martes, 28 de marzo de 2017

22 de noviembre de 1963

A pesar de lo que pudiera parecer, no estamos de efemérides.

22/11/63 es el título de una interesante novela de Stephen King, el chef de los best-sellers por antonomasia. En esta ocasión, el argumento me tocó la fibra: si pudieras impedir el asesinato de JKF, ¿qué harías?

Dos caras de una moneda

El protagonista, como siempre o casi siempre en los libros de Esteban, una persona normal: un profesor de literatura en un instituto del este de Estados Unidos. De un modo casual, en el restaurante donde ha comido decenas de veces, el dueño le hace partícipe de un descubrimiento asombroso: un pasaje al pasado, siempre al mismo momento de la década de los cincuenta. 

Este pasaje tiene una particularidad: el tiempo que el viajero está en el pasado pasa de verdad, pero cuando vuelve al presente, apenas han pasado unos minutos con independencia de las horas, días, meses o años. ¿Curioso, no?

Entonces el dueño del restaurante hace la famosa pregunta al protagonista, que se devana los sesos sopesando pros y contras y se decide a dar el salto al pasado armado con una fe inquebrantable y un anuario deportivo que le ayudará a ganar un dinerito extra. 

Pasa el tiempo (en el pasado) mientras se desplaza desde el Este de los Estados Unidos hasta las cercanías de Dallas, persiguiendo la sombra de Lee Harvey Oswald y de su mujer rusa. Durante esos años se abrirá al amor en la figura de una joven que conoce mientras pasa un curso escolar dando clases en un instituto del centro del país, pero el deber será más fuerte que la perspectiva de una vida tranquila, aunque sea en un tiempo que no es el suyo.

Este tío sí que da miedito


Amigos, el pasado se resiste a ser cambiado, así que sucederán peripecias de grueso calibre que pondrán en riesgo su vida, hasta que llega el momento en que deberá dar lo mejor de sí mismo. La sensación final será agridulce, pero el remate será la vuelta al futuro...

¿Cómo afectan al futuro nuestras acciones en el pasado? Otro tema interesante...

Como siempre, 22/11/63 es un libro de fácil lectura. Apasiona hasta en los detalles más cotidianos y las páginas pasan como una exhalación. Pero, a diferencia de otros libros de King, este me ha gustado más aunque el final me parece precipitado en exceso para la cantidad de páginas que hay que dar la vuelta antes de llegar a él.

Un libro recomendable. Un siete alto.

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