leer con el mismo placer que antaño, aunque con más capacidad de crítica.

Discrepo de algunos de los elementos de la obra de Asimov. Creo que son ingenuos y poco creíbles: que la tecnología, disfrazada de religión, pueda ser un puntal de poder tal y como se nos describe en la segunda Crisis de Seldon, cuando Anacreonte está a punto de derrotar a la Primera Fundación; o que en un corto espacio de tiempo llegue a suceder tal decadencia del conocimiento como se describe. Supongo que la trasposición de la Historia de la Humanidad a un futuro muy lejano no pueda ser totalmente viable.

Combate estelar (Fuente: WWW)

Además de lo anterior, la parte más "policíaca" de la trama es un poco simplona, aunque efectista.

Sí tiene cierta base el hecho de poder llegar a predecir la tendencia de una masa suficientemente grande de personas mediante ecuaciones matemáticas. Sin ir más lejos, la publicicad tiende a conseguir eso mismo en estos momentos. 

Con sus claros y oscuros, sus virtudes y defectos, la Trilogía de la Fundación debe ser una lectura obligada de cualquier aficionado a la ciencia ficción que se precie.


6 comentarios:

  1. Tengo que releerla, porque se me han olvidado muchas cosas. A ver si me animo en cuanto acabe un par de libros que tengo pendientes.

    Poderosas son las patillas asimovianas...

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  2. Poderosas y frondosas...

    Ve, y difunde SU palabra...

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  3. Genial. Yo también estoy pendiente de releerla; fue lo primero de él que leí, y tras leer algunos más (El fin de la eternidad, Los propios Dioses) comencé hace ya un buen tiempo a leer toda la saga, empezando por Yo robot, Bóvedas de acero... ahora estoy terminando la trilogía del imperio y después me tocan las precuelas que escribió hacia el final, después la trilogía en sí y después las secuelas. El patilludo acapara estantería como no me pasaba desde que conocí el Mundodisco...

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    1. Todas las que dices las he leído hace ya bastantes años. El problema, para mí, es que en su afán de unificar todas sus series, cerró algunos temas en falso. Eso y que sus ideas en los ochenta no eran tan luminosas como en los cincuenta...

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  4. El día que murió Isaac Asimov yo todavía estaba en el Instituto y fui a la biblioteca y cogí en préstamo Fundación. Desde entonces no lo he abandonado. Estoy de acuerdo contigo: lo mejor es la trilogía de la Fundación. Los añadidos de los ochenta se pueden leer, pero no se releen como la trilogía inicial. Sin embargo lo que no hay por donde coger son las continuaciones autorizadas por sus herederos, que son muy malas.

    Encontré y me sigue pareciendo genial la idea de las dos Fundaciones (como la división del Imperio Romano) y la de la psicohistoria. Me extraña que aún no se haya adaptado al cine, aunque para hacerlo mal prefiero que no lo hagan. Yo siempre he pensado que podría servir para una serie más que una película. La verdad es que siendo como es mi obra de SF escrita la respeto tanto que todavía no me he atrevido a dedicarle una entrada.

    Saludos desde Trantor... o desde el otro extremo de la Galaxia

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    1. La trilogía original es grande, sí. Y también veo una serie, preferiblemente de HBO...

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