domingo, 5 de octubre de 2014

Juego de Tronos (T4)

Tras el final anticlimático de la T3 de Juego de Tronos (cierto es que era muy difícil superar lo sucedido en el capítulo 3x09), había que ver lo que la nueva temporada nos tenía preparado. Y la verdad es que no ha defraudado en absoluto. 

Después de un primer capítulo de transición (normal, después del tiempo que pasa entre temporada y temporada hay que sacrificar metraje para volver a poner en situación al espectador), el capítulo 4x02, El león y la rosa,  marca ya la pauta de esta temporada: las continuas sopresas y el espectáculo televisivo. El capítulo es de los que se recordarán durante muchos años.

Pero el momento más espectacular, sin duda, de esta temporada y quizá de todas, es el final de 4x08, La Montaña y la Víbora. Son cinco o seis minutos épicos, con un final inesperado totalmente (para los que no hayan leído los libros, claro) y, por qué no decirlo, bastante desagradable. Un final de los de aguantar la respiración y darte cuenta que tienes que volver a inspirar. Tremendo, de verdad.

Como ocurría en la temporada anterior, había que hilar fino para superar lo que habíamos visto ya. Entonces llega 4x09, Los vigilantes del Muro. Pedazo de capítulo, este en su totalidad, echando el resto en efectos especiales computerizados. Vemos por fin a la horda de Mance Ryder, con gigantes y mamuts entre ellos. El capítulo está plagado de pequeños momentos épicos, pero éste todavía me pone los pelos de punta:



Ahora habría que preguntarse quién hace un muro de hielo tan alto y le abre un túnel tan grande que pasa hasta un gigante sin siquiera agacharse. Cosas de la Fantasía. Pues el mismo que monta una guadaña en lo alto de la pared... Hay que verlo, también. 

Y, por último llega 4x10, Los niños. Un gran cierre de temporada en el que Tyrion tiene su dosis de protagonismo. Un personaje golpeado y maltratado desde hace muchos capítulos, pero que obtiene por fin una ración de honor que le vendrá muy bien. Veremos también a Lord Tywin sentado en el trono, negociando con su hijo pequeño.

El parecido con la historia de los libros sigue siendo notable, aunque hay varias pequeñas diferencias que no sé muy bien si tendrán influencia más adelante. No comentaré nada, no obstante, por el riesgo que supone hablar más de la cuenta y ESPOILEAR la historia más allá de lo razonable. 

Una gran temporada, sí señor, con grandes datos de audiencia en Estados Unidos (entre seis y siete millones en cada capítulo), multiplicando por tres la de la primera temporada. No en vano ha sido renovada por dos años más. 

Es de nueve






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